Fractura donde más duele
Lunes Santo
La Vera Cruz, la primera 'víctima' de la Semana Santa al decidir no procesionar ante el riesgo de lluvia · La Palma, Amor y Prendimiento aceleran su ritmo en la calle y las dos primeras incluso recortan sus itinerarios
Otra vez y ya se ha perdido la cuenta. ¿Cuánto tiempo hace que no se disfruta de una Semana Santa plena y sin lluvia? El Lunes Santo gaditano 2012 truncó el sueño de una hermandad, Vera Cruz, y el de muchos cofrades dispuestos a paladear la primera corporación de negro que procesiona en la Semana Mayor. La antigua cofradía franciscana fue la única que ayer no hizo estación de penitencia debido a la amenaza que representaban los partes del tiempo, que en torno a las once de la noche anunciaban una alta posibilidad de lluvia. Esa hora afectaba de lleno a la hermandad, que en esta ocasión evitó con su decisión la posibilidad de sufrir el aguacero de otros años. Las otras hermandades de la jornada, La Palma, Nazareno del Amor y Prendimiento, decidieron salir a la hora prevista pero acelerando de forma importante su ritmo. En el caso de la archicofradía viñera, recortó su itinerario de vuelta para llegar cuanto antes a su parroquia, mientras que El Amor lo hizo a la salida y por segundo año consecutivo no pasó ante la residencia de mayores Alvernia, una decisión dura pero necesaria.
LLENO EN LA VIÑA
Como sucede todos los Lunes Santo, en la Viña se congregó un alto número de cofrades de La Palma y de vecinos del barrio para recibir al Crucificado de la Misericordia y a su Madre de las Penas. Francis Lucero, exhermano mayor de la corporación, recordaba en los micrófonos de Canal Sur Radio las dudas con el tiempo en los últimos años. “Llevamos cuatro años siempre mirando al cielo; de ellos sólo recuerdo uno tranquilo”. Todo ello con Agustín Rubiales como protagonista del día en La Palma al dar la primera ‘levantá’ del paso del Cristo, lo que recibió muy emocionado. “Son muchos detalles los que tiene conmigo el pueblo de Cádiz”.
Y como en la salida de esta hermandad hay sitio para todo y todos a pesar de lo pequeño que se queda ese día el templo más sagrado para los viñeros, hasta un fotógrafo portugués plasmaba el momento. La Palma, con los pasos ya en la calle, dejó para la galería en el incompleto Lunes Santo gaditano sones trianeros como consecuencia de sus acompañamientos musicales procedentes de la vecina capital andaluza.
A los vecinos del Cristo de la Misericordia y de María Santísima de las Penas fue dedicada la primera levantá que ordenó Ramón Velázquez, con cuya cuadrilla lleva ya algo más de 25 primaveras delante del palio.
DUDAS Y MIEDO
El inicio de los desfiles procesionales también llevó el temor en dosis importantes a la iglesia del Carmen, quizá como a los otros templos protagonistas en la jornada de ayer. En la cofradía del Prendimiento, cada Lunes Santo es algo más que dar cabida a la estación de penitencia, pues en definitiva es un reto para sus cofrades poner en la calle un cortejo muy decente que trata de superarse a pesar de los problemas y la respuesta desigual de sus hermanos. Una lástima porque la junta de gobierno que lidera Rosa María de la Jara merece más cariño por parte de los suyos. Al menos lo tiene de hermanos con peso y de años, como la familia de los Revuelta, por citar un ejemplo, y de cargadores que llevan mucho tiempo portando a los Titulares y que han hecho suya la devoción heredada de otros a los que dieron el relevo bajo el palo.
