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La hermandad de la Vera Cruz ha sorprendido esta tarde con una decisión histórica sobre su estación de penitencia este Lunes Santo. Tras conocerse que ni La Palma ni Prendimiento salían a la calle en otro día desapacible de esta Semana Santa, y con el regreso del Nazareno del Amor al templo apenas minutos después de salir de San Francisco; quedaba conocer qué haría esta cofradía gaditana, que tenía en principio los partes más favorables que sus acompañantes.
A la hora prevista de la salida, sobre las 19:15 de la tarde, todavía no se sabía las intenciones de la Junta de Gobierno, lo que creó cierta inquietud entre los hermanos que aguardaban en el interior de San Francisco. Fue a las 19.25 horas, diez minutos después de la hora prevista de salida de la cofradía a las calles, cuando arrancó el ejercicio de las Cinco Llagas, un rezo presidido por la reliquia del Lignum Crucis que siempre se realiza antes de iniciar esta cofradía su salida procesional.
A su finalización, el hermano mayor de Vera-Cruz, Emilio Bienvenido, se dirigía a los hermanos en San Francisco para comunicar la decisión final de la Junta de Gobierno. Así, comenzaba diciendo que tras varias reuniones a lo largo del día, la última a las seis y media de la tarde, y tras consultar los distintos partes meteorológicos, se iba a hacer estación de penitencia hacia la Santa Iglesia Catedral.
Sin embargo, prosiguió diciendo que lo haría sin los pasos del Cristo de la Vera Cruz y el palio de la Virgen de la Soledad, que en este 2024 estrenaba las bambalinas bordadas por el taller de Jesús Rosado, de Écija. "Se quedarán en el Convento", apuntaba. En su lugar, lo harían "portando nuestro Lignum Crucis" y con el resto del cortejo como lo tenían programado. "Esperamos y deseamos que sea aceptada la decisión tomada de esta nueva fórmula de hacer estación de penitencia", concluía el hermano mayor.
Parece que los partes que no daban lluvia hasta la madrugada se habían adelantado a las once de la noche, por lo que, incluso, se barajó recortar el recorrido de vuelta, pero finalmente se ha optado por esta decisión histórica.
Con todo, a las 19.40 horas salió la cruz de guía de la cofradía de Vera-Cruz a la plaza de San Francisco ante el asombro de los asistentes, desconocedores del valor que tiene la reliquia del Lignum Crucis para los hermanos de esta corporación, cumpliéndose así con el fin que marcas sus reglas de cumplir con la estación de penitencia.
El Lignum Crucis es una reliquia de la verdadera cruz y que se porta en una parihuela. Con la misma se ha hecho el ejercicio de las Cinco Llagas dentro de San Francisco. Esta reliquia suele formar parte del cortejo, colocándose delante de los acólitos del paso del Cristo de la Vera-Cruz.
Pero la realidad es que es una fórmula novedosa que no se había visto en Cádiz hasta ahora. La cofradía ha optado por ella para no poner en riesgo a su valioso patrimonio, dejando una imagen histórica en Cádiz.
La hermandad de la Vera Cruz es la más antigua de Cádiz y pone en la calle una obra de arte como su crucificado y su paso. Destaca el recogimiento de una hermandad de negro que muestra una gran simbología en su cuidado cortejo.
El Cristo de la Vera-Cruz es imagen de escuela genovesa, atribuida a Giussepe Picano y restaurada por José Miguel Sánchez Peña. La Virgen de la Soledad es obra de Sebastián Santos Rojas (1945).
Otra de las curiosidades de la estación de penitencia, es que los penitentes no portan los cirios al cuadril, como suele ser habitual. Además, primero han salido las secciones del palio y los del Cristo son los que acompañan al Lignum Crucis. Tras ella, lleva el acompañamiento musical de la Banda de Música Maestro Enrique Montero, de Chiclana, que en su salida ha tocado la marcha fúnebre Todo se ha consumado, de Jesús Navarro Muñoz.
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