Otra Semana Santa robada

Semana Santa en Cádiz 2021

La pandemia vuelve a privar a Cádiz de los cortejos procesionales, sus estrenos más destacados, los cambios en la carrera oficial o del Miércoles Santo que no vive desde 2018

Las imágenes del misterio de Borriquita, dispuestas a los pies del altar mayor de San José. / Jesús Marín

Nos resistimos a creerlo el año pasado hasta que el mismo 14 de marzo la realidad nos dio un portazo; soñamos con celebrarla en el mes de septiembre, pensando en un multitudinario evento que en parte compensara lo perdido y festejara lo padecido; estábamos convencidos de que será cosa de 2020 y volveríamos a la normalidad en este 2021. Pero hoy es Domingo de Ramos, y por segundo año nos hemos quedado sin Semana Santa. La de verdad, la de los pasos en la calle, la del bullicio y la bulla, la de la ilusión y la emoción, la de siempre y que siempre es distinta.

La Semana Santa de 2022 alza hoy el telón con el horario adelantado 60 minutos y con el ánimo de encontrar las iglesias abiertas. El Covid ha despojado estos días santos de música, de capirotes, de sillas en las aceras, de pirulíes y globos, de guantes en las manos; la Semana Santa ha sido desnudada por completo y ha quedado reducido a lo mínimo, a lo central, a lo único que realmente le da sentido: las imágenes cristíferas y marianas que estos días presidirán altares extraordinarios para recibir la visita de los cofrades y devotos. Quedan las iglesias abiertas, quedan las imágenes, y nos quedamos sin todo lo demás; sin tantas cosas que estaban a la mano de este 2022 y que por segundo año nos ha robado el Covid.

Esta Semana Santa no podremos ver recorriendo las calles esa larga lista de estrenos en los que siguen trabajando las hermandades pese al escenario actual. Estrenos entre los que destacan los respiraderos delantero y trasero del misterio del Prendimiento, destacadas obras talladas por Felipe Martínez; el dorado del frente del canasto de Las Penas, toda una sorpresa en la recta final de la Cuaresma; o las cartelas de orfebrería del paso del Caído, que sigue completando la oscura madera tallada por Juan Carlos García; el dorado de la trasera del paso del Huerto, que sigue además completando pequeños elementos de talla; o los avances igualmente en el dorado del paso de misterio de Columna.

Tampoco va a dejar ver la pandemia las tres nuevas imágenes que culminan el misterio que Romero Zafra ha ideado para el Despojado y que este domingo se presentan en Salesianos. Los dos ladrones con rasgos que van a llamar mucho la atención (sobre todo Gestas) y el romano que los custodia, rematando así en la trasera del paso la completa escena en la que despojan a Cristo de las vestiduras mientras preparan la Crucifixión.

Misterio de la hermandad del Despojado.

La suspensión de las salidas procesionales nos deja sin que la cofradía de Descendimiento se consolide en la tarde-noche del Viernes Santo, donde tan buena impresión dio el primer y por ahora único año tras el cambio, en 2019. Y deja a la ciudad también sin vivir, otro año más, un Miércoles Santo que la lluvia truncó ese 2019 y que la pandemia ha mantenido dentro de las iglesias.

Nos hemos quedado sin ver, por segundo año, las mejoras en la infraestructura de una carrera oficial con más palcos en la plaza de San Juan de Dios y con el tránsito de los cortejos más arropados en la plaza de la Catedral, donde se iba a estrechar considerablemente el pasillo; una carrera oficial, no obstante, que debe seguir mejorando, para lo que según ha trasladado el presidente del Consejo sigue trabajando la junta permanente.

Seguramente nos quedaremos sin volver a ver a la cofradía de Expiración saliendo de Santa María, algo que se habría repetido el pasado año y este ante el retraso en las obras de rehabilitación de la Castrense, que ahora sí parece que culminarán este año con el regreso de la parroquia realojada temporalmente en Santa Catalina.

No veremos a la agrupación musical de la Salud estrenarse en la Semana Santa y lucir sus uniformes por la ciudad; como tampoco veremos a Gerardo Navarro al frente del misterio de Borriquita que tantas dificultades viene entrañando por el amplio recorrido de la hermandad desde extramuros, o a Francisco Javier Baena mandando la cuadrilla de Mayor Dolor de Buena Muerte.

Tantas cosas que no vamos a ver esta Semana Santa, como tampoco hemos visto los capirotes que Paco Hernández ha trasladado a la copistería San Rafael, las colas de abonados a la carrera oficial en Cobos, o los fiscales y secretarios firmando a diario decenas de papeletas de sitio para esos cortejos que a partir de hoy, y por segundo año consecutivo, permanecerán dormidos en armarios, cajones y casas de hermandad.

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