La Tribuna Cofrade
El traslado de la cofradía del Huerto. Lo normal Vs lo real
Corpus 2020 en Cádiz
El de hoy será un domingo más en las calles de la ciudad. La ausencia de altares, de sillas en Candelaria y Nueva, de alfombra de colores en San Juan de Dios o de reposteros en el Ayuntamiento -que no ha debido ver oportuno el gesto de colocarlos para el día de hoy- hacen que la fiesta del Corpus vaya a pasar casi desapercibida hoy, siendo una mañana que congrega en el centro a gran cantidad de personas que bajan a ver la procesión eucarística. Habrá Corpus, pero en el interior de la Catedral, cuyas naves recorrerá el Santísimo.
Será al término del solemne pontifical que a las diez de la mañana presida el obispo diocesano, Rafael Zornoza, y al que acudirán distintas representaciones y autoridades civiles y militares, además del público en general al que se permitirá el acceso toda vez que Cádiz entró el lunes en Fase 3 y la Catedral puede alcanzar el 75% de su aforo. Cumpliendo, eso sí, todas las normas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias españolas y refrendadas por la Conferencia Episcopal y por el propio Obispado de Cádiz.
Este domingo de Corpus sin procesión de la Custodia de plata por las calles es un escenario del todo extraordinario que en las dos décadas que se han cumplido de siglo XXI sólo tiene un precedente, en el año 2005. El año dedicado a la Eucaristía, precisamente, para lo que se había preparado una gran jornada de Corpus con hasta media docena de imágenes por las calles de la ciudad presidiendo altares.
Además de la Patrona, habitual compañera de camino del Santísimo en el día de hoy, ese domingo 29 de mayo de 2005 iban a salir a la calle el misterio completo de la Sagrada Cena -como muy posiblemente habría ocurrido de nuevo este año, ya que la hermandad suele celebrar con este gesto extraordinario los aniversarios destacados como los 25 años de la bendición del Señor que se cumplen este 2020-, la Virgen del Pilar de la cofradía de Las Penas para presidir un espectacular altar que la hermandad del Domingo de Ramos había dispuesto en la fachada de la casa palacio de San Agustín; la Virgen de los Desamparados del Caído, que iba a salir en rosario de la aurora para presidir un altar también en San Agustín; el Beato Diego, ahora integrado en el cortejo del Corpus pero que ese año iba a ocupar un altar en Candelaria; los Desamparados de la Castrense, que iba a ser trasladada hasta la plaza de San Juan de Dios; o la imagen de María Auxiliadora, que se llegó a disponer el día antes delante de la fachada del Edificio Amaya.
Ya en la jornada de vísperas, La Cena suspendió el traslado de su paso de misterio poco después de salir de Santo Domingo ante las malas previsiones para la noche, lo que llevó a otras hermandades a desmontar los altares que iban cobrando forma desde primera hora de ese sábado (como Buena Muerte o Medinaceli). Y fue durante el pontifical previo del domingo cuando se anunció que la procesión se realizaría por el interior de la Catedral, regresando luego a Santo Domingo la Virgen del Rosario envuelta en plásticos. Esa tarde de domingo sí saldría en procesión la Virgen de los Desamparados desde la iglesia de la Castrense.
Junto al año 2005, hay que reseñar también el Corpus de 2003, que salió a la calle pero sin la Virgen del Rosario, que ante el riesgo de precipitaciones se quedó en el interior de la Catedral. Por lo tanto, sí hubo Corpus en las calles ese año, y los anteriores y todos los posteriores salvo 2005 y este 2020, en el que la pandemia del coronavirus y las preocupaciones para evitar su propagación dejarán la Custodia de plata inamovible en su capilla catedralicia. Segundo domingo sin Corpus en el siglo XXI; el primero que no verá Zornoza como obispo.
Precisamente, Rafael Zornoza está siendo el gran impulsor de esta fiesta eucarística en los últimos años, intentando promover la participación de todas las instituciones y movimientos religiosos, así como asociaciones y colegios de la ciudad. En estos años, de la mano del obispo, se ha constituido una comisión que se reúne periódicamente a lo largo del año para preparar y organizar la fiesta y también se ha ampliado el cortejo primero con la inclusión de los patronos -aún de una forma un tanto provisional a la espera de que la hermandad mejore la disposición de las dos tallas, que por ahora son las del altar mayor de Santa Cruz- y el año pasado con el Beato Diego, que iba a mantenerse ya en la procesión, además de la imagen del Dulce Nombre de Jesús que acompaña a los niños de Primera Comunión y que llega desde Santo Domingo junto a la Patrona de la ciudad.
Hoy hay Corpus, sin calle. La histórica procesión hace un paréntesis este año para celebrarse en los límites de la Catedral a partir de las diez, cuando comience el pontifical que culminará con la procesión claustral del Santísimo, bajo la custodia de Ana de Viya, y la bendición final que el obispo hará desde la puerta principal de la Catedral hacia toda la ciudad que no vivirá como de costumbre este domingo especial.
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