El pintor del cartel de la Semana Santa de Cádiz: "Lo peor de un cartel es que pase sin pena ni gloria"
Chema Rodríguez desvela el proceso que ha seguido para pintar el cartel anunciador de la Semana Santa
La Santa Cueva, la maqueta o los azulejos, elementos clave de la obra que se presentó este pasado sábado
Cádiz tiene cartel anunciador desde este pasado sábado; una obra que ha levantado cierta expectación por su originalidad tanto en el formato (un tríptico que recuerda a los altares de campaña) como en la representación (un Cádiz histórico y nocturno con la Catedral como único elemento destacado). Una obra que desde el sábado tendrá el recorrido que la opinión y el propio Consejo le den en estos próximos meses hasta cumplir su función de anunciar la Semana Santa, al mismo tiempo que deja otro largo recorrido desde que el sevillano Chema Rodríguez recibió la llamada del Consejo de Hermandades y aceptó el encargo hasta el pasado sábado.
“Ha sido un proyecto muy emocionante desde el primer día hasta el último”, confiesa el pintor sevillano que se muestra abrumado ante “tal avalancha de cariño” que asegura estar recibiendo desde que se descubrió el cartel el sábado. “Me encantaría que a la gente le guste”, reconoce Rodríguez, que no es ajeno a que una obra así despertaría todo tipo de opiniones. “Me encantaría que estuviera en el Falla en el concurso de Carnaval, que la gente lo viva, guste o no, porque lo peor de un cartel es que pase sin pena ni gloria”, comenta.
El proceso de elaboración de esta pintura se inicia con el descubrimiento de la propia ciudad, que hasta ahora era ajena a Chema Rodríguez. “Para mí Cádiz ha sido siempre una gran desconocida, porque cuando venía en verano era para otras cosas, para un baño en la playa, un almuerzo y de regreso”, cuenta el pintor, que asegura que ha encontrado una “fascinación” por esta ciudad “que siempre va en aumento”. “Cádiz ha marcado la historia del país, la historia de ciudades próximas. Mientras más la frecuento, más me engancha la ciudad; pasear por ella es una delicia, la gente tiene una sencillez impresionante, y tiene mucha gracia, mucha picaresca, es muy acogedora y abierta, mostrando su carácter portuario”, sigue trasladando Chema Rodríguez para explica cómo todo eso que ha ido viendo y viviendo estos meses atrás “ha ido calando en el artista”. “Hay unos museos increíbles, unas iglesias impresionantes” o un patrimonio del que destaca “todo lo que tenga algo que ver con Italia y que es tan diferente a lo que yo he vivido”.
Chema Rodríguez -que no pudo asistir el sábado a la presentación del cartel- se confiesa un artista muy auténtico, muy sincero. Y es ese carácter y sentir lo que ha provocado que en la obra que anuncia la Semana Santa de este año no aparezca cristo o virgen alguno. “No me decanté por ningún titular de ninguna cofradía porque no he visto nada en la calle, y no quería pintar una imagen sin haberla experimentado, sin haberla visto en la calle y rezarle un Ave María o un Padrenuestro”, explica este pintor que sigue el rumbo marcado por sus maestros, como Carmen Laffón, “que me enseñó que esto debería ser sentido, y si no, no sirve; y es verdad”.
Descartado pues la representación de cualquier imagen, Chema Rodríguez se propuso plasmar “mi experiencia de pasear Cádiz, que es lo que he hecho muchas veces en secreto estos meses, viendo el Paseo Marítimo, la Alameda, los cafés, las casapuertas, entrando en los patios… imaginándome qué significa ser gaditano y qué puede sentir el gaditano en la Semana Santa”.
En uno de esos paseos le llegó la inspiración para el cartel: la Santa Cueva, que conoció de la mano del cartelista del año pasado y amigo personal, Daniel Franca. “Ese itinerario de purificación que se propone en el oratorio me maravilló, cómo se da la mano algo tan medieval como la penitencia con la Ilustración. La Santa Cueva es un ejercicio sublime”, cuenta Rodríguez, que invita a que se cartel sea contemplado “de abajo hacia arriba”. De ahí, además, esa forma de altar de campaña, con ese “rompimiento de Gloria al estilo de los altares italianos del Renacimiento en el horizonte que divide la tierra del cielo”.
Además de la Santa Cueva hay otro elemento claramente protagonista en el cartel: la maqueta de la ciudad. “Otro amigo me llevó al Museo de las Cortes y al entrar en la sala de la maqueta me quedé maravillado. Yo estaba pensando en hacer algo así, desde una azotea o mirador; pero conocí la maqueta, que era el deseo de un rey de mejorar la ciudad, y decidí que mi cartel iría por ahí”, cuenta el pintor, que cree que la maqueta es “una joya gigante” de la ciudad, “el sueño social de una mejoría urbanística” y que agradece las facilidades dadas por la directora del museo, Fátima Salaverri, para llevar esa madera al cartel de la Semana Santa.
El último elemento a destacar es el del guiño a los característicos azulejos de Delft en los que ha pintado los escudos de todas las cofradías de penitencia según el orden de entrada en la Catedral.
Una obra 100% artesanal
Del cartel de Chema Rodríguez destaca también los materiales empleados en los 3 paneles que componen el cartel y que están pintados por las dos caras. Ha cuidado detalladamente el autor el uso de los materiales, hasta tal punto que las bisagras que separan los paneles “están hechas a mano por un gitano de Carmona que las sigue fabricando, porque quería que las bisagras fueran como las de los altares del siglo XVIII”. “Podría haber elegido hacer una pintura sobre tela, pero Cádiz y su Semana Santa es mucho más de madera, y yo me he planteado el cartel como la construcción de un altar, y eso tiene una espiritualidad mucho más vinculado a la madera”, explica Rodríguez, que al mismo tiempo asegura que para plasmar ese Cádiz nocturno presidido por la Catedral ha utilizado témperas, óleos o pátinas de cera, que son materiales “que dialogan desde la Edad Media con los altares de campaña”. “No hay nada de acrílico, al agua, sintético… no, no puede ser, por mucho que seque más rápido o que requiera de menos tiempo. La búsqueda de la excelencia siempre juega a favor de la obra”, sigue explicando.
De este modo, con este altar de campaña inspirado en la Santa Cueva y que toma la maqueta del Museo de las Cortes como elemento principal sobre el que gira la representación que anuncia la Semana Santa, Chema Rodríguez se ha llevado desde agosto “hasta el mismo día de la entrega” elaborando un trabajo “que me ha tenido muy absorbido” y por el que se confiesa “un privilegiado de todas todas”. “A la gente le podrá gustar más o menos”, poner por delante, pero él se queda con el esfuerzo realizado y por la honestidad y verdad de su pintura. “Mi trabajo huele como una cocina tradicional; no escatimo en horas ni en materiales ni en dar lo mejor de mí, y la verdad y la emoción son mis primeros ingredientes, como me enseñaron mis maestros Antonio Agudo, Carmen Laffón o Balthus” apunta este artista que el pasado sábado dejó en manos de la ciudad de Cádiz su última obra, que anuncia la Semana Santa de este 2024.
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