Zornoza: “Hoy es un gran día para todo Cádiz”
Gran ambiente durante la mañana alrededor de Santo Domingo, con incansables ofrendas de nardos a la Patrona
Un gran día para todo Cádiz. El obispo diocesano, Rafael Zornoza, ha definido a la perfección la jornada festiva del 7 de octubre, marcada este año por un ambiente aún más festivo que años anteriores con la buena noticia de fondo de la salida procesional esta tarde de la Virgen del Rosario, Patrona de la ciudad, en la que será la primera procesión en Cádiz desde que se declaró la pandemia del Covid.
Santo Domingo es durante esta mañana un incensante río de personas que entra y sale a ver a la Virgen, a pedir por sus cosas y, por supuesto, a entregar la tradicional vara de nardos. Una vara por cada gaditano, por cada petición, por cada acción de gracias. Muchas personas mayores, y también muchos niños de la mano o en brazos de sus padres, que la tradición de la Patrona sigue intacta de generación en generación.
A las once de la mañana ha dado comienzo el acto central de esta primera mitad de la fiesta, la función votiva que ha presidido el obispo Rafael Zornoza y durante la cual el Cabildo Catedral ha renovado, de la mano del deán, Ricardo Jiménez, el voto de la ciudad a la Virgen del Rosario. Un voto en el que, como no podía ser de otra manera, la pandemia y sus efectos sobre la población ha estado muy presente. “Cádiz es un pueblo luchador que mira al futuro con esperanza”, ha trasladado el deán, que ha elevado también a la Patrona una petición “por nuestros gobernantes, para que busquen el bien común”.
Durante la homilía de la función votiva, Zornoza ha comenzado poniendo de relieve que este 7 de octubre “es un gran día de fiesta para todo Cádiz, porque alaban a su Patrona”. “Y también porque hay procesión. Será la primera, con la Patrona como una Madre que acude al encuentro de sus hijos”, ha añadido el obispo, que recordó cómo en los primeros días de la pandemia “acudimos a Ella buscando auxilio” y cómo durante estos meses marcados por el Covid “hemos sentido su compañía e intercesión”.
“Hoy volvemos heridos por lo que hemos sufrido, pero sin olvidar lo que nos ha hecho madurar, el perder a familiares y amigos, el arriesgar la salud y los bienes… todo eso nos ha hecho más humanos y ha relativizado muchas cosas que creíamos seguras. Hemos fortalecido nuestra fe”, ha afirmado Zornoza, que propuso a cada gaditano “renovar el voto de manera particular porque ese será el mejor regalo que obtenga hoy la Virgen”.
El obispo ha hecho también referencia a María como “mujer santa y sensible a las adversidades, como hizo con la visita a su prima Santa Isabel, o como hizo en Caná de Galilea”. Una Virgen, por tanto, que es “el modelo de todo cristiano, llamado a participar de esa maternidad de la Iglesia” por medio de la “comprensión, la acogida y la ayuda”. “Imitemos la fe de María, una fe que se pone en camino, como ella ante la rutina prefirió la incertidumbre del viaje, y a la comodidad, el cansancio del camino. Como caminó detrás de Su Hijo hasta el Calvario”, ha afirmado Zornoza, que ha culminado su homilía encomendando la ciudad a la Virgen del Rosario, “especialmente a quienes más la necesitan”.
El trasiego de personas durante la función ha dado paso a la irrupción plena de gaditanos al término de la misa, redondeando una mañana de un ambiente enorme que antecede a la procesión que esta tarde recorrerá las calles de la ciudad, después de no hacerlo en 2020 y tras año y medio sin imágenes saliendo en Cádiz.
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