Una cofradía que crece a doble paso
Semana Santa de Cádiz 2019 | Despojado
La hermandad confirma su pujanza con unos magníficos laterales tallados
El director espiritual, Gustavo Martagón, dio la primera levantá
Un colegio es signo de futuro, de pujanza, de sangre nueva y de juventud. Once años de vida para una cofradía significa estar en la niñez pero el desarrollo que está teniendo es el de un adulto. Una hermandad como la del Señor del Amor Despojado de sus Vestiduras, que avanza a la velocidad del doble paso en cuanto a los hermanos de fila, este Domingo de Ramos ha dejado ver el tallado de los dos laterales en lo que se adivina que va a ser un gran misterio dentro de unos años.
En el pabellón de Salesianos uno se encuentra en un ambiente diferente. Desde el graderío el hermano mayor, Alfonso Cortés, se dirige a los hermanos con una lectura que concluye con “que nuestro testimonio de cofrades cristianos comprometidos sea la cruz de guía que marque el camino a seguir a los que están a nuestro lado”. La primera generación, la de Alfonso, ve desde lejos que la segunda, con Joaquín de capataz y su primo Manu de cargador, se van preparando para iniciar la salida por la puerta del pabellón. La tercera, Ana y María, en brazos de Joaquín y su esposa María Guillén con el hábito del Despojado reciben las carantoñas de todo el mundo.
En el nacimiento de esta cofradía tuvo mucho que ver José Antonio Perdigones, que desde la grada leyó el Evangelio a todos los hermanos antes de salir, mientras que el actual director espiritual de la hermandad, Gustavo Martagón, daba poco después la primera levantá del año en la Semana Santa, que no de la primera salida procesional, tras presidir hace semanas el vía crucis oficial. Joaquín Cortés llamaba a sus cargadores y les decía que esperaba que el Señor le proteja en el futuro una vez que va a ser destinado a otro lugar.
Tras la salida del Señor por la puerta y la interpretación de la Marcha Real, la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora de Los Ángeles empezó a tocar ‘Cristo del Amor’, a la que le siguió ‘Cristo de las Siete Palabras’ y ‘Al Compás de tu Señor Despojado’. Con esta, desde el paso se pidió que se comprimiera la penitencia para acercar la banda al misterio, ya que la música se escuchaba demasiado lejos.
Cuando llegó a María Auxiliadora, entró por derecho el doble paso que fue muy aplaudido y que, poco a poco, empieza a ser recibido con más naturalidad por el público. Y más adelante, pudo disfrutar de una entrada preciosa en el Callejón de los Negros.
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