Por qué el besapiés del Medinaceli en Cádiz siempre es el primer viernes de marzo

La imagen de Jesús Medinaceli es una de las más veneradas de Cádiz. Una de las tradiciones más arraigadas en torno a este Cristo es la de su besapiés cada primer vienes de marzo. Este 2024 esa cita será nada más empezar el mes. Para este viernes, se esperan cientos de gaditanos haciendo cola para rezar ante esta talla en la parroquia de Santa Cruz.

Este tipo de tradiciones, en muchas ocasiones, se dan por sentadas. El paso de los años entierra la curiosidad al ser paso natural de la Cuaresma y de la vida cofrade de la ciudad. La génesis de esta devoción se ubica en Madrid, de donde es la talla original de Jesús de Medinaceli, y después se fue exportando por toda España.

De hecho, este viernes 1 de marzo, todas las imágenes de Jesús de Medinaceli estarán expuestas en sus respectivas iglesias de España. El origen de esta tradición se desconoce, ya que la venerada imagen madrileña estuvo trasladándose por diferentes puntos del país por motivos históricos. En el caso de Madrid, el besapiés se lleva celebrando en el primer viernes de marzo desde que la imagen se asentó en la Basílica Nuestro Padre Jesús de Medinaceli en el año 1939. La imagen madrileña data del siglo XVII y se realizó en Sevilla.

Sin embargo, el origen del besapiés del Medinaceli en Cádiz tiene su historia propia y puede encontrarse en la propia página web de la hermandad. A mediados de los años treinta, el matrimonio gaditano formado por Eladio Campe y Eloísa Martín disponía de un óleo donde se representaba a Jesús Nazareno, llamado también del Rescate. Estos decidieron exponerlo por primera vez en el primer viernes de marzo de 1936, lo hicieron en el convento de la calle Montañés. Los fieles acudieron masivamente. El matrimonio vio cómo su casa después de eso se llenaba de visitas a cualquier hora, con gente deseosa de rezarle al cuadro del Medinaceli. Al año siguiente, la afluencia de público fue mayor y hubo que buscar otra iglesia donde exponer el cuadro al culto en el primer viernes de marzo. Entonces, surge la opción de fundar una hermandad y en octubre del 37 se hace en Santa Cruz una novena ante ese mismo cuadro.

El fervor con la imagen de Jesús de Medinaceli estaba creciendo en Cádiz. Por entonces, se pensaba que la imagen madrileña había sido destruida en la guerra civil. El matrimonio dueño del cuadro decide encargar una imagen, sin ánimo de sacarla en Semana Santa. Entonces, se le pide el trabajo a Miguel Láinez Capote, al que se le dan estampas de la talla madrileña para que la haga parecida. En febrero del 38, la imagen ya está acabada. Ante el éxito, esa misma Semana Santa acaba procesionando. Y hasta hoy.