El Nazareno y la Patrona, bastones de la fe en Cádiz

Procesión extraordinaria

Los regidores perpetuos reafirman su mandato sobre la ciudad en una histórica, fría y prenavideña procesión extraordinaria

Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada
Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada / Jesús Marín

La fe en Cádiz tiene dos pilares fundamentales. Unas bases sólidas sobre las que se asientan siglos de tradición y un estrecho vínculo forjado a base de epidemias, guerras, explosiones y otros desastres que han dado forma a la ciudad y ante los que la población siempre ha recurrido a sus imágenes devocionales; por encima de todas ellas, al Nazareno y a la Patrona. Este 8 de diciembre, en medio de una pandemia que amenaza con revivir sus llamas con una sexta oleada, el Señor de la Santa María y la Virgen del Rosario han vuelto a reafirmar que son esos pilares fundamentales de eso que los que presumen de conocimiento llaman piedad popular. Los bastones de la fe, simbolizado en los que una y otra imagen lucen en cada salida para reafirmar su condición de alcaldes perpetuos de Cádiz.

La ocasión era un tanto difusa, los motivos bastante cuestionables, la fecha un tanto extraña... pero el Nazareno y la Patrona han convocado a una gran cantidad de público durante el día de la Inmaculada, especialmente por la tarde con la procesión extraordinaria. A primera hora de la mañana fueron trasladados a la Catedral para presidir un pontifical que los organizadores de la procesión entendían que era en acción de gracias por la protección dada por estas imágenes (junto a la de los Patronos, que presidían el altar mayor), que el Cabildo consideraba la celebración de la solemnidad de la Inmaculada (sin más tintes extraordinarios ni menciones a la pandemia ni a la presencia de las imágenes) y que el Obispado ni siquiera anunciaba en ningún momento en estos últimos días, pese a lo indudablemente extraordinario de la ocasión.

Los pasos del Nazareno y de la Patrona, a ambos lados del altar mayor de la Catedral de Cádiz, que presidían los Patronos.
Los pasos del Nazareno y de la Patrona, a ambos lados del altar mayor de la Catedral de Cádiz, que presidían los Patronos. / Jesús Marín

A ambos lados del altar mayor quedaron las imágenes en sus respectivos pasos procesionales, actualizando una histórica fotografía de la última vez que acudieron juntas a la Catedral. Y juntas también recorren desde esta tarde las calles del centro camino del barrio de Santa María, en una procesión extraña, marcada por las muy bajas temperaturas que se han hecho notar conforme avanzaba la tarde y llegaba la noche, por los árboles de luces, guirnaldas y adornos navideños que acompañan al recorrido y que se han mezclado con los tambores y los vientos de las dos bandas que interpretaban marchas procesionales tras los pasos. Qué raro, y no por ello menos emocionante, ha sido escuchar La Madrugá un 8 de diciembre en una helada plaza de San Juan de Dios. Pero lo que no ha cambiado es la cantidad de público que congregan las dos devociones, y las muestras de sentimiento y devoción que despiertan a su paso.

El paso de la Patrona llamaba la atención por el atuendo de la Virgen, azul inmaculado propio del día y muy distinto al blanco y oro habitual, con el manto recogido en su trasera con rosarios, y por un exorno floral bien distinto también al tradicional de nardos con olor a octubre. Un cortejo formado exclusivamente por miembros de la archicofradía, que marchaban tanto delante como detrás de los acólitos, ha acompañado a la Patrona, que dos meses después sí salía a la calle en su paso procesional y con sus cuadrillas y relevos habituales; al mando, eso sí, de Juan Pidre, y con la compañía de Maestro Dueñas.

Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada
Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada / Jesús Marín

En el Nazareno sí se atisbaban más tintes extraordinarios en esta salida. Tanto en el cortejo, más numeroso y con destacada presencia de cofrades 'históricos' de Santa María como los Suárez Villar, Enrique Cabrera, José María Ramos, Santiago Posada o Quico Zamora, como en el paso, que ha combinado a las cuadrillas de la Virgen (desde Catedral hasta San Juan de Dios) con el estreno de Joaquín Cortés al frente de la cuadrilla del Señor (desde la iglesia de la Santa Caridad hasta la recogida). Además de Cortés se está estrenando también la agrupación musical del Cautivo de Estepona, que quizás no interprete el estilo que más convenga al carácter que impone el Nazareno en la calle, aunque la banda ha estado bastante correcta durante el recorrido.

Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada
Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada / Jesús Marín

La procesión tuvo su primer momento destacado, o curioso, en la iglesia de San Juan de Dios, junto a un Ayuntamiento huérfano de colgadura o señal alguna que solemnizara lo que acontecía en la calle este extraordinario día de la Inmaculada. Ese punto marcaba de alguna forma el límite entre la oficialidad del culto de ayer y la intimidad de un barrio de Santa María que acogería y despediría a sus imágenes con distintos momentos musicales y fervoriles. Con la imagen de la Patrona plantada a un lado de la puerta del templo, y la del Nazareno al otro, la banda de Maestro Dueñas interpretó un emocionante Toque de Oración en memoria de aquellos gaditanos que se han marchado a consecuencia del Covid; para acto seguido entonar la Salve pidiendo la protección para esta amenazante sexta ola. De alguna forma se despidieron así de la ciudad estos dos pilares devocionales, que iniciaron entonces el camino de regreso a sus templos, no sin antes recibir la tohalla de la hermandad de la Santa Caridad, que nunca antes había tenido este gesto con ninguna otra imagen.

Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada
Histórica procesión con la Patrona y el Nazareno en la festividad de la Inmaculada / Jesús Marín

Santa María sería ya receptora de la vuelta a casa de Jesús y María, del Nazareno y de Rosario, que en el cierre del puente de la Inmaculada han reafirmado su mandato sobre la ciudad, que sigue intacto pese al paso de los siglos. A ellos, bastones de la fe de una ciudad, se sigue encomendando Cádiz en medio de este temible repunte de contagios de una pandemia que parece que no acaba.

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