El nuevo decreto de coronaciones es un “chasco” para la hermandad de la Borriquita de Cádiz
La hermana mayor de Expiración no lo considera una decepción y asegura que la decisión obispal de no coronar a imágenes de menos de 100 años no va a frenar la “ilusión” de la cofradía
Cómo se concedía una coronación canónica antes de este decreto
Cádiz/El decreto promulgado por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, el pasado jueves acerca de las coronaciones canónicas topa con los intereses y anhelos de dos hermandades de la capital gaditana. Ambas, Expiración y Borriquita, habían manifestado sus intenciones de solicitar la coronación de sus respectivas dolorosas, María Santísima de la Victoria y María Santísima del Amparo. El nuevo decreto señala como requisito para tal distinción que “la antigüedad de la veneración de la imagen” debe tener “al menos cien años”. Y en ambos casos no se cumple.
La Virgen de la Victoria fue realizada en 1940 por el gaditano Carlos Emilio Bartús, bendecida en enero de ese año y remodelada por Luis González Rey en 1988. 83 años contemplan a esta imagen Titular de la cofradía que radica en la Iglesia Castrense. Fue en la Cuaresma de este 2023 cuando se conoció la intención de la cofradía de solicitar la coronación por expreso deseo de su director espiritual, el párroco de la Castrense César Sarmiento, que así se lo trasladó a la hermana mayor de la cofradía, Elisa Montero.
En el transcurso de la homilía de la función principal que la cofradía celebraba el 18 de marzo fue cuando Sarmiento pidió públicamente a la hermandad iniciar los trámites de la coronación “en reconocimiento a la gran devoción que se le profesa en la feligresía y en la ciudad”.
La hermana mayor de Expiración, Elisa Montero, destaca que este decreto “no va a frenar nuestra ilusión y nuestro trabajo por ver coronada a la Virgen”. Niega que el documento firmado por el obispo de la diócesis haya sido una “decepción” puesto que la coronación, de producirse, “no hubiera sido pronto en cualquier caso, pues requiere un proceso de varios años”.
Montero añade que “tendría más sentido que fuera un decreto único para toda Andalucía”, apostillando sobre la posibilidad de que este decreto del obispado de Cádiz “pueda cambiar en unos años”.
En cuanto a la cofradía de la Borriquita, su hermano mayor, José Luis Fernández, admite la “decepción” sufrida tras conocer este decreto. Reconoce que en la hermandad “había mucha ilusión al menos de que se estudiara el expediente que entregamos hace ya casi dos años, con el anterior hermano mayor. La verdad, aunque la ilusión nunca se pierde, es que no lo esperábamos”.
Fue en noviembre de 2020 cuando la cofradía anunció oficialmente que iba a solicitar la coronación de la Virgen, esperando la buena nueva para este año en el que la hermandad celebra una destacada efeméride.
Y es que el desengaño ha sido más grande por cuanto la corporación nazarena del Domingo de Ramos celebra en este 2023 los 75 años de la bendición y puesta al culto de María Santísima del Amparo. Y duele más ya que es el único de los requisitos que no cumple la imagen: tener más de un siglo de historia. “Esto te limita todo y, como es obvio, no podemos acceder por ello a la coronación. Teníamos ilusión por tratarse de un año especial, pero ha sido un chasco”, concluye Fernández.
Según puede leerse en la web de la cofradía la imagen de María Santísima del Amparo es una talla de candelero realizada en pino de Flandes que se bendijo el 14 de marzo del año 1948. Sus manos están datadas por algunos historiadores como obra del siglo XVIII, manos que eran propiedad del fundador de la Hermandad, Emilio Bartús Loreto. La imagen de la Virgen sufrió una importante restauración a manos del imaginero sevillano Antonio Eslava Rubio, que la repolicromó, y una segunda a manos del imaginero gaditano Luis González Rey, que se realizó en el año 1998.
En Huelva exigen 20 años menos de antigüedad
El decreto promulgado en Cádiz es muy parecido al del obispo de Huelva, Santiago Gómez, publicado en noviembre del año pasado. También incide en la necesidad de evitar “la magnificiencia y fastuosidad exageradas” que “puedan suscitar escándalo en los fieles” en cuanto a la corona o la diadema. Pero a diferencia del decreto de Rafael Zornoza, el de Gómez cifra en “al menos 80 años” la devoción de la imagen a coronar, 20 menos que lo estipulado en Cádiz. En el caso de Málaga, coincide en un siglo de veneración y devoción, como mínimo, como requisito para la coronación.
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