Semana Santa en Cádiz: La difícil gestión de las aglomeraciones

Las cofradías recurrirán a la seguridad privada ante la necesidad de controlar aforos y distancias entre las personas que acudan a los templos

Colas el Viernes de Dolores en Santa María para ver al Nazareno.
Colas el Viernes de Dolores en Santa María para ver al Nazareno.

De organizar cortejos a organizar colas; de gestionar horarios e itinerarios a gestionar el acceso a la iglesia y el flujo de personas en su interior. Las cofradías se han topado de repente con una responsabilidad complicada de cara a esta Semana Santa: velar por la seguridad sanitaria en las iglesias ante la previsible visita no solo de sus hermanos, sino de todos los que cada uno de los días de la Semana Santa quieran acercarse a ver las imágenes y sus altares.

La jornada del Viernes de Dolores supuso un claro ejemplo de lo que puede acontecer en la ciudad a partir de hoy: gran cantidad de personas que quieran visitar las iglesias protagonistas del día, formando colas y aglomeraciones que pueden poner en peligro el normal desarrollo de la Semana Santa.

Ante este escenario, muchas son las cofradías que han optado por contratar seguridad privada que gestione y controle esta cuestión; profesionales con la adecuada preparación para realizar estas tareas para un mejor desarrollo de ese encuentro de la ciudad con las imágenes devocionales que este año ha cambiado las tornas respecto a lo que es habitual en Semana Santa; este año las imágenes no salen por la ciudad, sino que la ciudad acude a su encuentro en el interior de las iglesias.

Será habitual, por tanto, ver a vigilantes de seguridad privada en la puerta de los templos permitiendo solo el acceso al número de personas que establezca cada aforo, así como controlando que los que esperan fuera atienden a las indicaciones respecto a la distancia interpersonal y la evitación de reuniones de más de seis personas. Todo ello ante la ausencia este año de un plan de seguridad para la Semana Santa, que las autoridades civiles no han contemplado a pesar de las circunstancias especiales que rodean a causa de la pandemia.

Desde el Consejo de Hermandades ya se contemplaba esta medida; tanto es así, que la contratación de seguridad privada para estos días es uno de los conceptos subvencionables por el Ayuntamiento en esa ayuda que dará este año a las hermandades para colaborar en los gastos derivados de esa Cuaresma y Semana Santa que el propio Ayuntamiento promociona desde la delegación de Turismo.

Un problema de difícil gestión, por tanto, que tendrán que asumir las hermandades para procurar el normal desarrollo de esta Semana Santa sin procesiones en las calles; todo ello con la amenaza de que la masiva presencia de público pueda tener consecuencias ante posibles actuaciones policiales, como recientemente ocurrió con la reapertura de un negocio de hostelería que ocasionó una enorme cola de personas en la calle Ancha.

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