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Miércoles Santo, un parón de dos años

Semana Santa de Cádiz 2020

Las cuatro hermandades del día tampoco pudieron procesionar el pasado año, a consecuencia de la lluvia

La hermandad del Caminito suspendió su salida procesional en 2019 ante el riesgo de lluvia / Jesús Marín

El año en blanco que está atravesando la Semana Santa en la calle es doble en el caso del Miércoles Santo. La decepción por no poder procesionar ya la arrastran desde el año pasado los cofrades de Las Aguas, Sentencia, Cigarreras y Caminito; quitando esos pocos metros que pudo recorrer la hermandad de la Merced, en una arriesgada decisión que fue sobre la marcha reformulada. ¿Cómo se lleva esa doble decepción, la que motivó la lluvia el año pasado y el coronavirus en este 2020?

En la hermandad del Caminito arrastran la preocupación por las consecuencias que puede tener esta suspensión de la salida desde que la junta de gobierno tomó la decisión el Miércoles Santo pasado. “Tuvimos claro que nada más finalizara la Semana Santa teníamos que acercarnos a los hermanos de alguna manera”, explica el hermano mayor, Pablo Chaves. Y en ese objetivo han redoblado esfuerzos a lo largo de estos doce meses.

Una de las acciones que han comenzado en el Caminito es reconocer el último lunes de cada mes a todos los hermanos que acumulan más de 25 años saliendo en la hermandad. “Este año han sido cerca de 150 hermanos, que hemos llamado personalmente a sus casas y que han ido a la capilla a recoger un recuerdo ese último lunes”, explica Chaves, que valora “la suerte de tener ese número tan grande de hermanos vinculados al Miércoles Santo”.

Además, la cofradía convocó un concurso de dibujos para los más pequeños “y tenemos cerca de 50 dibujos presentados”. Y esta Semana Santa han recuperado un vía crucis que el recordado cofrade Gabriel Solís realizó en su momento “y para el que hemos pedido colaboración a casi medio centenar de hermanos para que lean las distintas estaciones y meditaciones”. “En los últimos quince días han participado casi 120 hermanos en los montajes, vídeos y cultos que hemos desarrollado por las redes, y lo más grande es que nadie nos ha dicho que no, que es algo que nos ha sorprendido bastante”, cuenta el hermano mayor.

“Estamos haciendo un esfuerzo grande para reconocer la labor de todos los hermanos”, afirma Chaves, que pone de relieve que las hermandades “estamos mirando para adentro de manera exagerada, hay una gran preocupación para acercarnos a todos los hermanos”.

En el Caminito empiezan el proceso de reserva de sitio para la procesión a finales de enero, y a mediados de febrero (aún varias semanas antes de iniciarse la Cuaresma) “ya teníamos 240 controles de penitentes, al margen de la penitencia que eran casi otros 200”, indica Chaves. Por tanto, la transición de 2019, en que no salió, a 2020 no se ha notado. “Y creo que si seguimos trabajando, acercándonos y acompañando al hermano, conseguiremos que la gente se acerque”, concluye el hermano mayor.

Tampoco se había notado receso alguno en la hermandad de Sentencia. Al contrario, cuando la Cuaresma saltó por los aires a consecuencia de la epidemia se estaban superando las cifras del pasado año. “Los tres primeros días de reparto ya habíamos dado más túnicas que el año pasado, y nuestra previsión era de sacar 380 hermanos con túnica”, afirma el hermano mayor, Benito Moya, recordando que en 2019 sumaron 363 nazarenos en el cortejo que sólo recorrió unos metros Merced abajo antes de regresa de forma apresurada.

Por eso, la preocupación ahora en el seno de esta corporación no es un posible acomodamiento de los hermanos a no procesionar, sino la situación en que quedará la cofradía “y todo en general”. “La merma económica va a ser muy grande. Me temo que vamos a tardar no uno sino varios años en volver a la normalidad”, vaticina Moya, que lejos de que lo ocurrido este año afecte a los hermanos cree “que nos unirá más y se acercarán más a la hermandad”.

Esa preocupación por el futuro próximo una vez pase la epidemia del coronavirus se basa en las experiencias que en estos días ya va teniendo la hermandad. “Entre los hermanos, hay gente que lo va a pasar mal, gente que volverá al paro y a la que vamos a ayudar”, indica Moya, que añade a estas ayudas a hermanos la que ya están recibiendo de algunas asociaciones con las que suele colaborar Sentencia; y con las que seguirá colaborando pese a la importante pérdida económica que arrastrará la suspensión de las salidas este año.

“Es todo una incógnita en torno al día después de volver a la normalidad”, concluye el hermano mayor.

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