Ese temor también hizo parada en San Francisco, donde el Nazareno del Amor se vio obligado a retrasar a 2013 el reencuentro con los mayores. “No vamos a pasar por delante de Alvernia porque aligeraremos el ritmo para estar de vuelta en San Francisco a las once de la noche”, palabras del hermano mayor, Diego Gómez, que se cumplieron a rajatabla. De hecho cuando el palio de las Penas ascendía por la rampa hacia la Catedral, el Amor ya estaba con su cruz de guía esperando su turno en dicha plaza y a lo lejos de la calle Cobos se dejaba ver la del Prendimiento. Las promesas de esas juntas de gobierno por acelerar el ritmo no cayeron en saco roto.
MÁS NUBOSIDAD
La tarde avanzaba con el cielo amenazante pero respetando. Eso sí, sobre las siete el viento que entraba por la calle Arquitecto Acero no hacía presagiar nada bueno. Como se suele decir: viento de agua. Los numerosos gaditanos que a esa hora llenaban los alrededores del primer templo de la ciudad no escondían los paraguas; cerrados pero a mano.
Toda esa gente asistió con atención al Crucificado de la hermandad de La Palma cuando realizó una laboriosa maniobra para salir de la Catedral y, además, un hermano se subió a la altura del canasto para retirar algunos claveles que habían caído sobre el monte y que habían sido lanzados por los devotos en la primera parte del recorrido. Todo ello mientras justo enfrente una dotación sanitaria atendía a un hombre que había sufrido un mareo.
El cielo se estaba encapotando cada vez más y la más moderna tecnología de los móviles permitía consultar los partes a tiempo real. Un 60 por ciento de posibilidad de lluvia hasta las doce de la noche, aunque otro portal hablaba de un 80 e incluso un 90 una vez rebasada las 23:00 horas. “Esto pinta mal”, le comentaba un padre a su hijo en el corazón de la plaza de la Catedral, después de que éste le preguntara si iba a llover. Un temor que avanza como la pólvora de pequeños a mayores.
A la espera de la llegada de la primera hermandad del día al Palillero, en el palco de autoridades existente en esa plaza estaban Sebastián Llanes, delegado episcopal para las hermandades y cofradías; Vicente Sánchez, concejal de Fiestas; y Rafael Guerrero, en representación del Consejo Local, cuyo presidente, Martín José García, salió ayer con su hermandad del Amor. Teófila Martínez, la alcaldesa, se acercó ocupando un lugar secundario en un palco cercano al oficial.
SUSPENSIÓN
El reloj marcaba las siete y cuarto de la tarde y a esa hora los gaditanos que contemplaban los cortejos en la calle y que esperaban el de la Vera Cruz, soñaban con un día completo. Pero pocos minutos después de las siete el hermano mayor, Miguel Ángel Morgado, comunica la suspensión animando a todos a estar con el Señor en la Magna del sábado. Todo un consuelo aunque sea sin Soledad. En ese momento, los partes que manejaba esta cofradía cifraban hasta en un 90 por ciento el porcentaje de lluvia a partir de las once de la noche, todo un peligro cuando la recogida estaba fijada poco antes de las dos de la madrugada. Una decisión muy dura, pero repleta de coherencia con esos informes meteorológicos. Un dato, a la misma hora que Vera Cruz suspendía su salida, en Sevilla caía un fuerte aguacero que se llevaba por delante a San Gonzalo y la Redención.
LEVE LLUVIA
Las tres hermandades que salieron alcanzaron el tramo final de la carrera oficial sin que la tan temida lluvia apareciera y ganando tiempo al tiempo. Pero como no podía ser de otra manera, a las once en punto, la hora fijada en los peores pronósticos, la hora maldita, una leve lluvia de muy pocos minutos caía en la ciudad con el siguiente escenario: La Palma, llegando a la última calle de su recorrido antes de recogerse. El Nazareno del Amor retirando el travesaño de la cruz para recoger el primero de sus pasos. Y el Prendimiento, con su paso de misterio en la plaza de San Antonio y decidiendo cortar el acompañamiento musical para continuar a horquilla para alcanzar cuanto antes su sede canónica de la iglesia del Carmen. Este paso recuperó el acompañamiento de Sagrada Cena justo en la esquina de Veedor con Bendición de Dios.
