Las tallas más antiguas de la Semana Santa de Cádiz
Imaginería cofrade
La capital gaditana cuenta con un rico patrimonio imaginero que data de los siglos XVII y XVIII
La Semana Santa de Cádiz cuenta con un rico patrimonio legado desde hace siglos. Una tradición artística en el que tiene una gran importancia la escuela genovesa en los siglos XVII y XVIII, fruto de una ciudad con mucha vida debido al comercio con las Indias y el traslado de la Casa de la Contratación en 1717. Una riqueza que se puede contemplar tanto en los templos como en las calles cada año. Estas son las tallas de Cristo más antiguas que se pueden disfrutar en la capital gaditana.
1. Humildad y Paciencia
La imagen del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia es una de las joyas de la imaginería que procesiona en la Semana Santa de Cádiz. La realizó Jacinto Pimentel en 1638. La autoría se descubrió en 1984, cuando la restauró Arquillo Torres, siendo la talla un exponente de la escuela hispalense del siglo XVII. La anterior imagen de Humildad y Paciencia, que la realizó Francisco de Villegas, está en Jerez.
2. El Cristo de la Misericordia
Este imponente Crucificado es uno de los más venerados de la Semana de Pasión gaditana, perteneciente a la viñera archicofradía de La Palma. De la imagen original, que está fechada en el siglo XVIII y es de la escuela genovesa, solo se mantiene la cabeza, mientras que el cuerpo lo talló el escultor Francisco Buiza en 1969. Esta actuación se debió a la desproporción que existía entre las dos partes de la talla.
3. El Cristo de la Vera-Cruz
La imagen del Cristo de la Vera-Cruz, el otro Crucificado del Lunes Santo, se atribuye a Giussepe Picano. Fue traída desde Nápoles en 1773 por el hermano Juan de Figueroa. En 2010 se le realizó una nueva cruz por el escultor José Miguel Sánchez Peña, que también restauró la talla.
4. El Cristo de la Piedad
El genovés Francesco María Mayo labró la imagen del Cristo de la Piedad, radicada en la iglesia de Santiago, en 1754. Ha sufrido restauraciones de Mortola en 1759, Sebastián Santos Rojas en 1961 y José Miguel Sánchez Peña en 1983.
5. Ecce Homo
Nuestro Padre Jesús del Ecce Homo la talló José Montes de Oca en torno a 1730, siendo una de las imágenes más clásicas de la Semana Santa de Cádiz. El restaurador gaditano José Miguel Sánchez Peña realizó una profunda actuación en 1986. Completan el misterio las imágenes de Pilatos y un soldado romano, ambas anónimas del siglo XVIII. Posteriormente, fueron intervenidos por Luis González Rey en 1994.
6. Columna
Conocida popularmente como El Aguador por las rogativas que recibía para acabar con la sequía, la imagen de Jesús Atado a la Columna y Azotes la elabora Jacinto Pimentel en 1660, siendo bendecida en 1661. Posteriormente, fue restaurada por Enrique Ortega. Por su parte, los dos sayones que completan el misterio son de Jácome Mayo, realizadas en 1774, contando con una restauración del gaditano José Miguel Sánchez Peña.
7. Jesús de la Salud (Cigarreras)
Nuestro Padre Jesús de la Salud, titular de la hermandad de Las Cigarreras, se atribuye a Francisco de Villegas. Se cree que pudo ser realizada entre 1624 y 1652. Ha sido restaurada en dos ocasiones: en primer lugar, por Miguel Láinez Capote y, posteriormente, por Bonilla en 1991. El misterio lo completan los soldados romanos y los sayones judíos en actitud de burla.
8. Sentencia
La imagen de Jesús de la Sentencia puede ser la más antigua de la Semana Santa de Cádiz. Es de autor anónimo y está fechada en el siglo XVI, momento de transición entre el gótico y el renacimiento. En la restauración que realizó Juan Manuel Miñarro López en 1994 se le hizo un nuevo candelero.
9. Afligidos
El conjunto escultórico formado por el Nazareno de los Afligidos y María Santísima de los Desconsuelos, cuya cofradía tiene su sede canónica en la iglesia de San Lorenzo Mártir, es obra de Peter Sterling, un escultor flamenco que vivía en Sanlúcar. Ambas tallas se hicieron en 1727 y están realizadas en madera de cedro.
10. El Nazareno de Santa María
Conocido como El Greñúo, el Nazareno de Santa María es la imagen más venerada de la ciudad. Es obra de Andrés de Castillejos, realizada entre 1596 y 1602. Entre sus peculiaridades, cuenta con pelo natural. Sufrió una importante restauración en el siglo XVIII. Asimismo, Antonio Bravo la reconstruyó en 1938 tras los sucesos del 8 de marzo de 1936. Su última restauración, en la que se descubrió su autoría, la realizaron Constantino Rodríguez Méndez e Inmaculada Ramírez en 1996.
11. El Cristo de la Expiración
El Cristo de la Expiración es uno de los exponentes de la escuela genovesa en la ciudad. Fue realizada a mitad del siglo XVIII, aunque existe una corriente que atribuye esta talla a otros imagineros como Salzillo o Vergara. Tiene su sede canónica en la iglesia de la Castrense, aunque en los últimos años ha salido desde Santa María por las obras que sufre su templo situado frente al Gran Teatro Falla.
12. El Cristo de la Buena Muerte
El Santísimo Cristo de la Buena Muerte es el Crucificado más importante que procesiona en la Semana Santa de Cádiz. Es de autor anónimo y está fechada en 1648. El gaditano José Miguel Sánchez Peña la ha restaurado en dos ocasiones, la primera de ellas en 1986, mientras que la segunda la realizó en 2010.
13. El Santo Entierro
El tallista Francisco de Villegas realizó la imagen de Jesús Yacente en 1624. Está realizada en madera de cedro y está introducida dentro de una urna de plata y cristal, una de las joyas más preciadas de la Semana Santa de Cádiz. Existe la creencia de que se le adaptó una nueva cabeza realizada por la escuela genovesa en el siglo XVIII.
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