Visto y Oído
Broncano
Definitivamente la Semana Santa de Cádiz ganará un día de procesiones este año. El Obispado ha dado la preceptiva autorización a la cofradía de la Merced para que la imagen del Nazareno de la Obediencia procesione en la jornada del Sábado de Pasión, víspera del Domingo de Ramos. Un permiso que obliga a la corporación del barrio de Santa María a organizar la procesión en apenas 44 días, que es el tiempo que resta hasta el día de la salida.
El hermano mayor de la Merced, Gabriel Parodi, traslada la “gran satisfacción” que reina en la hermandad, porque “estábamos a la espera de pronunciamiento” desde hace varias semanas.
Prácticamente, desde que el cabildo aprobó la propuesta de salir en procesión en la convocatoria del pasado 7 de enero. Posteriormente a este acuerdo ha habido que elevar la petición al pleno de hermanos mayores del Consejo, que lo ratificó por unanimidad, y aguardar hasta este jueves el pronunciamiento final de la diócesis, que ha llegado en un decreto firmado por el vicario general, Óscar González.
Con este feliz escenario ya certero, Parodi tiene claro que en la Merced “tenemos que ponernos las pilas para cerrar todos los capítulos en la mayor brevedad posible”. Y es que son muchos los flecos que hay que cerrar de aquí al Sábado de Pasión y que no se han tramitado hasta ahora a la espera del dictamen final del Obispado respecto a esta incorporación a la Semana Santa.
Dos son los únicos avances que había adoptado ya la hermandad. De un lado, la confección de los nuevos hábitos que llevan semanas tomando forma en el taller de la propia cofradía; y de otro, el nombramiento del capataz del Nazareno de la Obediencia, el veterano Jacinto Dodero. A partir de ahí, la Merced tiene que concretar desde el paso en que procesionará la imagen hasta el horario e itinerario de esa procesión y otros muchos detalles.
Para ello, Gabriel Parodi tiene previsto reunir a la junta de gobierno este mismo viernes, con objeto de empezar a adoptar acuerdos o de culminar gestiones.
Así, hay que cerrar la contratación del acompañamiento musical, que la junta de gobierno quiere que sea a cargo de una agrupación (en lugar de banda de cornetas y tambores o banda de música). Hay que conseguir un paso para la salida, cuya principal opción es que sea alguno de los que procesionan en la ciudad que lo cedan para ese día (una vez que se descartó la posibilidad de utilizar el antiguo paso del Nazareno al tener unas dimensiones que impiden su salida por la puerta de la Merced). Hay que definir el recorrido de la procesión, del que Parodi avanza que será “el normal de una cofradía de aquí de la Merced” para evitar nuevos obstáculos que dificulten la tramitación de la salida ante el Ayuntamiento, que es otra tarea pendiente de la cofradía (toda vez que desde finales de año el Consistorio trabaja ya en unos horarios e itinerarios de la Semana Santa que no contemplaban procesiones el Sábado de Pasión). Hay que solicitar formalmente al Cabildo Catedral la posibilidad de realizar estación de penitencia, como desde un primer momento ha manifestado la hermandad que quería hacer. Y hay que habilitar todo el proceso para este primer reparto de túnicas y solicitudes de sitio en el cortejo en la historia de la hermandad.
Respecto a esto último, el hermano mayor recuerda que ya hace semanas empezaron a hacerse los hábitos, que reproducen la vestimenta propia de la orden mercedaria (túnica y escapulario de color hueso, con correa de cuero marrón) incorporando el antifaz en el mismo color con el escudo de la orden religiosa en el pecho. El horizonte para esta primera salida, según Parodi, es que salgan a la calle alrededor de 80 capirotes, “que es la meta que nos hemos marcado”.
“Lo tenemos todo planteado y preparado, pero hay que ponerse”, insiste Gabriel Parodi a modo de resumen de este intenso trabajo que la cofradía de la Merced tiene por delante para organizar y poner en la calle en apenas 44 días la primera procesión del Nazareno de la Obediencia.
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