¡De frente con 2024!
La Tribuna Cofrade
El cambio de sede del Huerto, los grandes estrenos de la venidera Semana Santa, o los numerosos cabildos de elecciones marcarán, a priori, los próximos meses
¿Será el año del cambio de obispo?
El cofrade vive en una permanente cuenta atrás; la que empieza el día de la Resurrección hacia un nuevo Domingo de Ramos, la que marca el inicio de la Cuaresma, la de la barrera psicológica de los 100 días… La vida del capillita se mide de adelante hacia atrás, al contrario que cualquier ser mortal. Pero este domingo vamos a hacer una excepción y vamos a mirar al horizonte que marcan los próximos doce meses, al vacío de un 2024 que ya ha aparecido ante nosotros como se presenta un paso en el interior de la iglesia el día de la salida; todo dispuesto, perfectamente ataviado y exornado para cumplir su función (evangelizadora, que no se lo olvide a nadie) pero a la espera de que lleguen los cargadores para levantarlo y de que los capirotes revoloteen a su alrededor y el murmullo de la calle se cuele bajo la pesada puerta cerrada que da acceso al templo. Así que con las uvas ya digeridas, el pavo como un dulce recuerdo y apurando el último trozo de roscón, ha llegado el momento: ¡Venga de frente con el 2024!
El año se ha puesto ya en la calle, con un recorrido por delante que deparará todo tipo de vivencias, emociones, sinsabores y novedades. Por delante son varias las cuestiones a tener en cuenta en estos próximos doce meses.
En el plano negativo, parece evidente que 2024 será el año del Huerto, ya que la cofradía está llamada en este tiempo a renovarse de nuevo, como ya hiciera a finales de los años 50 del siglo pasado cuando llegó a San Severiano, parroquia que todo hace indicar que abandonará en los próximos meses según decidieron sus hermanos en diciembre por el muro infranqueable (y blindado por las instancias superiores) de sus responsables. En breve se convocará el cabildo de elecciones –dicen– con la opción a priori más clara o favorable de que vuelva a presentarse Ignacio Robles y que sobre su proyecto pivote esa búsqueda de nueva sede que obligará también a buscar casa de hermandad y almacén para los pasos.
La Semana Santa
Toda esta situación provocará que, por segundo año consecutivo, esta cofradía se quede sin procesionar en la Semana Santa gaditana. Una Semana Santa que se presenta plagada de novedades y de aspectos a tener en cuenta. En primer lugar, será un año de grandes estrenos nuevamente, comenzando quizás por el palio de Soledad de Vera–Cruz, que en apenas unos días tiene previsto realizar una prueba para confirmar que las nuevas bambalinas ya culminadas y el techo de palio provisional que se ha elaborado funcionen bien sobre los varales y la parihuela. También destacarán en el apartado de estrenos el inicio del dorado de los pasos de Prendimiento y Despojado, así como los nuevos avances que presentarán los pasos de Ecce–Homo (después de muchos años), Nazareno, Penas, Columna o Sagrada Cena.
La Semana Santa de este año debe ser la de la confirmación del Nazareno de la Obediencia como miembro de la nómina, por ahora de vísperas. Y a priori, será la última Semana Santa de Novena como carrera oficial, si el Consejo mantiene sus planes de que el recorrido común de las cofradías penitenciales finalice en Palillero y la tribuna de autoridades se traslade a San Juan de Dios, delante del Ayuntamiento.
En carrera oficial, será interesante ver cómo funciona la estación de las cofradías por el interior de la Catedral tras suprimirse el tránsito por la girola y tomar directamente por el crucero, a los pies del altar mayor. Un cambio que todo hace indicar que será para mejor para los cortejos. ¿Y Candelaria, qué será finalmente de Candelaria? ¿Se tomará por el lado contrario al habitual, como acordó el Consejo; o ganarán los pesimistas y alarmistas que no quieren que se cambie nunca lo más mínimo?
Sin nada extraordinario
Este año, como el anterior, no será el de procesiones magnas, ni extraordinarias, ni mucho menos coronaciones. De magnas andamos ya demasiado servidos en esta ciudad en los últimos años, coronaciones las tumbaron de un plumazo como se saben hacer aquí las cosas (con decretos para todos, en lugar de decir que no puntualmente a la que consideren que no reunía méritos suficientes), y las extraordinarias se han puesto excesivamente difíciles con tantos trámites y tantas pruebas que hay que superar para otorgar el plácet de Palacio (salvo que sea una iniciativa parroquial o de Hospital de Mujeres, que entonces ni se consulta nada y se requiere menos aún, como ya vimos en 2023).
La incertidumbre respecto a Zornoza
Y hablando de Hospital de Mujeres, ¿será 2024 el año de un nuevo obispo? Esta pregunta corretea prácticamente en todos los rincones de la diócesis, pues nadie es ajeno a que Zornoza cumple este verano los 75 años protocolarios en los que Roma obliga a presentar la renuncia. Otra cosa es que el Papa la acepte. Ahí está la incógnita, en si tendremos obispo para varios meses o años más (él, desde luego, tiene plenas facultades en lo que a salud se refiere y se le ve también con ganas de continuar) o si habrá llegado el momento de otro relevo al frente de la diócesis, con las posibles consecuencias que eso pueda tener en el mundo cofrade (como se ha visto que ha ocurrido recientemente en Jerez o en Sevilla).
Lo que sí será 2024 es el año de Afligidos, que prepara un vía crucis para dentro de poco más de un mes que a buen seguro dará mucho que hablar; y de Fernando Díaz, que estos días última el pregón que pronunciará el 17 de marzo en el Gran Teatro Falla; y del estreno en Cádiz de Chema Rodríguez como pintor que nos anunciará la Semana Santa; y del regreso –esta vez sí– del Simpecado del Maremoto en el mejor estado posible de conservación; y de un buen número de cabildos de elecciones que esperamos se desarrollen con absoluta normalidad y supongan la lógica transición en el gobierno de las cofradías; y de la puesta al culto de una nueva imagen, la Virgen Dolorosa de la Merced, aún por advocar; y de tantas cosas –esperemos que la inmensa mayoría positivas– que están por ocurrir.
Así pues, con Zornoza o con nuevo obispo, con el Huerto en San Severiano o en otra iglesia, 2024 ya ha levantado y empieza a andar de frente. Que sea una buena estación.
Los tramos
Primer tramo. Una de las mayores alegrías para un cofrade es ver ese rojo sobre blanco de la proclama de Ecce–Homo, que ya anuncia sus cultos. Segundo tramo. Importante paso adelante del Caído para regresar a la capilla. Los hermanos aprobarán que se empiece a preparar el interior. Tercer tramo. Los Wasaps. El primero: “El final de la cabalgata ha sido de lo más cofrade; los Reyes bajando de la carroza como José de Arimatea en Descendimiento, y luego cruzando San Juan de Dios como Buena Muerte, a oscuras”. El segundo: “Si desafía al Santo Padre, que nadie se sorprenda con lo que ha hecho con la cofradía”. Y el tercero: “Al Niño de Humildad le faltaba una banda. Si se sale, se sale”. Cuarto tramo. Una de agenda. Este mediodía, procesión claustral en el Carmen con el Niño de la Virgen. Quinto tramo. ¿Se han cerrado ya todos los horarios de la Semana Santa?
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