Así es el dispositivo policial de la Semana Santa de Cádiz 2023

Las fuerzas de seguridad despliegan estos días un dispositivo especial con motivo de las salidas procesionales de las cofradías

Desde el corte de tráfico para el paso de una cofradía hasta un ataque terrorista, se contemplan todas las amenazas

Efectivos policiales, en la magna del pasado mes de septiembre. / Julio González

Capirotes por las calles, músicos detrás de los pasos, público, mucho público, en las aceras; y la Semana Santa en la calle también cuenta con una legión de agentes de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad cuya única labor -que no es poca- es mantener la seguridad de todos esos actores de la fiesta, garantizar la normalidad de las procesiones. Como cada año, y con meses de antelación, casi en paralelo a la elaboración por parte de las Fiscalías de los recorridos de cada hermandad va tomando forma el dispositivo policial y el denominado Plan de Autoprotección de la Semana Santa, cuyos objetivos son controlar todo lo que rodea a la Semana Santa y calibrar todos los posibles peligros y amenazas que puedan alterar el orden normal de una procesión y de la ciudad.

De este modo, se han definido cuáles son los momentos o lugares más “conflictivos” (como denomina el informe policial al que ha accedido este medio) de la Semana Santa, y que suele estar vinculado a la aglomeración de público en salidas o recogidas de hermandades, necesitando de un refuerzo policial.

El Domingo de Ramos, son las salidas a la calle de Borriquita y Despojado, las dos cofradías de extramuros, las que generan mayor conflictividad por su discurrir por la Avenida principal o por Acacias, Brunete y García de Sola en el regreso (que obliga a controlar no sólo esas vías sino todos los cruces para evitar incidentes).

Para el Lunes Santo, la conflictividad se señala en las recogidas de las cofradías de La Palma, Nazareno del Amor y Vera-Cruz, por la aglomeración de público que se concentra en el barrio de La Viña y en la plaza de San Francisco; algo, esto último, que se repetirá el Martes con el Caído. La aglomeración de público en la recogida también preocupa en la iglesia de la Merced el Miércoles Santo con Sentencia y el Viernes con Siete Palabras; así como en Santo Domingo el Miércoles con Cigarreras y el Jueves en Santa María tanto a la salida como al regreso del Nazareno.

A todos estos puntos de conflictividad une la Policía Local la penitencia de Medinaceli, “por aglomeración”.

Todo esto será controlado por la Policía Local, con puntuales colaboraciones o intervenciones de la Nacional (que se hará cargo de la salida del Perdón en la Madrugada y de las recogidas del Caído, Nazareno, Cigarreras, La Palma y Buena Muerte).

Junto a estas situaciones que a priori generan mayor conflictividad, el Plan de Autoprotección que cada año se elabora con motivo de la Semana Santa y que redactan los técnicos de Protección Civil contempla toda una serie de supuestos que pueden afectar al desarrollo de las procesiones. Un listado de amenazas de todo tipo que contemplan desde la lesión de un cargador o la aparición de lluvia hasta “atropellos por ataques terroristas”, “electrocución por posibles cables de tendidos aéreos” o “avisos de bombas”. Conductas violentas y antisociales, avalanchas o desprendimientos en una fachada por donde esté transitando una cofradía son algunas otras de las incidencias que pueden sobrevenir y afectar de lleno a la normalidad de la Semana Santa. Y todos esos supuestos, por graves que parezcan, están contemplados por las fuerzas de seguridad que durante estos días velarán por el buen desarrollo de las salidas de las hermandades.

En concreto, en el caso de la Policía Local, serán 227 los agentes que cubrirán la Semana Santa, a los que se suman otros 27 que ya hicieron lo propio ayer y el viernes con Servitas y el Nazareno de la Obediencia. Son el Jueves Santo, con 45 policías locales, y el Domingo de Ramos, con 43, los días de mayor cupo policial en torno a la Semana Santa; frente al Martes Santo con 20 agentes, el Sábado Santo con 18 y el Domingo de Resurrección con apenas una docena.

Además del tráfico y de la seguridad ciudadana, estos policías locales velarán por la ausencia de venta ambulante, por el control de la venta de bebidas alcohólicas, por el control de la cola de usuarios de taxi (que suele ser un punto de conflicto), o por el control de la movida juvenil que no perdonará esos días el tránsito de cofradías por la ciudad.

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