Visto y Oído
Broncano
1 de noviembre
La Virgen de La Palma ha sido una vez más fiel a su historia y ha salido en procesión desde la iglesia que lleva su nombre para poner el colofón a una jornada que ha sido especial por dos cosas: por la declaración BICde toda la conmemoración del maremoto de 1755 y porque es la última salida procesional del hermano mayor, Francis Lucero, después de 20 años en el cargo en dos etapas distintas.
Mucho público en la calle de La Palma para ver la salida de la Virgen que le da su entido a la archicofradía viñera y a un barrio entero desde el punto de vista espiritual. La cruz de guía dorada abría un cortejo que salía puntual a las cinco y media de a tarde. Tras la salida del pequeño paso de la Virgen de la Palma por la puerta de la Iglesia, la excelente Banda de Música Julián Cerdán de Sanlúcar ha iniciado el repertorio procesional con la marcha 'Palma Coronada'. En la esquina con Lubet se ha escuchado una de las marchas cofrades de moda, 'Siempre la Esperanza', de José Joaquín Espinosa de los Monteros.
La música iba a tener una importancia fundamental en el recorrido de la Virgen de La Palma, ya que en la plaza del Tío de la Tiza estaba prevista la intervención del coro de Pedrosa, que iba a interpretar el Himno de la Coronación a la Virgen de las Penas, también titular de esta archicofradía y que tuvo lugar el pasado 14 de agosto. Por último, ya de recogida, en la calle Virgen de La Palma el coro de La Salle-Viña le cantaría un tanguillo dedicado a la misma.
La jornada se inició a primera hora de la mañana con un rosario que acabó frente a La Caleta donde se llevó a cabo la bendición de las aguas. A las doce del mediodía tuvo lugar la función votiva presidida por el obispo de la Diócesis, Rafael Zornoza Boy. Una vez concluida, tuvo lugar la entrega de la declaración BIC de la conmemoración del maremoto por parte de la delegada del Gobierno de la Junta, Mercedes Colombo, a la archicofradía de La Palma.
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