Lola Cazalilla: "No montar la rampa para el Corpus este año es muy comprensible"
La concejala de Cultura garantiza que la estructura sí se instalará para la coronación de la Virgen de las Penas y para la magna de septiembre
Prometieron que la coincidencia entre Carnaval y Corpus no tendría ninguna repercusión en la fiesta religiosa. Pero la procesión del Santísimo está abocada a salir por la puerta lateral de la Catedral ante la ausencia de rampa, que el cambio de fecha del Carnaval obliga a desmontar este año. Y también ante los grandes eventos cofradieros extraordinarios que ya están marcados en rojo en el calendario de 2022 y que tienen a la Catedral como escenario; porque el Ayuntamiento ha confirmado que la Virgen de las Penas saldrá por la puerta principal de la Catedral cuando se corone el próximo 14 de agosto; y los pasos que participen en la magna del 17 de septiembre también alcanzarán la plaza de la Catedral bajando la rampa.
La concejala de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla, ha salido al paso de la situación generada para explicar la gestión municipal realizada y el por qué de la ausencia de rampa. “Montar la rampa le cuesta al Ayuntamiento unos 7.000 euros, y este año es excepcional no solo por el Carnaval, porque nos han solicitado montar la rampa para cuatro acontecimientos distintos, lo que supondría alrededor de 28.000 euros que salen del presupuesto de Cultura”, explica Cazalilla, que ve un tanto exagerado montar esta infraestructura “cuatro veces en cinco meses”.
Es por eso que el Ayuntamiento se plantó en tres montajes (Semana Santa, coronación de las Penas y magna), dejando fuera a la procesión del Corpus. Es consciente Cazalilla que habitualmente la rampa se queda instalada desde Semana Santa hasta que finaliza la procesión eucarística, pero asegura que es una decisión de Seguridad Ciudadana la que obliga a quitar la instalación de cara al Carnaval de junio “por las actividades que se van a celebrar allí, el botellón que suele generarse en la plaza, o la necesaria evacuación”.
Y a este motivo de seguridad, añade también que la permanencia de la rampa tanto tiempo “mantendría la plaza ocupada demasiados días, con lo que eso supone para el tránsito de gente o para los puestos de artesanía”, insistiendo en que la rampa “afecta al funcionamiento de la Catedral” por el espacio que ocupa en su zona central.
“Hay que tener en cuenta la situación de excepcionalidad de este año, y hay que buscar el equilibrio con el funcionamiento de la plaza pública”, defiende Lola Cazalilla, que asegura que tanto ella como el alcalde de la ciudad, José María González, “entendemos que no montar la rampa este año para el Corpus es algo muy comprensible”.
Pese a este problema, la concejala vuelve a garantizar que todo lo que rodea a la fiesta religiosa del próximo 19 de junio y a sus vísperas y actos previos se mantiene con absoluta normalidad respecto a años anteriores. “Habrá alfombra de sales en San Juan de Dios, altares, traslados...”, asegura, defendiendo que para el gobierno local “el Corpus es importante, por supuesto” e insistiendo en “la garantía de que la fiesta se va a proteger en todo, salvo esta cuestión de la rampa”.
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