El parqué
Caídas ligeras
La Tribuna Cofrade
Afronta en estos días la ciudad el penúltimo episodio del año en el que los cofrades han aprendido a caminar sin el izquierdo por delante, sin la corneta, sin el carro de los pirulíes abriendo paso y durante muchos meses sin ni siquiera poder ver a las imágenes. Octubre empieza a completar días camino del séptimo en el que este año no habrá encuentro con la Patrona en la amplitud de Canalejas, en la intimidad de Sánchez Barcáiztegui o en la festiva calle Sopranis. La Virgen del Rosario ha bajado del camarín, ha sido dispuesta en su paso procesional sobre el altar mayor, como cada año. Pero de ahí no pasará. Este año no habrá desfile de trajes oscuros y varas en mano en una salida que Pascual Saturio retransmite cada año con maestría, no habrá una marea de polos celestes llevando a la Virgen hasta el Compás, no estrenará Javier Alonso marcha en el claustro. Y a escasos tres días de perdernos la enésima procesión de este dichoso 2020, la presencia de la Patrona en su paso procesional es un canto a la esperanza al mismo tiempo que un puñal que se clava en el alma cofradiera. Allí, dispuesta en su paso procesional tan cerca de la calle; y a la vez tan lejos de poder procesionar de nuevo a causa de la pandemia que cada vez amenaza con volver a asestar otro duro golpe a la salud, a la economía y al día a día de los españoles.
El altar mayor de Santo Domingo es una alegoría del escenario actual en el que se mueven las hermandades. El paso de la Virgen parado, sin pies bajo los faldones, sin incienso en la delantera, sin pétalos caídos de los balcones sobre el suelo es a la vez reflejo de lo ocurrido en este año 2020 que pasará a la historia por no haber visto salir una procesión a la calle y esperanza por volver a ver las imágenes sobre los pasos cruzar los dinteles de las iglesias. Y es que el regreso de las procesiones está a día de hoy como la Patrona, tan cerca de la calle y a la vez tan lejos de poder salir.
El del Consejo de Hermandades, que quería celebrarse con varios actos menores y con una exposición que comenzó a gestarse y el coronavirus también frenó en seco. El aniversario, ciertamente, no era muy contundente (50 años de la nomenclatura actual de la institución); pero el equipo de Juan Carlos Jurado ya había amarrado una exposición cofrade en el ECCO municipal que podía haber resultado muy interesante y que finalmente todo apunta a que no podrá llevarse a cabo. Habrá que esperar otra oportunidad.
Las que siguen cobrando peso en el pleno de hermanos mayores tras la toma de posesión de María del Carmen Castro como máxima responsable de Sanidad. Con ella son ya cinco (de 35 cofradías) las mujeres que se sientan en los plenos de la calle Cobos, sin olvidar que antes también se sentaron otras como Encarni Orellana (Servitas), Lourdes Cortejosa (Afligidos) o Rosa de la Jara (Prendimiento). La presencia femenina en el mundo cofrade gaditano, por tanto, se puede dar por más que normalizada.
El martes se reúnen en Sevilla los presidentes de los consejos de hermandades de Andalucía con responsables de la Junta para mantener un primer contacto de cara a despejar dudas respecto a la Semana Santa de 2021. La reunión, a la que no asistirá representación gaditana al estar celebrando las vísperas de la fiesta de la Patrona, puede ser fundamental para encauzar la deseada relación con las autoridades sanitarias andaluzas a fin de tener claros los criterios, escenarios y decisiones que habrá que tomar de cara a una Semana Santa de 2021 a la que los representantes cofradieros miran con mucho más optimismo que el resto de los mortales, que ya la dan por descartada.
Raro es que en las fechas actuales el Consejo no haya anunciado ya qué imagen presidirá el vía crucis del primer lunes de Cuaresma. Reflejo de la gran incertidumbre que sigue reinando respecto a lo que será del culto público en esas fechas de 2021. A priori pueden ser dos las opciones que tenga el Consejo: nombrar una determinada imagen para presidir el próximo vía crucis (ya sea en 2021 o 2022, esperemos que no más tarde ese), o bien recurrir a la imaginería de la propia Catedral para el acto penitencial que deberá celebrarse el lunes 22 de febrero. ¿Se imaginan el vía crucis de 2021 presidido por el impresionante Nazareno de la Seo?
Al parecer se va a reactivar, al fin, el proceso de elecciones que quedó en suspenso el pasado mes de enero. Y el escenario actual no es muy alentador, porque a priori seguirán compitiendo dos listas. Ángel Cortijera se mantiene como candidato de una de ellas, y parece que el actual capataz del paso, Vicente Llorens, estaría dispuesto a liderar otra candidatura. Esta doble confluencia acabó con el anterior proceso, esperemos que la paz y buen clima permita que en esta ocasión el proceso se complete por el bien de la hermandad, inmersa en esta especie de interinidad gracias al trabajo realizado por Jesús Fernández. Pero no parece que vaya ser fácil.
Dos señores de la mejor escuela cofrade se han marchado esta semana. El jueves fallecía Julio Ramos, toda una institución en la Iglesia diocesana que fue colaborador estrecho de los sucesivos obispos (desde Tomás Gutiérrez hasta Ceballos) y que estuvo al frente de la cofradía de la Buena Muerte durante más de una década, ocupando luego un papel más discreto sin interferir en nada y apoyando lo que hiciera falta. Todo un caballero. También se marchaba esta semana Pepe Rivas Molina, ese hermano que pese a su edad y sus problemas de salud que lo mantenían en una silla de ruedas procuraba no perderse una Sabatina de la Virgen del Carmen y se revestía con su túnica blanca y antifaz de terciopelo rojo para formar parte del cortejo de Ecce–Homo, con cuya cofradía ha colaborado en prácticamente todos los proyectos desarrollados estos últimos años. Descansen ambos en paz.
Primer tramo. Hoy debería haber procesionado la imagen del Santo Ángel Custodio, cuya cofradía sigue en ese extraño estado de letargo e inactividad parece cada vez más definitivo. Segundo tramo. Impresionan las imágenes del Gran Poder de Sevilla saliendo de su iglesia en parihuela el pasado jueves. Después de tantos meses, volvió a verse una imagen en la calle, aunque fuera para recorrer unos pocos metros. Tercer tramo. Los Wasaps. El primero: “Mi resumen de los cultos: aceptable presencia de hermanos. Lo demás, deprimente”. El segundo: “Al final falleció sin recibir el reconocimiento que merecía de la cofradía”. Y el tercero: “El curso obligatorio está muy mal preparado”. Cuarto tramo. La banda de música del Carmen de Prado del Rey está grabando un disco de marchas procesionales en el que habrá partituras gaditanas. Qué falta hace en Cádiz una banda... Quinto tramo. En una semana excesivamente luctuosa para el mundo cofrade hay que lamentar también el fallecimiento del hermano mayor de la Oliva de Vejer, que no superó el coronavirus. Descanse en paz. Sexto tramo. Interesante trabajo el que está haciendo Manolo de la Varga con su web semanasantacadiz.com. Séptimo tramo. De agenda. Para no perderse el pregón el martes de Juan Mera a la Virgen del Rosario, así como el acto poético musical previsto en lugar de la salida. Octavo tramo. ¿Impone el Consejo las medidas exactas que tiene que tener el cartel de la Semana Santa? ¿No se le da libertad a la imaginación del artista al que se le encarga?
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