Solo un emotivo paseo por el barrio
Semana Santa de Cádiz 2019 | Sentencia
Sentencia se vio obligada a regresar al templo poco después de la salida
La lluvia sorprendió al paso de misterio casi en San Juan de Dios y al palio en la puerta de la Merced
De la ilusión a la pena. La Junta de Gobierno de la cofradía de la Sentencia había decidido realizar la salida procesional al manejar, junto al Consejo de Hermandades, un parte meteorológico de la AEMET que indicaba una probabilidad de lluvia de entre un 20 y un 30 por ciento “y sólo 0,1 mm”, especialmente por la noche, según explicaba el hermano mayor, Benito Moya. En el interior del templo mercedario se respiraba el ambiente de las grandes ocasiones. La hermandad lucía músculo con sus 363 penitentes, cifra más que interesante en la Semana Santa gaditana. Y subiendo. Todo estaba preparado para una gran estación de penitencia. Pero la lluvia se adelantó y chafó todo el trabajo de un año.
Aun así la cofradía puso todo el cortejo en la calle. El paso de Cristo salía al exterior, como es habitual con un lateral del canasto y el remate del trono de Pilatos desmontados, debido a la estrechez de la puerta de la iglesia de la Merced. En un lado, antiguos hermanos en sillas habilitadas por la cofradía. En el cortejo, alumnos de La Salle Mirandilla, que comparten barrio con la hermandad. Dentro del paso la adrenalina estaba al cien por cien. “110 corazones y uno solo latiendo”, se escuchó. El cielo pasaba de gris a casi negro, pero los planes seguían adelante. Carmen Olmedo brindaba una hermosa saeta al Señor. Luego, el misterio bajó la calle Merced a los sones de ‘La Fe’, marcha interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Nazareno de Huelva
Llegaba el turno del palio de la Virgen del Buen Fin. Una vez en la calle no hubo tiempo para efectuar siquiera la primera levantá. La lluvia hizo acto de presencia y los cargadores devolvieron el paso al interior del templo.
En ese momento, el paso de misterio se encontraba en la esquina de la calle San Juan de Dios para acceder a la plaza del mismo nombre. La Junta de Gobierno, ante la fina lluvia que estaba cayendo, decidió el regreso al templo. El paso subió por la plaza de las Canastas y por la calle Merced a buen ritmo y con la banda tocando. El público aplaudía y había lágrimas en los rostros de muchos fieles y vecinos de Santa María. Rápidamente se dispuso el desmontaje de los laterales y del remate del trono para que el paso volviese a la iglesia. Curiosamente, justo después dejó de llover. Pero un pequeño intervalo de lluvia se bastó para arruinar la salida procesional de la Sentencia.
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