El balance cofrade de 2024 en Cádiz
La Tribuna Cofrade
El año que acaba el martes queda marcado por la lluvia que casi nos dejó sin Semana Santa, la nueva vida que está a punto de estrenar El Huerto o la extraordinaria de La Cena
El cofrade mira ya a 2024 como se disfruta un paso de palio marchándose. El año que culmina el martes se dibuja hoy como esa trasera de varales, bambalina y manto perdiéndose calle abajo mientras pasan ante nosotros las flautas que cierran el cortejo musical de una banda.
Toca, pues, hacer repaso o balance de todo lo que nos ha dejado el año en materia cofradiera. Doce meses que han vuelto a vivirse con intensidad, con toda la que ha sido posible y la que han permitido factores externos de todo tipo. Empezando por la lluvia, que se erige en una de las grandes protagonistas del año marcando una incidencia histórica en la Semana Santa, con apenas cofradías en la calle y con demasiadas jornadas en blanco.
La lluvia volvió a dejar escenas, decisiones y momentos que llaman la atención, ya que por muchas décadas o siglos que acumulen las cofradías, parece que sigue sin actuarse con la normalidad que a priori se le suponen a los impedimentos meteorológicos. De todo lo ocurrido en relación a la lluvia, en la Semana Santa destacó lo ocurrido con Vera-Cruz y esa salida sin los titulares que aún colea por ese expediente abierto por el Consejo que amenaza la ayuda económica a la cofradía del Lunes Santo y que sigue tramitándose en la actualidad, y también la salida del Nazareno, que ha dejado pendiente de reflexión sobre el encorsetamiento (¿quizás excesivo?) que las propias cofradías han dado a la hora de poder celebrar cultos externos sin completar el 100% de las condiciones (horario, itinerario…) previstas en un principio.
El año 2024 nos deja a una cofradía a las puertas de empezar una nueva vida, después de unos años de práctica parálisis por un enfrentamiento en el que David ha ejercido de Goliat, y viceversa; dos personas han podido con varios cientos, y nadie ha podido -o ha tenido los arrojos sufientes- enderezar una situación que acumula demasiado tiempo y demasiados desatinos. Fruto de todo esto, El Huerto se marchará a la iglesia de Santa Catalina, que ya tiene totalmente remozada por dentro y que solo queda licencia municipal para ampliar las dimensiones de la puerta. El 17 de enero han sido convocados los hermanos a un cabildo (sólo de carácter informativo) en el que se darán, a priori, todo tipo de detalles respecto a esta operación que debería sonrojar a todo el Obispado, aunque algunos saquen pecho de las gestiones.
También ha sido el año que acaba el del nacimiento de una posible futura hermandad. La ciudad daba el pasado mes de mayo la bienvenida a una nueva imagen, otra obra salida del taller de Luis González Rey (otro firme candidato a ser reconocido como hijo predilecto de la ciudad, por su inmensa labor en el mundo de las hermandades y su aportación artística). La Virgen Niña que recibe culto en el colegio Amor de Dios se presentó a Cádiz en mayo, y este noviembre volvía a procesionar, anunciando ya la asociación de fieles un paso de nueva ejecución para 2025.
En el plano extraordinario, hay que reseñar también en este año que tiene por delante poco más de 48 horas la celebración de la Eucaristía que declaró el obispo y que ha pasado más bien desapercibida, posiblemente por falta de contenido a modo de grandes citas o convocatorias destacadas. Ni siquiera el Corpus incorporó ningún ingrediente extraordinario que hiciera justicia a la celebración deseada. Por eso, de todo el Año de la Eucaristía posiblemente lo más reseñable es la celebración extraordinaria que protagonizó la hermandad de La Cena el 14 de septiembre, con el traslado el día antes a la Catedral y la brillante procesión por las calles del centro cargada de detalles extraordinarios en la presentación del misterio y del paso.
En relación a esto, no está de más hacer una mención especial al apartado patrimonial, con numerosos estrenos de calado que la Semana Santa no permitió ver y con el inicio de otros de envergadura que está previsto estrenar el próximo año. En este gran bloque podría incluirse el nuevo misterio del Perdón (con las imágenes que no pudieron salir en la Madrugada y las que realiza González Rey para 2025), el inicio del dorado del paso del Despojado, el palio que ya bordan en Brenes para la Esperanza del Amor, que estrenará la reforma de los respiraderos; el palio que no pudo verse en la calle para la Virgen de la Soledad de Vera-Cruz; o la restauración del Cristo de la Misericordia de la Palma y de la Virgen de las Lágrimas de Piedad, que ya tramita la intervención en el Crucificado. Precisamente de la mano de Piedad llega otra de las novedades destacadas de 2024 a nivel patrimonial, con la adquisición de ese paso que está llamado a cambiar el culto del Señor de la Humillación.
2024 pasará como el año en que el vía crucis de Cuaresma afianzó su fortaleza con esa espectacular estampa que regaló la hermandad de Afligidos y que ha dado la vuelta a Andalucía; el año en que las cofradías de la Castrense retomaron su actividad y entraron por las puertas de la iglesia del Carmen, donde permanecen por ahora; el año en que la ciudad empezó a devolver a la banda del Rosario tantas horas de trabajo y dedicación, con numerosos reconocimientos del que destaca por encima de todos la Medalla de Oro entregada hace solo unos días en una ceremonia en el Palacio de Congresos en el que también se reconoció a otro cofrade, Ramón Velázquez, que escribirá con lágrimas las cuatro cifras de 2024 por ser el año en que se separó de las maniguetas delanteras del palio de la Virgen de las Penas.
El año que acaba nos deja un cartel de Semana Santa para la historia, firmado por Chema Rodríguez; una nueva Dolorosa, Madre de Dios de la Misericordia, para afianzar el carácter penitencial de la hermandad de la Merced; un paso sin capataz (Siete Palabras) nuevas normas para que la injerencia de un comisario no suponga la paralización de la vida normal de una hermandad, incluido su salida procesional; nuevos cofrades que han llenado de alegría los hogares familiares con su llegada; y pérdidas destacadas que nos han hecho llorar y lamentar, cuando no nos han dejado absolutamente fríos e impactados.
2024 se nos escapa de las manos, desaparece a dos calles de nuestro calendario, como ese palio que se marcha dejándonos con el regusto de lo vivido y el amargor de lo sufrido. Y al otro lado de la calle, ya asoma al fondo la Cruz de Guía del 2025 que está por pasar ante nuestro palco y que veremos (Dios mediante) domingo a domingo en este rincón cofradiero.
Feliz año.
Los tramos
Primer tramo. El Caminito anda haciendo gestiones para conseguir una parihuela destacada de cara al vía crucis de la próxima Cuaresma. Dicen que no lo está teniendo fácil. Segundo tramo. Un apunte. La Medalla de Oro que lucía la Esperanza del Amor en sus cultos es del colegio Las Carmelitas “y la cede a la Virgen símbolo y prueba de la unión entre la hermandad y el colegio”. Dicho queda. Tercer tramo. Los Wasaps. El primero: “¿Has visto el cartel de Berzosa para la procesión de Roma?”. El segundo: “¡Cómo se puede ir a un acto de su hermandad en zapatillas de deportes y vaqueros!”. Y el tercero: “¿No ha tocado nada del Gordo en ninguna hermandad?”. Cuarto tramo. Hoy, día importante con la apertura del Año Jubilar en Cádiz. A las 12 horas en la Catedral. Quinto tramo. Y una de agenda para empezar el año. Este viernes, fiesta del Dulce Nombre, la procesión del Niño Jesús de Humildad y Paciencia.
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