Vera-Cruz halla la prueba documental que le acredita ser propietaria de su capilla en San Francisco

El hallazgo, en el Archivo Histórico Provincial, certifica que “sin ningún género de dudas” la cofradía se fundó en este convento

Los franciscanos se marchan de Cádiz

La capilla de la cofradía de la Vera-Cruz en la iglesia de San Francisco.
La capilla de la cofradía de la Vera-Cruz en la iglesia de San Francisco. / Fito Carreto

En un año especial, celebrando el 50 aniversario de su reorganización y con la marcha de los franciscanos de su sede canónica a la vuelta de la esquina, la cofradía de la Vera-Cruz ha dado a conocer un hallazgo documental que confirma que es propietaria de la capilla donde se veneran sus Titulares, el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz y Nuestra Señora de la Soledad, en la iglesia de San Francisco. Así, la hermandad ha anunciado que Alfredo García Portillo, hermano de la cofradía y secretario de la junta pro-cultos cuando la citada reorganización, trasladaba al hermano mayor, Emilio Bienvenido Pascual, una serie de documentos de gran relevancia para la corporación, indicando que “una copia de las escrituras de la capilla realizada en 1579 se salvó de la quema de la ciudad durante el saqueo inglés en 1596 y se conservó pasándose posteriormente ante escribano público”.

El hallazgo ha tenido lugar en el Archivo Histórico Provincial, destacando García Portillo la “crucial” intervención de la doctora Frédérique Morand y la colaboración del director del Archivo, Santiago Saborido. El investigador gaditano defiende que cuando ejerció de secretario en la citada Junta Pro-Cultos tuvo en sus manos esa copia de las escrituras, que debió ser distinta a la copia ahora encontrada “pues se realizaron varias”. Ahora, 50 años después, y justo coincidiendo con la marcha de los franciscanos, reaparece esta prueba. “Se trata de un documento muy buscado por la hermandad y por muchos investigadores hasta la fecha”, asegura García Portillo. Y es que “la copia de la escritura siempre ha estado allí, en el Archivo, pero no en la fecha en la que se buscaba. Se buscaba el original, pero la clave estaba en la copia”.

Cuenta García Portillo que en esta copia se cita, como curiosidad, a todos los frailes franciscanos que vivían en ese momento en San Francisco y se hace mención a una escritura anterior, de 1569, ante el padre fray Juan Navarro, fundador del convento pocos años antes “e impulsor de muchas cofradías, pues hasta ocho hubo en esta iglesia conventual a finales del siglo XVI”. Una de ella es la hermandad que nos ocupa, demostrándose en los documentos encontrados que su primitivo nombre era el de Cofradía de la Santa Vera Cruz, “alrededor del leño, de la verdadera cruz, del lignum crucis”, y que “sin género de dudas” su fundación se produjo en el Convento de San Francisco.

Según el investigador en 1569 se realiza a la hermandad por parte de los franciscanos la cesión de una capilla que no es la que actualmente ocupa. “Y en 1579 cambia de lugar al sitio actual”, indica. En ambos casos se permite a a la cofradía tener una bóveda de enterramientos para sus hermanos. Cuenta además García Portillo que la copìa de las escrituras reaparece en 1634 y el entonces mayordomo la protocoliza ante un escribano.

Por su parte, Emilio Bienvenido, hermano mayor de esta cofradía, la más antigua de Cádiz, fundada a mediados del siglo XVI, apunta que el “Libro de los Cavildos Generales y Particulares” recoge un acta del 26 de febrero de 1771 de esta corporación del Lunes Santo gaditano, que se conserva en la Biblioteca Provincial, y contiene un inventario de su patrimonio “donde se constata que la capilla pertenece a la hermandad”. Este hallazgo ocurrió en tiempos de Ramón Grosso, mayordomo de la Vera-Cruz y alma mater de la cofradía entre los años 40 y 70 del siglo pasado. Requerido por Grosso, el notario Francisco Manrique testimonió la existencia del citado libro y del acta referida al tesoro patrimonial de la hermandad. Ahí se recoge que “la capilla propia de la cofradía que está en la nave del Sagrario con puerta de comunicación al claustro cuya propiedad consta por escritura otorgada ante Gerónimo de Valenzuela en 22 de julio de 1659...”. La fecha es una errata con baile de números, pues debió escribirse 1569.

García Portillo hará entrega de la copia digital obtenida a la cofradía e irá informando sobre nuevos documentos localizados, ya que está terminando un libro con la historia completa de la Vera-Cruz hasta nuestros días.

La certificación de la propiedad de la capilla de la Vera-Cruz confronta con la decisión de los franciscanos de marcharse de Cádiz el próximo septiembre, quedando en el aire cómo y cuándo se podrá abrir el templo para, entre otras actividades, poder llevar a cabo sus cultos la decana hermandad.

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