La fuerza social de la coronación de la Virgen de las Penas

La cofradía de La Palma ha sacado a la luz los problemas que sigue existiendo, en pleno siglo XXI, en viviendas de Cádiz

Gracias a la coronación se está dotando de baños a muchas casas

Obras en uno de los baños de la Viña.
Obras en uno de los baños de la Viña.

La banda que suena detrás del paso, la misa que este miércoles se celebrará en la calle, la presentación de la corona, los estrenos de sayas y mantos… La coronación canónica de la Virgen de las Penas tiene muchos rostros visibles, muchos gestos, actos y noticias que han ido llamando la atención durante todos estos meses que han mediado desde que el obispo anunció la decisión hasta que se va a celebrar la ceremonia el próximo domingo. Pero en paralelo a ese trabajo más visible, a esos aspectos más cofradieros, la hermandad ha ido dando los pasos oportunos y realizando las obras necesarias para dar un contenido social a esta coronación.

La obra social encaminada a erradicar las graves deficiencias que muchas viviendas tienen en el cuarto de baño cumple ahora dos años. Tiempo durante el cual se han ejecutado cuatro, se están acabando otros tres y se ha aprobado ya todo el expediente para que la próxima semana comience uno más. Ocho baños nuevos para otras tantas viviendas de la Viña que esconden, imperceptible para las administraciones y para la sociedad, estos graves problemas de higiene.

“Estamos viviendo sensaciones muy raras con este proyecto. Te enorgulleces del trabajo que está haciendo la hermandad, pero al mismo tiempo te hundes por las situaciones que se viven a tu alrededor”, confiesa el hermano mayor de La Palma, Francisco Javier Lucero, que añade otra “sensación agridulce” vinculada a la acción social que están llevando a cabo: “la obra es muy positiva, pero se limita al cuarto de baño y hay casas que están en muy malas condiciones y necesitan otras muchas actuaciones”. De hecho, reconoce que en algún caso “se han hecho obras ajenas al programa”. Como a una vecina a la que la hermandad ha comprado muebles nuevos para su cocina “porque tenía todos los muebles de la casa rotos”.

Tras estos dos primeros años de obra social volcada con el reto de procurar aseos dignos a todo el barrio de la Viña, el hermano mayor ve “constatado que hay un problema grave con la vivienda”. Y por eso, asegura que esta acción continuará más allá del 14 de agosto al mismo tiempo que se atreve a requerir la implicación de las administraciones públicas, que según su experiencia no llegan a estos problemas o no les encuentran solución.

De hecho, la hermandad mantuvo una reunión con la delegación de Asuntos Sociales para presentar la obra social y que fueran los técnicos municipales los que derivaran a la hermandad las necesidades que pudiera haber en el barrio “pero nunca nos enviaron nada”. Así, los primeros baños se arreglaron por mediación de Cáritas parroquial, cuyas peticiones -salvo una “por causa ajena a la hermandad” ya que la familia terminó siendo desahuciada de la casa- fueron atendidas. Y las últimas actuaciones se han hecho con la mediación de Mujeres de Acero, “que son conocedoras de los problemas del barrio y nos ha venido orientando”.

Uno de los cuartos de baño en los que se ha actuado.
Uno de los cuartos de baño en los que se ha actuado.

“Hemos descubierto que hay muchísimo más. Pero el presupuesto se va agotando; así que vamos a seguir trabajando para ampliar las líneas de financiación”, avanza Francisco Javier Lucero, que asegura que en la hermandad “estamos muy satisfechos de haber optado por esta obra social, y por supuesto que estamos más que agradecidos a la Fundación Cajasol y a la obra social de La Caixa por su apoyo económico”. “Pero a veces parece que estamos construyendo oasis en el desierto. Estamos haciendo un baño nuevo a una casa llena de problemas de humedad y deficiencias”, confiesa Lucero, que reivindica la importancia de la higiene para dignificar el día a día de una persona y de una familia. “La gente nos lo está agradeciendo enormemente”, asegura.

Un baño arreglado por la cofradía de La Palma con motivo de la coronación de la Virgen de las Penas.
Un baño arreglado por la cofradía de La Palma con motivo de la coronación de la Virgen de las Penas.

Y es que las situaciones son de una dureza que insistentemente señala el hermano mayor, que coordina esta acción social. “Se ven situaciones muy difíciles. Ha habido muchas ratas, mucha cucaracha, lo que ha obligado incluso a fumigar algunas casas, aunque se salía del presupuesto inicial”, explica haciendo también referencia a baños “sin luz en condiciones, sin conducciones en condiciones, sin ducha, con paredes huecas tras los azulejos…”.

De este modo, la coronación de la Virgen de las Penas ya se ha hecho patente en Lubet, en Pericón de Cádiz, en Pinto, en San Nicolás… “Y vamos a seguir entrevistándonos con las familias, seguir conociendo las necesidades de la gente, buscar nuevos recursos y seguir desarrollando esta obra social”, garantiza Lucero.

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