La crónica del Resucitado de Cádiz: Una Resurrección de interés turístico

¿Es la del Resucitado la última procesión de la Semana Santa, o es la primera procesión de Gloria? La imagen que nada entre esas dos aguas protagoniza esta mañana de domingo el epílogo en la calle de todo lo vivido desde el Viernes de Dolores. Una jornada de Resurrección que en buena medida han salvado los muchos, muchísimos, turistas que dominguean hoy por Cádiz y que han llenado unos bancos desérticos durante el pontifical en la Catedral y una plaza de la Catedral luego que a las doce y media del mediodía daba la bienvenida al Resucitado, que bajaba la rampa entre repiques de campana y sones de la agrupación musical Ecce Mater.

Mantiene la hermandad de la Resurrección el formato de celebración de este domingo con traslado matutino del paso a la Catedral, sin música y de manera ágil, y el posterior regreso a San Antonio, ya en procesión.

En la Catedral, ha sido el obispo Rafael Zornoza quien ha presidido el pontifical, al que han asistido tres sacerdotes (el vicario general, que es párroco de San Antonio y director espiritual de Columna, Óscar González; el deán, Ricardo Jiménez; y el sacerdote Juan Alonso), todo el seminario, algunos hermanos mayores, pocos fieles diocesanos y turistas, muchos turistas, rápidamente identificables por su atavío y el blanco inmaculado de su piel. Debe ser cosa del Interés Turístico con que ha sido declarada la Semana Santa.

Zornoza ha señalado durante la homilía la Resurrección como “la noticia que cambia el curso de la historia, que da sentido a nuestra existencia, al dolor, a la enfermedad”. “La vida vence sobre la muerte, el bien sobre el mal, la alegría sobre el dolor, la bienaventuranza sobre la maldición. El Señor ha hecho una nueva creación”, ha añadido Zornoza, que ha seguido explicando que con la Resurrección “nacemos de nuevo, algo que no es una metáfora sino una realidad” y que la Resurrección “llena nuestra vida de esperanza y alegría”.

Ha querido además el obispo trasladar un mensaje directamente a los cofrades, a los que tras felicitar por una plena Semana Santa sitúa a partir de este lunes “en una sociedad en la que sin imágenes ya en la calle Dios es puesto entre paréntesis por miles y miles de ciudadanos”. “¿Cómo anunciar que Cristo ha Resucitado? ¿Cómo debería ser nuestro testimonio? ¿Sin nuestros titulares procesionando por las calles estamos dispuestos a ser imágenes vida de Cristo en nuestros trabajos y oficinas? ¿Será la casa de hermandad un cenaculo?”, se ha preguntado Zornoza, que como respuesta ha utilizado las palabras de la lectura del día de San Pablo: “Celebremos la Pascua no con levadura vieja, sino con panes ácimos de la sinceridad y la verdad”.

Las hermandades que durante la misa han ido entrando en la Catedral, varas y guiones en mano (incluido durante la Consagración o en la Bendición solemne final), formaban automáticamente tras la misa para salir a la calle. La Pastora de Trille, Rocío, Nazareno del Amor, Las Aguas, Expiración, Siete Palabras, Caminito, Merced, Descendimiento, Santo Entierro, La Palma, Servitas, Nazareno, la Esclavitud del Santísimo y Columna componían un cortejo en cuya presidencia marchaban el hermano mayor de Humildad y Paciencia, David García, miembros del Consejo de Hermandades o el párroco de San Antonio y director espiritual de la hermandad que preside Jesús Farrujia.

Y con un sol de justicia, la imagen de Luis González Rey con la pierna izquierda completamente desnuda iniciaba su recorrido por el centro de la ciudad camino de San Antonio, con la marcha 'Aurora de Resurrección' interpretada por la agrupación musical Ecce Mater en su única aparición esta Semana Santa en Cádiz. Candelabros dorados del paso de Columna para las esquinas de este canasto de orfebrería de Angulo que la hermandad ha restaurado para esta procesión del Resucitado; faroles a ambos lados de la imagen y flores rojas en el exorno para la procesión de este Domingo con el que culmina la Semana Santa y que abre la puerta al tiempo de las Glorias.