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Esos romanos que vienen de La Ardila

Semana Santa en San Fernando | Humildad y Paciencia

La Ardila muestra su lado cofrade de la mano de Humildad yPaciencia, que se recrea con su nuevo misterio en su camino a La Isla

Humildad San Fernando
Arturo Rivera Barrera

15 de abril 2019 - 07:56

San Fernando/Tienen pinta de malos esos romanos que desde el año pasado vienen desde La Ardila humillando al Cristo de Humildad y Paciencia. Todavía, como quien dice, son nuevos en el barrio. La imagen que brindan a bordo de este misterio –toda una revelación– sigue en realidad siendo nueva para La Isla. Este año se ven mejor. El monte del paso se ha reestructurado a tres niveles diferentes para dar cabida a esta nueva escena de la Pasión que vio la luz el año pasado por primera vez.

Tienen una misión que cumplir en la tarde del Domingo de Ramos. Ellos, estos romanos con pinta de malos, son los encargados de empujar al Señor en su camino hacia el centro de La Isla. Y lo hacen además con el brío que les presta la cuadrilla de la asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC), que tiene con este paso su particular estreno en la Semana Santa. "Ameneide", dice la voz al hacer fondo. Y el vocablo que inventó el mítico Papardi suena a toda una declaración de principios en la tarde del Domingo de Ramos.

Como siempre, la hermandad hace gala de sus ágiles andares a medida que se abre paso por las amplias avenidas que unen La Isla con la Ardila. Ver andar a este paso de misterio es, sin duda, otro de los grandes lujos que depara la tarde perfecta del Domingo de Ramos. El otro es disfrutar del ambiente que brinda la calle llena de gente. ¡Hacía años que no se veía un Domingo de Ramos así!

El tono casi negro de la madera del paso de Humildad y Paciencia le da un aire especial, muy cofrade. Pasan las siete de la tarde y la cofradía desembarca en el centro por Colegio Naval Sacramento y Cecilio Pujazón. Las aceras llenas de gente reciben a los penitentes de hábito blanco y azul y se ven los primeros cirios encendidos. La Isla recibe con los brazos abiertos a su hermandad de La Ardila. Y la cofradía se sorprende de ver la cantidad de gente que hay en la calle. Es Domingo de Ramos con mayúsculas.

A los sones de las marchas de la agrupación musical Los Remedios el paso de Humildad llega a la plaza de San José para buscar el camino de entrada a la Carrera Oficial, donde fue la última en pasar.

La dolorosa más acompañada de la Semana Santa isleña –la Virgen de las Penas, que procesiona conSanJuan y La Magdalena– estrenó también ayer una nueva corona en la salida procesional que realizó desde la parroquia de San Servando y San Germán para dar su toque único a la jornada del Domingo de Ramos con las marchas de la banda Agripino Lozano, que ayer dio cuenta en la calle de su buen hacer.

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