Semana Santa en Cádiz: Nuevos bordados para la Virgen de la Trinidad

Nuevo gran proyecto a la vista. La Semana Santa gaditana va a iniciar en los próximos meses otra aventura patrimonial de calado, protagonizada por la cofradía de Medinaceli. La hermandad se ha decidido a ejecutar un nuevo palio para la Virgen de la Trinidad, de manera que se culmine al fin aquel cambio de paso que se inició a principios de los 90 y que dejó a medias la fase de bordado. “A la junta del momento no le gustó cómo se estaba haciendo y frenó el proceso”, señala al respecto el actual hermano mayor, Benito Fernández.

Aquel proyecto al que se refiere Fernández era el bordado de las bambalinas que estaba ejecutando Piedad Muñoz, con taller en La Albaida, según diseño de un joven entonces Juan Antonio Verdía a partir de que se incorporara el palio en el año 1992. Esas bambalinas, largas y de corte muy ondulado (quizás excesivo para el estilo que mantiene la hermandad y para un palio que hasta el momento va sin acompañamiento musical), fueron bordadas en la delantera y la trasera del paso, por ambas caras; quedando pendientes el bordado de las laterales y del techo de palio.

El trabajo que se ha decidido a hacer ahora la junta de gobierno tiene su origen en el año 2009. En vísperas de la Semana Santa de aquel año, se presentaron en Santa Cruz dos dibujos distintos para el futuro paso de Trinidad. Ambos pintados por Fray Ricardo de Córdoba, sacerdote capuchino fallecido hace unos meses que tenía muchas dotes con el dibujo de piezas artísticas que en Cádiz están repartidas por varias hermandades (destacando sobre todas el manto de la Virgen del Rosario en Sus Misterios Dolorosos).

Aquella mañana de Sábado de Pasión de 2009, la hermandad anunciaba la intención de realizar en próximos años todo un conjunto de bordados, que incluía techo de palio, bambalinas, caídas del paso y manto. Pero poco después llegaría un período de crisis en la hermandad que acabó con la gestión por parte de un comisariado.

Según explica Benito Fernández, de aquellos dos dibujos que realizó Fray Ricardo de Córdoba, la junta de gobierno se decantó por uno, devolviendo el otro a su autor. Por tanto, la hermandad ya se había decantado por esas futuras bambalinas. No obstante, lo ocurrido hace más de una década ha dado un giro de 180 grados en las últimas semanas.

La cofradía ha sabido ahora que Fray Ricardo de Córdoba nunca se llevó ese segundo dibujo que le fue devuelto, sino que lo entregó a un hermano de la cofradía “para que lo conservara y por si algún día hacía falta en la hermandad”, explica el hermano mayor. Ha sido ahora, tras el fallecimiento de Fray Ricardo, cuando ese hermano ha devuelto a la hermandad el boceto. Y la sorpresa final es que en la hermandad de hoy gusta más ese dibujo que fue rechazado en su día.

El proyecto

Decididos por tanto a cambiar la decisión que se creía tomada y empezar a trabajar con el dibujo en su momento descartado, Medinaceli se ha propuesto una premisa: “que sea bordado en Cádiz”. “Aquí hay muy buenos talleres y bordadores, y nos gustaría que el nuevo palio se hiciera en la tierra”, explica Benito Fernández. El proceso que se va a seguir ahora es proponer una terna de autores para que el cabildo de hermanos que se convoque en su momento se decante por un nombre, en función del proyecto o de las condiciones que proponga cada uno.

Conviene señalar al respecto que Fray Ricardo se limitó a esbozar la bambalina, por lo que de ese dibujo hay que hacer ahora el diseño del resto de piezas (el techo, las caídas y el manto).

Precisamente, el techo de palio es la primera fase que la junta de gobierno quiere acometer; y además, hacerlo de manera urgente, debido al mal estado de conservación que presenta la pieza actual (sin bordado ninguno). “Queremos empezar después de Semana Santa”, asevera Fernández, que incluso plantea que ese nuevo techo de palio bordado del paso de la Trinidad pueda procesionar en 2022. Si hay procesiones ese año. “Y según sea la respuesta de los hermanos, iremos haciendo el resto de fases”.

Fases que pasarían por iniciar el bordado de las bambalinas. Cuatro piezas (delantera, trasera y laterales) con dos caras cada una (la exterior y la interior). El manto, por ahora, es lo último del proyecto. Tanto, que a día de hoy no se contempla. “Iremos paso a paso, y ya iremos viendo cómo hacer las cosas”, indica al respecto el hermano mayor, consciente del calado de este proyecto que de manera inminente va a empezar Medinaceli para seguir engrandeciendo la Semana Santa gaditana.