La calle Ancha y San Antonio recuperan el pulso cofrade de Cádiz

No pocos gaditanos son los que añoran la pujanza cofradiera que tiempo atrás tenía la calle Ancha y la plaza de San Antonio, epicentro de una Semana Santa que culminaba en ese punto de la ciudad hoy prácticamente huérfano de hermanos. Ramón, que acumula cuatro décadas viendo y analizando Cádiz desde su esquina de la plaza de San Antonio, hablaba este mismo jueves de esa añoranza, de esas Semanas Santas de gran bullicio en la barra y en la terraza que se traducía en grandes cajas en su bar.

Ancha y San Antonio ya no tendrán el peso de antaño durante la Semana Santa, pero esta Cuaresma se han erigido en grandes protagonistas de la ciudad. Tanto, que se puede hablar de un eje cofradiero entre Columela, Ancha y San Antonio. Esa es la ruta que plantean Junta, Ayuntamiento y Fundación Cajasol con su programación de Cuaresma, con tres focos principales inaugurados esta semana: el Mercado Central, con la exposición de fotografías de Semana Santa de Julio González, fotógrafo de Diario de Cádiz; la denominada ahora Casa de la Cultura en Ancha y la antigua Casa Pemán en San Antonio.

Allí se inauguró este jueves la última de las exposiciones que por ahora alimentan esta Cuaresma pasada por agua -mejor ahora que en Semana Santa, se consuela el cofrade viendo cómo día sí y día también la lluvia hace acto de presencia-. Los principales estrenos de la venidera Semana Santa vuelven a darse cita en la sede de la Fundación Cajasol, testigo objetivo del avance patrimonial de la Semana Santa y del avance particular de determinados pasos procesionales que año a año, pieza a pieza, se va conociendo con detalle en esa exposición.

En esta ocasión son más de medio centenar de piezas las que se exponen en Cajasol, con especial protagonismo del palio de la Esperanza del Amor, que el pasado sábado se presentaba precisamente en este lugar y que da la bienvenida, flamante, a todos los visitantes que asoman al patio de esta finca.

También destacan estrenos como los que presentarán los pasos del Nazareno (con cuatro espectaculares cartelas doradas y con ricas escenas talladas por Encarnación Hurtado), Despojado (con otras cuatro cartelas protagonizadas por los evangelistas, también doradas), Las Penas (con varias piezas del lateral del paso) y Columna (con medio respiradero y dos cartelas allí presentes). O como las bambalinas que sigue restaurando, reformando y enriqueciendo la hermandad de Expiración para la Virgen de la Victoria.

En Cajasol están también los romanos del misterio de Cigarreras, incluyendo el sayón que ha sido reformado y restaurado por Luis González Rey; y los paños de la Verónica -a cuál mejor- de Afligidos y de Sanidad, piezas de dos artistas gaditanos como Jesús Guerrero y Antonio Álvarez del Pino, respectivamente. Y también están las coronas de Buen Fin y de Rosario del Perdón, que acaban de ser restauradas; y las potencias de plata mexicana de Humildad, o las de plata de Misericordia, o las nuevas de Humillación. Y la túnica de La Palma, que este año estrena escudo mariano en la capa.

Así, hasta medio centenar de piezas procesionales que incluyen incensarios, varas, un banderín lasaliano y hasta los cubremaniguetas del paso de misterio de Sentencia, que han sido mejorados.

Todo ello sin olvidar el gran estreno, aunque no patrimonial, de la Semana Santa de 2025: el regreso a las calles de la hermandad del Huerto, a la que se le ha dedicado un rincón especial en esta muestra.

Los carteles de la Semana Santa de los últimos 25 años

A muy pocos metros de distancia, en la calle Ancha, se ha inaugurado también este jueves una exposición que invita a la nostalgia y que en cierto modo evidencia también la pujanza actual del mundo cofradiero gaditano. El Ayuntamiento, junto con el Consejo de Hermandades, ha reunido en la sala de exposiciones del antiguo Rectorado los carteles de la Semana Santa del siglo XXI; es decir, los anuncios visuales de los últimos 25 años, a excepción del de Raúl Berzosa presentado el pasado mes de enero, que se expone en Cajasol.

Una exposición que permite echar la vista al pasado y realizar un recorrido por el modo en que la Semana Santa se ha ido anunciando desde que el Cristo de la Vera-Cruz protagonizaba el primer anuncio del siglo, en el año 2000, con una fotografía de Rafael Rovira. Unos primeros años en los que la fotografía era protagonista del cartel, con las tímidas incursiones de pintores como Luis Gonzalo González, Juan José Rivera, Hipólito Viana o María Dolores Morgado; y una etapa intermedia donde empezó a cambiar el rumbo y la pintura ganaba la partida a la fotografía, mucho más ocasional. Y esta etapa final, sobre todo a raíz de la magna de 2012, donde la apuesta por la pintura ya es total, a excepción de una fotografía de Jesús Patrón en 2018. Patrón que es, sin duda, el cartelista del siglo XXI con tres carteles en los últimos 25 años.

Con estas propuestas, que se unen a la exposición fotográfica del Mercado, cobra fuerza el eje Columela-Ancha-San Antonio en materia cofradiera. La Semana Santa en esta zona no es la de antaño, como recordaba Ramón; pero la Cuaresma de 2025 pasa, sin duda, por ahí.