TIEMPO PARA HOY
El Martes Santo en Cádiz viene marcado por lluvias matinales, en todos los casos débiles. La Agencia Estatal de Meteorología habla de un 20% de posibilidad de lluvia hasta las seis de la tarde y del 0% a partir de esa hora. Eltiempo.es da lluvia hasta las 17:00 horas, mejorando el tiempo a partir de esa hora. Sin embargo, weather.com amplía la posibilidad de lluvias débiles hasta las 21:00 horas.
LA PALMA
Cuando uno entra en la iglesia de La Palma un Lunes Santo se respira algo especial. Puede que sea por la gente que se mueve allí, algunos de ellos historia viva de la Semana Santa gaditana en sus últimas décadas. Puede que también lo sea por la propia cofradía en sí, una de las más completas de cuantas salen en Cádiz. Incluso porque de la solemnidad que se palpa dentro, se nota que de puertas hacia fuera hay un barrio entero volcado.
Hay miradas que transmiten. En los ojos de Manolo Cerezo, hermano mayor de esta archicofradía entre los años 1987 y 1990, hay pasión. Con alguna nieta suya por allí, explica a este periodista con auténtica pasión algunos aspectos de la salida procesional. Y de reojo mira una medalla que lleva la Virgen de las Penas y que donó una vez que falleció su esposa Ana Caballero, que fue camarera. Y este año lleva también la de San Gregorio Magno, la distinción que recibió Cerezo por parte del Papa.
A Francis Lucero, ex hermano mayor entre 1998 y 2008, donde suplió a su primo Antonio (1990-98), que también estaba presente se le encienden los ojos mientras que ayuda a poner la cofradía en la calle.
Emocionado y aguantando el tirón como podía estaba el empresario y constructor Agustín Rubiales, que estaba viviendo un día inolvidable en la cofradía viñera. Por la mañana recibió la medalla de la hermandad y por la tarde dio la primera levantá al paso del Cristo de la Misericordia. Uno de los hermanos Martín lo quiso dejar muy claro: "Un hombre que ha hecho mucho bien por la gente de Cádiz".
Y Juan Antonio Guerrero, que posiblemente será más viñero y hermano de La Palma que concejal, porque aunque con ede esto último lleva ya casi 17 años, se acabará algún día: Sin embargo, su otra condición no la perderá nunca.
La minúscula iglesia viñera que respiraba intimidad apenas media hora antes de salir, se convertía en un hervidero de gente cuando se abrió la puerta a las cinco menos cuarto de la tarde. Ya todo el mundo sabía que la cofradía iba a recogerse alrededor de las once de la noche porque poco tiempo después estaba prevista la lluvia. Y que esto lo haría recortando recorrido. En vez de hacer Rosa, Patrocinio San Félix y Virgen de la Palma, lo harían por Rosa y Martínez Campos. Sin embargo, en aquel momento la gente lo que tenía ganas era de disfrutar, aunque las incertidumbres empiezan a ser una costumbre cada Lunes Santo.
Y como testigo la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, que no se pierde una salida de esta hermandad y que una vez más recibió la tarjeta de faena por parte del capataz Ramón Velázquez que curiosamente ha sobrevivido a Cerezo, a los dos Lucero y ahora a Manuel Rodríguez.
Y si de barrio hablamos La Viña hace un guiño a Triana, a las Tres Caídas, aunque sea sólo a través de las cornetas, que tampoco son sevillanas porque vienen de la malagueña Arriate, pero que suenan muy bien en el Manué que le tocan al Cristo viñero tras la salida a la calle.
Y muy cerquita de Triana sale Cigarreras en Sevilla, de donde viene la banda de música de esta hermandad. Nada más tocar el tambor ya se sabe que estamos ante una gran banda. A Velázquez y los suyos y, sobre todo, a la Virgen de las Penas le toca la marcha que lleva su nombre para empezar y luego Virgen del Subterráneo para dar la primera vuelta y enfilar la calle que también lleva el nombre de la Dolorosa de la archicofradía de La Palma.
