La Virgen del Buen Fin de la cofradía de Sentencia tendrá capilla y retablo
La Dolorosa pasará a ocupar la antigua capilla de San José, a la entrada de la iglesia de la Merced, en un retablo que se quiere bendecir el 8 de diciembre
La cofradía bendijo el pasado mes de enero el nuevo retablo del Señor
Dos retablos en once meses. 2022 va a ser el año del cambio radical en el culto diario a las imágenes titulares de la cofradía de Sentencia. Después de bendecir el nuevo altar del Señor, el pasado enero, la cofradía trabaja ya en la construcción de un retablo también para la Virgen del Buen Fin, que será trasladada a la capilla de San José, la primera a la izquierda conforme se accede a la iglesia de la Merced.
Este cambio de lugar de la Dolorosa conllevará una obra de cierto calado en la referida capilla, situada en el piso bajo de la torre de la iglesia, para adecentarla a este nuevo uso de culto al Buen Fin. Así, se va a proceder al picado de las paredes y posterior revestimiento con mortero de cal, así como la sustitución de la instalación eléctrica y de la iluminación.
Estos trabajos se unirán a la construcción de un nuevo retablo, cuyo diseño ya ha sido aprobado por el cabildo de hermanos, que también han dado el visto bueno a la financiación de este proyecto, que en gran medida estará sustentado mediante aportaciones mensuales comprometidas por un grupo de hermanos y devotos.
El tallista conileño Juan José Rosado, que ya hiciera el altar de Sentencia o que también firmara el nuevo retablo de los titulares de Borriquita en la parroquia de San José, será el encargado de tallar este nuevo altar, cuyos trabajos están únicamente a expensas de recibir la autorización del Obispado para su ejecución.
El compromiso del tallista es que el retablo pueda ser bendecido el próximo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción y día en que la cofradía de Sentencia celebra la función en honor de la Virgen del Buen Fin. De este modo, antes de que culmine este 2022 la cofradía habrá dado un salto cualitativo sobresaliente en el culto interno de sus titulares, que pasarán a presidir sendos altares construidos expresamente para ellos, uno en el crucero de la Merced y el segundo en la antigua capilla de San José, a la entrada del templo.
Por delante restará aún una última fase para la mejora y enriquecimiento de esa capilla, para la cual el propio Rosado tallará unas artísticas galerías de las que colgarán unos cortinajes que rematarán el exorno de este nuevo emplazamiento del culto a la Virgen del Buen Fin.
Así será el nuevo retablo de la Virgen del Buen Fin
Juan José Rosado realizará un retablo que guarda similitudes "con el estilo protobarroco siguiendo las líneas arquitectónicas de la parroquia". Según explica la cofradía, este retablo consta de una mesa de líneas rectas, con molduras y pilastras, figurando en su parte central "un tondo decorado con talla ornamental".
El alzado está compuesto por una hornacina central que albergara la imagen de Nuestra Señora del Buen Fin, ornamentado con un moldurón tallado. Está flanqueado por dos pilastras decoradas con festones de flores, y adosadas a estas a modo de orlas laterales, sendos remates de roleos de acanto, que le dan viveza y movilidad al conjunto. Estas orlas están rematadas por un segundo cuerpo con jarras barrocas, torneadas y talladas.
La parte superior, está rematada por una cornisa con decoración tallada, y sobre esta se dispone un frontón curvo roto, que guarda relación con la fachada de la parroquia. El tímpano se remata con una talla a modo de cartela central, con decoración de roleos vegetales de acanto. En su parte central el escudo de María.
Los materiales empleados serán madera de pino de Flandes revestido de tableros marinos para la estructura de madera y madera de cedro para las tallas y molduras. La terminación será lacada con imitación a mármoles al oleo y las tallas y molduras revestidas con pan de oro, a semejanza del retablo del Señor de la Sentencia.
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