El nuevo paso del Nazareno de Cádiz: Un paso PERPETUO para el REGIDOR

Cuenta el hermano mayor del Nazareno, José Manuel Verdulla, que fue la primera vez que entró por la puerta del taller de Hermanos Caballero, hace cuestión de siete años, “cuando estuve realmente convencido de que habíamos acertado”. Una sensación “imborrable” que protagoniza el paso del Cristo de las Cinco Llagas de la sevillana hermandad de la Trinidad que por aquel entonces estaban terminando de tallar en ese taller que se impuso en la balanza del Nazareno a los de Guzmán Bejarano y Juan Carlos García Díaz, las otras opciones que barajó la hermandad de Santa María para encargar el nuevo paso del Regidor Perpetuo.

Ese convencimiento de Verdulla es hoy una demostración palpable, cuando la familia Caballero trabaja con la vista puesta en el Jueves Santo, día en que está previsto que se estrene el nuevo paso. Para ello, Manuel Caballero hijo está empleando los últimos gubiazos que restan para culminar todo el proceso de talla, tanto del canasto como del moldurón que lo separará de los futuros respiraderos bordados; mientras, Manuel Caballero padre coordina el proceso de dorado que ya ha comenzado y que acometerá este taller sevillano.

Las piezas que durante siete años han ido tomando forma andan ensamblándose estos días, dejando ver con rotundidad la calidad de un paso que, esta vez sí, estará a la altura de la imagen que lleva arriba. El leit motiv, la rocalla tan característica de Cádiz; de base, el boceto que se ideó con las aportaciones del historiador Lorenzo Alonso de la Sierra; y como guinda, la genialidad de Lolo, un joven tallista quinta generación de los Caballero que augura un futuro plagado de éxitos y de impresionantes obras procesionales para toda Andalucía y parte de España.

El nuevo paso del Nazareno va a ser una de las grandes aportaciones a la Semana Santa de Cádiz de los últimos tiempos, una obra de enorme factura. Eso lo saben en la hermandad, que trabajan con una mezcla de ilusión y orgullo a partes iguales sabedores que en el taller del polígono de San Jerónimo de Sevilla lleva siete años cociéndose algo grande; y también lo saben en el taller de Hermanos Caballero, donde no esconden que con este encargo se han enfrentado al “trabajo más complicado” que han realizado. Y son cinco generaciones de tallistas haciendo pasos y retablos. “Nunca hemos hecho un paso totalmente asimétrico. Para nosotros ha sido un reto bastante importante”, explica Manuel Caballero, que como ejemplo de la dificultad superada compara las “tres plantillas que normalmente se hacen” para tallar un paso normal con las “doce plantillas por cada trozo de paso” que ha necesitado el del Nazareno.

Tan orgullosos están también los autores del paso que ya piensan en exponerlo en Sevilla una vez que procesione en Cádiz, si la pandemia y la lluvia (por este orden) permiten que ocurra el próximo Jueves Santo. “Merece la pena que esto lo vea todo el mundo”, dice convencido Manuel Caballero delante de uno de los laterales del canasto ya totalmente tallado.

El calado de la talla, que en ocasiones recuerda a la malla de los bordados; la personalidad de algunas piezas que recuerdan directamente a detalles de capillas y retablos gaditanos; y, sobre todo, la asimetría de todo el conjunto, donde nada tiene un elemento repetido en ningún otro lado, destacan sobre todo el diseño y ejecución de las andas. “No hay ni una sola pieza repetida”, garantiza el tallista, que reconoce que la técnica del sacado de punto (uso de máquinas que permite ‘copiar’ piezas a raíz de la elaboración de la original) ha sido imposible de utilizar en este paso, que por tanto está realizado 100% artesanalmente. Todo se ha hecho directamente con las manos sobre la madera.

En 2022 saldrá a la calle el canasto completamente tallado, con el frontal además ya dorado. Para ello, ya se ha procedido a aplicar el estuco a esa parte frontal, para la que ya se han dorado las primeras piezas. Un minucioso y lento trabajo que requiere aplicar el estuco, rascarlo luego y lijarlo en hasta cinco fases distintas hasta obtener el estado óptimo para aplicar el pan de oro que luego hay que bruñir y repasar.

En paralelo, Encarnación Hurtado trabaja en su taller de Utrera realizando las cuatro cartelas que completarán el canasto, una en cada paño. Otro trabajo que tiene el éxito garantizado (ahí están las cartelas e imaginería menor del paso del Cristo de la Misericordia, de La Palma) y que ha finalizado prácticamente, a falta de policromía, la cartela frontal que representará a la Santa Cruz de Jerusalén, titular de la hermandad.

Seis años separan el boceto que los hermanos aprobaron en cabildo de la madera tallada que aguarda recorrer las calles de Cádiz en 2022. Un boceto que tuvieron que repetir los Caballero, cuyo primer dibujo para el Nazareno no terminó de convencer en Cádiz. “Entonces nos llevaron allí, y nos enseñaron Santa María, la Pastora y el Carmen para que nos empapáramos de esa rocalla que se quería plasmar en el paso”, recuerda Manuel Caballero. Posiblemente ese día en Cádiz fuera clave para que este taller comprendiera qué paso necesitaba el Regidor Perpetuo de la ciudad, como clave fue para la cofradía comprender, el primer día que pisaron el taller, que habían acertado con los Hermanos Caballero.

Los cuatro faroles, el próximo proyecto

La vista está puesta en el Jueves Santo de 2022 y ese estreno que será recordado. Pero el proyecto no se para ahí, ni mucho menos. La hermandad sigue avanzando en el sueño de ejecutar al completo este nuevo altar para las salidas del Nazareno, y el hermano mayor avanza que la próxima fase, el próximo proyecto a ejecutar, será el de los nuevos faroles que iluminarán el paso.

Dos son las opciones que baraja actualmente la cofradía. De un lado, realizar unos nuevos faroles que guarden parecido estético con los actuales; líneas rectas y ocho caras para ser iluminados con tres cirios cada uno en su interior. Un proyecto que ya tienen sobre la mesa. De otro lado, otra apuesta arriesgada, como arriesgado es el paso en sí; en este caso, el reputado diseñador Pedro Palenciano (autor del dibujo del nuevo palio del Nazareno del Amor que en fechas recientes aprobó ejecutar su cabildo de hermanos) va a diseñar unos faroles asimétricos plagado de detalles y en consonancia al juego de la madera que han tallado los Caballero.

Será uno de estos dos proyectos sobre el que la cofradía tome una decisión en próximas fechas, tan pronto como Palenciano presente su proyecto. Y a partir de ahí, todo hace indicar que se realizará el encargo al taller que se determine (a priori, el de Orfebrería Sanlúcar) para su ejecución, que se hará en paralelo al dorado que proseguirá en los próximos años.

Con esto, quedará para una futura fase el bordado de respiraderos y caídas, cuyo dibujo ya aparece en el proyecto original aprobado en 2015 y sobre el que la hermandad aún no ha decidido qué taller o bordador se encargará de hacerlo cuando llegue el momento. “Pero eso será ya cosa de la próxima junta de gobierno”, apunta un José Manuel Verdulla que culminará sus ocho años al frente de la cofradía después de la Semana Santa.