La Vera-Cruz de Gómez de Figueroa
La Tribuna Cofrade
El Crucificado de la decana hermandad cumple hoy 250 años de su bendición, gracias a la donación de un hermano
¿Alguien va a intervenir de verdad en la hermandad del Huerto?
Las cofradías son el paso del tiempo. Instituciones que permanecen sólidas viendo pasar todo tipo de vaivenes de la historia, de épocas de bonanza y de grave crisis, y de generaciones que van pasando por la vida de la hermandad, algunas dejando buena parte de su vida en ellas. En las cofradías nadie es imprescindible, pero todos suman. Y son lo que son en cada momento gracias a lo que han sido y a lo que tantos han aportado anteriormente.
Por eso hay que celebrar los aniversarios, por eso las fechas redondas hay que festejarlas, hay que conmemorar lo que se ha hecho en el pasado, agradecer que se haya llegado hasta aquí. Y recordar a los que lo hicieron posible.
Un ejemplo de todo esto es en la actualidad la cofradía de la Vera-Cruz, que está conmemorando un 250 aniversario de la bendición y puesta al culto del actual Crucificado que precisamente se cumple hoy domingo, 12 de marzo. En estos meses, y hoy especialmente, la decana hermandad se viste con las mejores galas de la prosperidad del XVIII, se rodea nuevamente de los grandes apellidos de la época, y se pone en manos de Juan Gómez de Figueroa, figura trascendental para entender la cofradía de hoy.
Nacido en Pontevedra, Gómez de Figueroa llegaría a Cádiz para ir prosperando en el ámbito profesional mientras en paralelo iba reflejando todos esos éxitos en el patrimonio y la vida de su hermandad de la Vera-Cruz. A él se debe el retablo principal de la capilla de la cofradía, el retablo de Soledad o la redacción de las reglas de 1767 al no tenerse noticia de las existentes hasta entonces. Y, por encima de todo ello, a este gallego -como tantos otros que tuvo la Vera-Cruz en esos tiempos, lo que le valió el apodo de ‘la hermandad de los gallegos’ y lo que posiblemente explique la presencia de Santiago en el remate del retablo mayor de la capilla- se le debe la hechura del magnífico Crucificado que hoy disfruta la ciudad y sus visitantes y que el viernes pasado se acercó a sus devotos en ese vía crucis organizado precisamente por este aniversario.
Juan Gómez de Figueroa costeó la hechura del nuevo Crucificado, que presentaría en cabildo en el año 1773, ya que la anterior imagen estaba “inhabilitada para su procesión”, según cuenta Miguel Ángel Sastre, que añade también la entrañable anécdota de que este destacado cofrade de la Vera-Cruz que tanto hizo por la hermandad hace dos siglos y medio yace enterrado justo bajo la lápida sobre la que cada año se monta el paso de palio de la Virgen de la Soledad.
A Gómez de Figueroa le han sucedido decenas, centenares, de buenos cofrades que se han dejado la piel por sus devociones y por la hermandad que este domingo se reunirá para celebrar lo que es gracias a lo que ha sido y a tantos que lo han hecho posible, como en un futuro lo harán Triana, Carla, Juan Pablo, Manuel, María o Sofía. La cofradía firme, rotunda frente a lo efímero de cada tiempo. Como para no celebrar estos 250 años de vida del Crucificado.
El Huerto
Desde julio intervenida y el único avance que ha sido capaz el comisario, el Consejo, la Delegación y Hospital de Mujeres es nombrar un equipo que trabajará -o lo que sea que se puede hacer allí- en dar solución a la hermandad. Repito, desde julio hasta ahora es lo único que se ha hecho. Ocho meses. Ni siquiera han sido capaces todos los implicados en aquella movida de celebrar los cultos internos, ni los de la Dolorosa el pasado diciembre ni los propios de esta Cuaresma. ¿No va eso contra las reglas de la hermandad, las normas diocesanas y los propios criterios de la Iglesia? ¿Nadie va a ser capaz de intervenir, pero de verdad, en esta esperpéntica situación? ¿Va a haber alguna vez algún responsable cofradiero, o episcopal, que diga a las claras qué pasa allí y quiénes son los responsables? A veces da la sensación de que hay que comulgar con ruedas de molino, por más que esas ruedas atraganten.
La subvención
Parece ser que las cofradías recibirán este año más subvención por parte del Ayuntamiento en concepto de Semana Santa; una medida que, en caso de que se confirme, vendría a ser coherente con la reciente declaración del interés turístico nacional de la fiesta, lo que no debe quedarse en un mero reconocimiento sino que debe servir para que la ciudad se vuelque más y cuide mejor sus procesiones y las que las hacen posibles.
Túnicas
Que en las hermandades falten túnicas, que los hermanos de cierta antigüedad estén regresando a los cortejos, que la demanda esté creciendo de forma generalizada es con diferencia la mejor noticia que se puede dar de cara a la Semana Santa. Esperemos que ese crecimiento de los cortejos llegue a todas las hermandades, de todos los días. Y que esta crecida de capirotes sirva también para que las fiscalías presten especial atención al andar, al ritmo de la procesión, a evitar parones innecesarios y cuidar, en definitiva, al hermano del hábito, que en definitiva es el que hace posible la Semana Santa.
EL DETALLE. Una túnica para seguir creciendo
En la Merced deben estar viviendo la Cuaresma más bonita, e intensa, de sus vidas, con ese Sábado de Pasión a la vuelta de la esquina y todos los preparativos que esa primera procesión del Nazareno de la Obediencia conlleva. Y en la hermandad parecen decididos a seguir creciendo como penitencial, a mejorar en todos los sentidos de cara al futuro. Fruto de esa ambición, no se conforman con la actual túnica bordada del Señor y han presentado el boceto de una nueva que bordará el reconocido taller Virgen del Carmen, que lideran José Muñoz y Manuel Jesús Trujillo en San Fernando.
Los tramos
Primer tramo. Espectacular el techo de palio de Caridad, que se puede ver hasta el viernes en la Fundación Cajasol. Segundo tramo. Muy emotiva la participación de Alejandro Mendoza en el programa cofrade de Canal Sur interpretando con su guitarra la marcha ‘Ecce–Homo’. Tercer tramo. Los Wasaps. El primero: “Nosotros hemos tenido que hacer 17 túnicas”. El segundo: “Si este año la procesión del Corpus no vuelve a su itinerario tradicional, no sé qué tendrá ya que ocurrir”. Y el tercero: “La exposición de Álvarez del Pino sobre el Gran Poder es una maravilla”. Cuarto tramo. La peña Nueva Gades, en la calle Belén, celebra esta semana su particular Cuaresma. Habrá mesa redonda sobre la figura del capataz (el jueves), cartel (el viernes) y pregón heterodoxo a cargo de Romualdo Pérez (el sábado). Quinto tramo. ¿Están buscando en Huelva un paso para salir en procesión?
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