La otra cuadrilla de la coronación de la Virgen de las Penas

Eran cerca de las dos de la madrugada cuando el paso del Cristo de la Misericordia con la Virgen de las Penas sobre él hacía entrada en la iglesia de Santo Domingo. Ocho horas después, la Dolorosa lucía a los pies de la Patrona expuesta en besamano. Y menos de doce horas después, el paso de Misericordia ya no estaba en Santo Domingo, donde sí podía contemplarse el paso de la Virgen de la Palma, como en Santa Cruz se exponía hasta anoche el palio de las Penas.

Este batiburrillo de pasos e iglesias vinculado a la coronación de la Dolorosa de La Palma habla por sí solo del despliegue y la complejidad que ha asumido la hermandad a la hora de organizar y preparar todos los cultos y actos de la coronación. Un trabajo de relojero donde el calendario y los horarios se han convertido en esenciales para que todo esté dispuesto en el sitio debido, el día señalado y a la hora necesaria. Un joven pero experto Juan Jesús López Gámez es el que está al frente de un equipo que se acerca al centenar de personas y que está haciendo posible todo lo que la ciudad está viviendo estos días.

“Cuando se planteó la idea inicial de lo que queríamos hacer o de cómo íbamos a celebrar la coronación sabíamos que todo lo propuesto conllevaba un importante trabajo de logística”, señala Juan Jesús López retrocediendo hasta el punto de partida de todo el trabajo organizativo de la coronación.

Para el desarrollo de todos los cultos y actos, y de los traslados de la Virgen estos días previos a la coronación, la Mayordomía de La Palma ha organizado diversos grupos de trabajo, colocando al frente de cada uno a un responsable “que tenía además plenos poderes para tomar las decisiones que correspondieran según las circunstancias”. Y así, Jaime Álvarez en todo lo concerniente a Santo Domingo (montaje del paso de La Palma para el traslado de este viernes y el besamano de la Virgen), Ignacio Bruzón en Santa Cruz (donde se ha montado el paso de palio, cera incluida) y el propio Juan Jesús López en La Palma (con la limpieza y el orden de todo lo ya utilizado y lo necesario para estos días) han liderado un trabajo que en varias ocasiones se ha hecho al unísono en tres lugares distintos.

“El domingo a las nueve y media de la noche había un altar de cultos con la Virgen a una considerable altura y el paso de palio en Santa Cruz. Y en 48 horas hubo un paso en Santo Domingo, un paso con la cera fundida en Santa Cruz y en La Palma no había ni rastro del altar del triduo, con la Virgen preparada para salir a la calle y el paso de Cristo completamente montado a falta de flores”, pone de ejemplo Juan Jesús en relación al escenario con el que amaneció la cofradía el pasado martes. “Ayer (por el miércoles) había más de cincuenta personas trabajando en los preparativos”, cuenta por poner otro ejemplo de lo que ha sido estos días La Palma.

¿Cómo se consigue todo esto? ¿Cómo se hace viable montar y desmontar los distintos pasos y altares en tres templos diferentes a la misma vez? La organización ha sido pieza clave en el éxito de la coronación. “Yo me reuní con Ignacio Bruzón e hicimos un calendario situando en qué fecha tenía que estar cada cosa”, explica Juan Jesús. Y una vez colocado todo el proceso sobre ese calendario, las reuniones respectivas con cada área implicada en la Mayordomía. “Me reuní con Ramón Velázquez para fechar los traslados de los pasos; me reuní con los floristas, porque son muchas puestas estos días y había que coordinar los viajes a Chipiona y los días y horarios de puesta; me reuní con el vestidor y su equipo porque desde el triduo hasta la coronación son cinco cambios y había que concretar los días y horarios y la ropa elegida para cada ocasión; o con el Cabildo Catedral para organizar todo lo relacionado a los preparativos del día 14”, explica el mayordomo, que está convencido de que otra forma distinta “habría sido imposible” para conseguir los objetivos marcados. “Si no se delega no se puede, y se delega porque hay confianza en la gente y funcionamos como un gran equipo”, añade.