Los romanos acaparan los focos del Martes Santo
Expectación, morbo y fotos, muchas fotos. Cádiz recuperaba ayer para su Semana Santa la presencia de soldados romanos en el cortejo del Ecce-Homo 21 años y dos días después de aquel 29 de marzo de 1994 en que desfilaron por última vez. 7.672 días ha esperado la Semana Santa gaditana para volver a contar con la tradicional estampa. Todo este tiempo, los distintos dirigentes que ha tenido la hermandad han escuchado cientos de veces la misma pregunta: ¿cuándo volverán los romanos? Ahora, en tiempos de Ramón Sánchez Heredia como hermano mayor, la pregunta queda contestada. De momento, un centurión y dos legionarios. Con vistas a crecer en el futuro al ritmo que permita la situación económica, hasta completar una centuria de 80 hombres.
"Estoy nervioso. Sabemos que habrá muchas miradas sobre nosotros. Venimos a dar seriedad, que es lo que quiere la cofradía, y a disfrutar de la estación de penitencia", decía José María Díez, uno de los dos legionarios, justo antes de que se abrieran las puertas de la iglesia de San Pablo. Antonio Simón, el otro legionario, explicaba que habían ensayado el paso de desfile. Mostrando los brazos y las piernas al aire comentaba que "vamos a cuerpo, menos mal que hace buen tiempo". Mandaba Francisco León, centurión con penacho que llevaba una bota de las de vino con Aquarius y un pequeño zurrón con cereales por si se producía algún "desfallecimiento". Manifestaba el deseo de que "el espíritu de la recuperación de los romanos esté latente todo el año y no sólo se resuma a la salida. Por eso en el convenio con la hermandad se acuerdan actos de contenido divulgativo histórico en torno a los romanos en época de Jesucristo".
León añadía que "hace 21 años, cuando se suspendió la salida de los romanos, no había tanta información en las recreaciones históricas". A las mismas están acostumbrados los tres romanos, aunque es la primera vez que hacen algo para Semana Santa.
El regreso ha sido repensado. Había que hacerlo con rigor y seriedad, de ahí que Ecce-Homo se pusiera en contacto con la Fundación Legado de las Cortes de la Real Isla de León, cuyo objetivo es la puesta en valor y promoción del patrimonio histórico de la Bahía de Cádiz vinculado al desarrollo de la Constitución de 1812. La cofradía tuvo presente la calidad y el rigor de las recreaciones efectuadas hasta la fecha por la Fundación, proponiéndole entonces un convenio para recuperar la centuria romana.
La Fundación, además de colaborar en el asesoramiento para la adquisición de los uniformes, estableció una serie de compromisos como que el personal dispuesto a vestir el uniforme solicitará su alta como hermano de la Archicofradía o que se realizará un programa anual en coordinación con Ecce-Homo para promocionar el alta de nuevos hermanos mediante la promoción de la historia del ejército romano en tiempos de Jesús.
El proyecto de la Archicofradía, liderado por Juan Manuel López, el capataz del paso de misterio, se inició hace cinco años. La idea de Ecce-Homo era buscar un término medio entre los ropajes llamativos de los armaos de la Esperanza Macarena y los sobrios del Santo Entierro de Sevilla.
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