La Patrona de Cádiz quiere salir
La vuelta del culto a las calles
En Santo Domingo han elaborado un plan para la procesión del 7 de octubre, a espera de que se pronuncien el obispo y el Ayuntamiento
El Obispado estaría preparando un decreto para autorizar de nuevo el culto en la vía pública
El culto religioso en la calle se sigue resistiendo. La Semana Santa se llevó prácticamente el primer portazo de la pandemia en 2020; y en la actualidad las procesiones siguen siendo uno de los únicos reductos que queda por recuperar en una sociedad que lucha por seguir ganando enteros al Covid. Con todas las procesiones y otros actos de culto en la vía pública suspendidos, en el horizonte del calendario gaditano asoma ya un 7 de octubre que en Santo Domingo se prepara con la firme intención de que la Patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, realice la procesión frustrada en 2020.
Así lo ha confirmado el prior de los dominicos, Pascual Saturio, y así aparecerá reflejado en la convocatoria de los cultos que ya se ha diseñado (obra, como cada año, de Juan Antonio Verdía). “La intención nuestra es que se produzca la salida”, traslada el sacerdote dominico, que no obstante guarda la prudencia debida a la espera del pronunciamiento que tengan que hacer las autoridades civiles y religiosas. O religiosas y civiles, mejor dicho.
En la actualidad en la diócesis sigue rigiendo el decreto que en enero firmó el obispo, Rafael Zornoza, suspendiendo cualquier culto en la vía pública. Decreto cuya vigencia reafirmó el pasado mes de mayo el vicario general con un comunicado trasladado a parroquias, hermandades y comunidades religiosas. Por tanto, el primer paso para que la Patrona salga a la calle el 7 de octubre será que Zornoza anule ese decreto.
Fuentes del Obispado consultadas por este medio han indicado que precisamente en el momento actual se está elaborando un borrador de ese nuevo decreto que regulará el culto externo en la diócesis, por lo que en los próximos días se podría hacer público y entrar en vigor. Decreto que al contrario de lo que ha ocurrido en la diócesis de Jaén, obviaría cualquier referencia a la carga o a la música (que en Jaén han quedado prohibidas en las procesiones, que tendrán que ser en silencio y con pasos a ruedas).
En caso de que se confirme el levantamiento de ese decreto del pasado enero, la Archicofradía del Rosario tendrá que sortear un segundo eslabón: la autoridad civil. En principio, debería ser el Ayuntamiento el que tomara la última palabra respecto a la conveniencia de que la Patrona realice o no su salida procesional.
De cara a ese posible 7 de octubre en la calle, Pascual Saturio avanza cómo sería esa procesión de la Virgen del Rosario. La imagen no iría en su paso procesional, sino en una parihuela para garantizar la distancia y protección sanitaria de los cargadores. Y se estaría planteando un recorrido que evitaría las calles estrechas (y que en principio podría discurrir por Santo Domingo, Plocia, San Juan de Dios, Nueva, San Francisco, Valenzuela, Cuatro de Diciembre, Lázaro Dou, Plaza de Sevilla y Cuesta de las Calesas para regresar al Compás de Santo Domingo.
De igual modo, se contempla la participación de las bandas habituales el 7 de octubre: Rosario abriendo el cortejo y Maestro Dueñas tras la Virgen; aunque seguramente acudan con menor número de músicos del habitual y cumpliendo con el protocolo actualmente vigente para las actuaciones de estas formaciones musicales en espacios públicos.
Las cofradías, pendientes de Zornoza
No sólo en Santo Domingo aguardan algún movimiento del obispo respecto al decreto que suspendía cualquier tipo de culto en la vía pública. Las cofradías de toda la diócesis están a la espera de algún cambio de criterio en este sentido, viendo además cómo en otros puntos de Andalucía (especialmente, por cercanía, en la diócesis de Jerez) se vienen realizando rosarios, traslados y procesiones desde hace varias semanas con cierta normalidad.
En este contexto, el Consejo de Hermandades ha activado ya la comisión de hermanos mayores que empezará a abordar posibles escenarios de cara a la Semana Santa de 2022, que ya asoma en el horizonte de las cofradías penitenciales. De hecho, la próxima semana se anuncia la primera reunión de esta comisión, que se suma a los contactos que desde la permanente del propio Consejo se vienen manteniendo con el Ayuntamiento para analizar posibles condicionantes y planteamientos de cara a una Semana Santa que a día de hoy está en el aire y que amenaza con dejar, por tercer año consecutivo, a las cofradías dentro de los templos.
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