El obispo Zornoza decreta la extinción de la cofradía de la Pastora
Días después de que el redil solicitara la reactivación de la corporación de 1732, fulminó la petición
Diez años de trabajo y dedicación fulminados en cuestión de días. El Obispado ha dado rápido carpetazo al proyecto de reactivar la hermandad de la Divina Pastora, propietaria de la iglesia de la calle Sagasta y con una amplia historia y valioso patrimonio a sus espaldas. Según ha trascendido ahora, desde Hospital de Mujeres se dio en julio rápida respuesta a la petición de recuperar la hermandad que los miembros del denominado redil acordaron ese mismo mes en cabildo.
Para sorpresa de los cofrades de la Pastora y de los párrocos saliente y entrante de San Lorenzo, así como de los miembros del Secretariado de Hermandades, se ha sabido ahora que el Obispado decretó con fecha 28 de julio la extinción canónica de la Venerable, Pontificia e Ilustre Archicofradía de la Divina Pastora de las Almas. Un decreto que ha tardado más de 40 días en darse a conocer a los interesados.
Según ha podido saber este periódico -ante la negativa del Obispado a dar información detallada sobre este decreto- la decisión del obispo incluye la obligación de que el archivo de la hermandad pase a ser custodiado por el propio Obispado, quedando en manos de la parroquia de San Lorenzo las posesiones materiales de la corporación extinguida (principalmente la iglesia de la Pastora, la imagen y todo el patrimonio de culto y procesional que atesoraba la corporación).
La decisión adoptada en Hospital de Mujeres contrasta con los datos que hablan de que la hermandad habría tenido actividad reconocida hasta mediados del siglo XX, con lo cual no se habrían superado esos 100 años de cese de actividad que señala el Código de Derecho Canónico (en su canon 120) para extinguir una asociación pública de fieles. Como tampoco ha concurrido, a priori, causa grave que justifique la extinción (atendiendo al canon 320).
No obstante, esta noticia que impide el objetivo de recuperar la actividad y el esplendor de esta histórica hermandad gaditana -en cuyo objetivo venía trabajando un grupo de devotos y cofrades en unión a la parroquia de San Lorenzo desde hace más de una década- no acaba con la actividad del redil y el culto a la Pastora. El colectivo funciona desde su origen como agrupación parroquial, y como tal podrá seguir su actividad, según han confirmado tanto el nuevo párroco de San Lorenzo, Iván Llovet, como el delegado episcopal de Hermandades, Juan Enrique Sánchez.
Por tanto, si el Redil prosigue con su actividad sí podrá aspirar a que sea elevada a hermandad, pero de nueva erección. Algo que, además, puede ocurrir ya en cualquier momento teniendo en cuenta que han pasado los diez años que establece un reciente decreto regulador de las agrupaciones parroquiales.
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