AMOR
Con el templo seráfico lleno de hermanos, una Eucaristía, presidida por el director espiritual de la hermandad, el franciscano José Luis Salido, a la que siguió una Salve a la Virgen de la Esperanza, precedió la salida de la cofradía del Nazareno del Amor.
Tras la celebración el hermano mayor, Diego Gómez, pidió a los hermanos que iban a participar en el cortejo que rezaran mientras que la junta de gobierno se reunía para decidir si realizaban la estación penitencial debido a la inestabilidad del tiempo.
En San Francisco coincidieron un año más los fundadores de la hermandad en el año 60, a excepció de Juna Cuadrado, ya fallecido. Allí estaban Leonardo Andamoyo, Antonio Llaves, Manuel Pérez Blanco y Eduardo Domenech, el único que sigue procesionando a sus 80 años cada Lunes Santo. Todos ellos poseen la medalla de oro de la hermandad.
A las cuatro y veinte de la tarde se comunicó a los hermanos que se había acordado realizar la estación de penitencia, si bien no se iba a pasar por la Residencia Alvernia para ganar tiempo y evitar que una posible lluvia los sorprendiera en la calle.
Andrés Delfín y Carlos Berasaluce dirigían la cuadrilla del paso de misterio, que estrenaba la cruz que porta el Nazareno y sus correspondientes cantoneras, que pasadas las cuatro y media salia a la plaza de San Francisco, repleta de público, mientras que la agrupación musical Polillas interpetaba el himno nacional y a continuacion la marcha Nazareno del Amor, del compositor Salvador Guerrero, que fuera hermano de la cofradía.
Después un grupo de más de sesenta pequeños portando unos cirios acorde con su estatura precedían a las secciones de penitentes que acompañaban a la Virgen de la Esperanza, cuyo palio cruzaba el dintel de San Francisco a las cinco de la tarde, comandando a sus cargadores Juan Manuel Benítez Rey y Juan Carlos Acosta, y cerrando el cortejo la banda de música Pedro Alvarez Hidalgo de Puerto Real.
PRENDIMIENTO
En el interior de la iglesia del Carmen se palpaba en el rostro de los miembros de la junta de gobierno del Prendimiento el miedo a repetir lo sucedido hace dos años, cuando otro Lunes Santo de inestabilidad meteorológica se llevó por delante la procesión de esta hermandad, ya que en aquel aciago 2010 se quedó sin procesionar. "Esto no puede volver a ocurrir dos años después, otra vez no, por Dios", se escuchaba en boca de los hermanos más allegados a la corporación.
Desde antes de las cuatro de la tarde la junta de gobierno, de la que es hermana mayor Rosa María de la Jara, permanecía reunida dando vueltas a todos los partes meteorológicos y realizando las últimas consultas telefónicas antes de tomar una decisión. Difícil decisión para una hermandad que también sufre la crisis económica y humana, dos aspectos que castigan a muchas cofradías. Veinte minutos antes de la hora prevista, De la Jara, algo nerviosa, comunica la noticia más esperada. "Hemos decidido salir y espero que no nos hayamos equivocado. Dios lo quiera así", manifestaba la hermana mayor, que antes de que se abrieran las puertas del templo envió desde el altar mayor un mensaje muy claro: "Sólo pido la colaboración de todos si sucede algo. Que no nos traicionen los nervios".
Antes de que se abrieran las puertas del Carmen, una hermana del Prendimiento dio lectura a una hermosa poesía dedicada a los tres Titulares de la hermandad, Jesús en su Prendimiento, la Virgen del Patrocinio y Beato Diego José de Cádiz, que acabó entre lágrimas y que fue recibida con un fuerte aplauso. De manera puntual las primeras filas de nazarenos, en menor número de lo que desearía esta hermandad, alcanzaron la Alameda Marqués de Comillas y tras éstas se alzó el paso de misterio después de dar la primera levantá un hermano "que quiere al Cristo una barbaridad", como dijo el capataz, Miguel Ángel Ramírez, quien repartió dosis de cariño y ánimos a sus cargadores, que realizaron una correctísima maniobra de salida. Antes, el paso se movió por las naves centrales del templo a los sones de Jesús en su Prendimiento, mientras que una vez en la calle sonó Prendido en Getsemaní. En la presidencia, la habitual representación de La Borriquita y El Perdón.
