La Magna imposible

Parece Semana Santa, pero no es Semana Santa. Son los mismos pasos que procesionan cada primavera, pero nada tienen que ver en esta antesala del otoño en la que la Pasión gaditana ha sido aderezada con cambios, estrenos e incorporaciones que hacen de la procesión magna que hoy sale a la calle la más novedosa que se recuerda. Acostumbrada desde los inicios del siglo XXI a celebrar procesiones magnas de todo tipo, Cádiz se ha reinventado en esta ocasión para ofrecer a propios y visitantes una muestra de su Semana Santa pero radicalmente transformada. Las cofradías han aprovechado la ocasión extraordinaria para recrear los misterios que quieren tener en el futuro, para vestir a sus titulares con los ropajes menos habituales o para incorporar detalles a la escena que representa el paso. Un trabajo enorme (con su mayor o menor acierto final) de las mayordomías que se suma a una cuidada selección musical que reúne también en Cádiz hoy a varias de las formaciones musicales más reconocidas en la actualidad.

Pocos podían presagiar hace meses el nivel que ha alcanzado la Magna de hoy. Con una organización que se ha hecho en excesivo poco tiempo (después de la Semana Santa), una Magna que no quedó confirmada hasta finales de junio (que es cuando se firmó el decreto que autorizaba su celebración), ciertas dudas respecto a la participación definitiva de algunas de las hermandades (bien por estar pendiente de la aprobación de cabildos de hermanos que en algunos casos se han celebrado en agosto, bien por las crisis internas que de hecho derivó en la baja de la participación del Huerto, bien por las dudas respecto a la financiación de la procesión) y por último la incertidumbre respecto si la ciudad iba a poder contar con el dispositivo de seguridad y de tráfico que necesita un evento de este calibre, las cofradías han sabido trabajar aisladas y a conciencia para dar lo mejor de sí en estos días de celebración.

El resultado de todo el trabajo de las mayordomías serán misterios del todo extraordinarios donde en el menor de los casos ha permanecido invariable la representación habitual. En esta Magna lo que es blanco se convierte en morado (como la túnica procesional del Nazareno del Amor, pieza cedida para la ocasión por el Gran Poder de La Línea) y lo que es morado, en blanco (como las túnicas que visten las imágenes de Sentencia y de Las Penas); lo que era un paso de Cristo se convierte en un misterio (como el Señor de Las Penas, que procesionará junto a seis imágenes secundarias; o el Cristo de la Expiración, a cuyos pies irán la Virgen de la Victoria y San Juan Evangelista); y lo que ya de por sí era un misterio suma nuevos componentes a la representación (como el Perdón, con un soldado romano cedido por Sentencia y dos hebreas de Sanidad; Prendimiento, con el romano a caballo de las Tres Caídas de San Fernando y el San Juan de la Amargura de Conil; o Ecce-Homo con la Claudia Prócula).

Esto hace de la Magna de este sábado una procesión del todo novedosa no solo para las miles de personas que se prevé vengan de fuera a conocer la Semana Santa, sino para los propios gaditanos para nada acostumbrados a ver las estampas que hoy recorrerán la ciudad. Hay quienes opinan que los numerosos cambios introducidos en los misterios no hacen sino desvirtuar la Semana Santa de Cádiz que de alguna forma se quiere exportar por esta magna que llega precisamente tras recibir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional; pero lo cierto es que las hermandades han aprovechado la ocasión extraordinaria para hacer cosas extraordinarias, y que el resultado es una procesión igual de atractiva y novedosa para el gaditano y el foráneo.

En el celo que las cofradías han puesto a la procesión no se puede dejar de lado tampoco la música, que al término de la carrera oficial sonará tras los 17 pasos participantes. En Cádiz se dan cita hoy algunas de las mejores formaciones musicales del momento, como Virgen de los Reyes de Sevilla (que irá tras el Perdón), la Centuria Romana Macarena (con el Despojado, al que ya acompañó el jueves), Rosario (abriendo la procesión magna y acompañando luego a La Palma después de haber sonado ya el viernes con el misterio del Perdón), Cruz Roja de Sevilla (cerrando la procesión tras el Resucitado, que seguirá hasta su recogida), Presentación al Pueblo de Dos Hermanas (que acompañará a Jesús de Medinaceli, lo que supone todo un hito histórico tras el devoto Cautivo), la Municipal de Mairena del Alcor (que sonará con la urna del Santo Entierro), el Nazareno de Huelva (que al igual que el Miércoles Santo irá tras Sentencia) o la Encarnación de San Benito (tras el Nazareno del Amor).

En el plano musical, la Magna ha permitido disfrutar de los misterios de Ecce-Homo y Expiración con acompañamiento de banda de música, el Santo Entierro con música coral (Virelay), el Perdón con cornetas y tambores (de Rosario, en la noche de ayer); y va a hacer posible que Medinaceli ande al compás que marquen los tambores y las marchas de Presentación al Pueblo o que el grupo escultórico del Caminito pueda volver a verse con banda de música (la Filarmónica de Conil), como ya ocurriera en la magna mariana de 2016.

Todo ello hace que la jornada sabatina asome como intensa, del todo extraordinaria y bastante concurrida. Uno de esos días grandes de Cádiz que llenará sus calles desde primera hora de la mañana y especialmente por la tarde-noche. No en vano, la Catedral abrirá sus puertas a las nueve de la mañana para mostrar con todo lujo de detalles los 17 pasos que luego participarán en la procesión y el Cristo de Las Aguas que preside estos días el altar mayor, en una exposición que redondea esta Magna titulada Resurrección al pie de la Cruz.

En lo que a la procesión magna estrictamente se refiere, será a las 18.15 horas cuando se ponga en marcha el enorme cortejo que abrirá la banda del Rosario y que cerrará la de la Cruz Roja. Cada diez minutos se prevé la salida de un paso, precedido siempre de 20 hermanos con cirio, la junta de gobierno y el cuerpo de acólitos; y situándose en mitad del cortejo, entre Nazareno del Amor y Nazareno, la Filarmónica de Conil.

La salida de los pasos estará acompañada de la lectura de una meditación alusiva al pasaje pasionista que representa y la interpretación de alguna pieza musical a cargo del conjunto vocal Virelay y la Orquesta Barroca de Cádiz. Todo ello en la propia plaza de la Catedral, donde se inicia un recorrido oficial que seguirá por Pelota, San Juan de Dios, Nueva y San Francisco para terminar en San Agustín. Desde allí, cada hermandad retornará a su templo, ya con los cortejos que conformen y con el acompañamiento musical acordado.

Según la previsión, desde las seis y media de la tarde en que asome a la Plaza de la Catedral el misterio del Prendimiento habrá pasos recorriendo Cádiz hasta las dos y media de la madrugada del domingo, hora a la tiene prevista su entrada en Salesianos el Despojado, culminando así una jornada intensa, histórica y, sobre todo, cargada de novedades en los 17 grandes protagonistas de esta Magna gaditana.