La Viña y sus Penas

En pocos lugares existe una identificación tan grande de una cofradía con el barrio en el que está enclavada como en la Viña con la Palma. La Palma y la Viña. En pocos sitios se respira tanto lo uno por lo otro como cada viernes al final, o al principio, de la calle de La Palma, cada recta final de octubre o cada Lunes Santo. Y si difícilmente se encuentra una cofradía que vaya tan a la horma de un barrio como la Palma, y un barrio que le siente tan bien a una hermandad como la Viña, no menos aplastante es la advocación que un día se decidió para una Virgen Dolorosa. Porque en la Viña entienden de penas a la perfección. De penas en su día a día y de Penas, con mayúscula, que ayudan a sobrellevarlas.

La Virgen de las Penas es referente de todo un barrio, aunque su devoción y el imán que tiene en la calle cada vez que asoman las azules bambalinas de su paso de palio sobrepasa los límites de la Viña. El viñero deja sus penas en minúsculas a los pies de Sus Penas en mayúscula. Por eso la Virgen conoce como nadie las penas de la Viña igual que la Viña conoce como nadie las Penas de María.

Esta relación tan estrecha, tan distinta, tan llena de gozo pese a hablar de Penas volvió a verse anoche, cuando la Dolorosa de la hermandad de La Palma protagonizó un rosario intimista y sencillo (Ella vestida de hebrea de la misma forma en que viene luciendo en la fachada de la Palma desde hace un año, en una mínima parihuela y más cerca de la gente que nunca) que la acercó a su gente, a sus devotos, a sus vecinos. Al interior de sus casas, al menos a esas a la que la física le permitió entrar o cuanto menos asomarse.

Esa Virgen de las Penas que salió anoche a la calle para estar con su gente, para recorrer las calles que pocas veces recorre y para anunciar que la parroquia de La Palma está con fuerzas de seguir viviendo el día a día del barrio es la que va a ser coronada por el obispo Rafael Zornoza. Anoche ya lo anunció durante la acción de gracias y lo ratificó después al hermano mayor, Francisco Javier Lucero. Motivos hay de sobra, y ahí están las misiones de esta semana o el rosario mismo de ayer como últimos ejemplos. Ya sólo queda poner fecha y firmar el decreto.

La Viña y sus Penas, qué binomio más perfecto.

Semana Santa

Siguen las cofradías y el Consejo dando pasos discretos hacia la organización y desarrollo de la Semana Santa del próximo año. En el plano horario, pese a las fechas a las que estamos (a 140 días del Domingo de Ramos aún) sólo está pendiente de cerrarse la configuración del Jueves Santo, donde se está intentando una especie de obra de ingeniería para cuadrar el paso por San Juan de Dios y Canalejas del Huerto, Nazareno y Perdón (que quiere este año llegar a Nueva bajando la calle San Juan de Dios). El resto de días ya están acordados y cerrados, todos con acuerdo de las hermandades. Y en el plano de infraestructuras, sigue avanzando el Consejo en el proyecto cada vez más viable de estrechar el pasillo de la Catedral, lo que supondrá una notable mejora de la carrera oficial.

Patrimonio

Dos detalles que han coincidido en los últimos días y que son una muestra del apoyo (o de la falta del mismo, mejor) institucional a las cofradías. A nivel local se han anunciado obras de adecuación en dos locales: por un lado, Sentencia ha comenzado ya los trabajos del nuevo local que va a adquirir y que entre otras bondades permitirá la exposición de su paso de misterio completo durante todo el año; y por otro, el Ayuntamiento ha concedido licencia de obras a Buena Muerte para actuar en su nueva casa de hermandad (con acceso por Rosario y por Feduchy). Dos ejemplos que demuestran el desvelo de las hermandades en este sentido, sin tener –como ocurre con otras entidades– ayudas o cesiones de ningún tipo. El otro caso relacionado con el patrimonio que ha sido noticia es a nivel andaluz, cuando el PSOE rechazó la convocatoria de subvenciones que la Junta va a sacar, por vez primera, para restaurar el patrimonio de las hermandades. La enmienda fue retirada ese mismo día, por lo que esa línea de ayuda –700.000 euros para toda Andalucía– parece que irá hacia adelante.

Ramón Velázquez

Ya comentábamos hace unos domingos su llegada al martillo de Rosario del Perdón, cuya noticia supuso una sorpresa. El pasado miércoles cumplió Ramón Velázquez 40 años de capataz, desde que ese 13 de noviembre de 1979 recibiera la llamada de Afligidos para hacerse cargo del paso (que curiosamente sólo ha tenido dos capataces en estas cuatro décadas). Velázquez es, por tanto, el decano de los capataces con diferencia. Y parece disfrutar ahora de una cuarta o quinta juventud con nuevos retos y martillos, como el de esta próxima Madrugada (tras portar en 2017 a Soledad de Santo Entierro y ‘tutelar’ desde 2018 la cuadrilla de Mayor Dolor de Buena Muerte). Parece que hay cuerda para rato en este Velázquez que dedica al menos dos o tres horas diarias a esto de las cofradías. Encomiable.

Fitur

El presidente del Consejo estará mañana en Sevilla junto al resto de presidentes de capitales andaluzas para reunirse con el consejero de Turismo de la Junta y plantear una curiosa propuesta de cara a la próxima edición de Fitur. La intención es que las cofradías andaluzas vayan todas a una, y en Fitur se haga una presentación de la Semana Santa de Andalucía en general, y no cada ciudad por su lado como ha ocurrido estos años en los que los consejos insisten en acudir a Madrid, lo que propicia unos actos más bien exiguos de personal y un tanto discretos para una feria internacional tan potente. En el acto que ahora se plantea y en el que estarían la Semana Santa de las ocho capitales y la de Jerez se incluiría la actuación de alguna banda potente interpretando marchas procesionales.

Formación

Se habla mucho sobre ello, y en muchas veces hemos sido crítico con este apartado. Hoy hay que aplaudir las últimas iniciativas que están desarrollando las hermandades, o algunas de ellas, desarrollando cursos que tienen una periodicidad marcada y que llenan salones de cofrades que quiere formarse (como está ocurriendo, por ejemplo, con la casa de hermandad de Medinaceli). También hay que reconocer la buena labor que en pro de la formación está haciendo Ramón Medel en el Consejo. Dicho todo esto, sigue faltando una acción permanente y liderada por el Consejo o por el Obispado a nivel formativo, en lugar de contadas pinceladas esporádicas (por muy interesantes que sean éstas, que lo son).