Con la marcha Victoria del Patrocinio Gaditana, el paso de la Dolorosa se acercó hasta la puerta del templo, donde se recogieron las patas para poder bajarlo y superar la salida.
Paco Palos, el capataz, se emocionó con su Virgen del Patrocino de nuevo en la calle.
Lo más negativo de la salida fue que cayeron unas leves gotas que apenas se notaron, y por el contrario, lo llamativo es que en la banda conileña que acompañaba a Patrocinio tocaba José Manuel García Pulido, director de la banda de Gailín, que hoy acompaña a la Virgen de la Salud.
VERA-CRUZ
La hermandad de la Vera-Cruz fue la única que decidió no realizar la estación penitencial ante el riesgo de que las previsiones meteorológicas se cumplieran y la lluvia les sorprendiese en algún momento del itinerario.
La cofradía más antigua de la ciudad inició la jornada recuperando una tradición que se iniciara en 1994 y se prolongó hasta 2000, cuando la banda de cornetas y tambores Fundación Musical Ciudad de Cádiz y luego la de Nuestra Señora del Rosario ofrecían al titular de la hermandad la marcha Requiem, de Bienvenido Puelles Olivers.
Ayer, al mediodia, la agrupación musical Sangrada Cena interpetó ante los titulares de la hermandad la marcha Soledad, Madre y Soberana, del músico sevillano José María Sánchez Martín.
A las seis y media de la tarde, cuando por la plaza de San Francisco pasaba la cofradía del Prendimiento, los hermanos que iban a procesionar llegaban al templo seráfico y por orden de antigüedad pasaban a ocupar el lugar asignado a cada uno de ellos en los banccos de la iglesia.
También estaban en el interior de la iglesia ambas cuadrillas de cargadores, comandandas por Benito Jodar y Manuel Cortés, ante sus respectivos pasos, a los que iban a acompañar la capilla musical Lignum Crucis de San Fernando al de misterio y la banda de música municipal de Chiclana a de la Virgen de la Soledad.
A las siete y cuarto el hermano mayor, Miguel Morgado, con su junta de gobierno y el franciscano Ramón Estíbaliz se reunían en la sacristía y diez minutos después volvían al altar mayor.
Morgado se dirigió a los presentes para decirles que tenía que darles una mala noticia, pero que su responsabilidad como junta de gobierno le obligaba a tomar la decisión de no celebrar la salida procesional, ya que todos los partes meteorológicos consultados coincidían en que el tiempo no iba a mejorar.
Por el contrario añadió que todos ellos recogían que a partir de las once de la noche el riesgo de lluvia era de un 90%, por lo que salir sería contra natura.
También manifestó que quedaban muchos Lunes Santos para seguir dando un testimonio de fe en las calles gaditanas y animó a todos a acompañar al Cristo de la Vera-Cruz en su traslado a la Catedral el próximo sábado a las ocho y media de la mañana, para participar en la procesión magna.
Asimismo se comunicó que tras el ejercicio de las Cinco Llagas quedaria abierta la capilla de la cofradía al público para que pudieran visitar a sus titulares.
Luego el Lignum Crucis fue trasladado sobre unas parihuelas al altar mayor, seguido por los sacerdotes Rubén Virues, hermano de la cofradía, y los franciscano Ramón Estíbaliz y José Luis Millán.
Durante la ceremonia religiosa se interpretó también el himno de la hermandad, del que es autor Roberto Domínguez.
Luego los hermanos fueron abandonando la iglesia, con la intención de volver el sábado a las siete y cuarto de la mañana para acompañar a su Cristo hasta el primer templo diocesano.
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