![El paso de palio de la Virgen del Carmen por la plaza de España.](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 16 9"%3E%3C/svg%3E)
La Virgen del Carmen, más acompañada que nunca por Cádiz en su nuevo itinerario
El cortejo lució por la remozada plaza de España, destacada novedad en su recorrido, donde esperaba mucho público
Las carmelitas descalzas de Argüelles cantaron una salve a la Virgen
La historia del Carmen de Cádiz a través del Diario
La Virgen del Carmen Coronada ha desmostrado este 16 de julio, día de su festividad, el fervor que provoca en la capital gaditana. Al hecho de su indudable tirón desde tiempos inmemoriales se unía este miércoles la novedad -un gran acierto de la Archicofradía- de variar el recorrido habitual para que, por la señorial Alameda, el cortejo transitase con elegancia y, de camino, el nutrido público que esperaba pudiese contemplarlo sin aglomeraciones y con espacio más que suficiente junto a la balaustrada.
Poco después de las 20.30 llegaba el desfile a la plaza de Argüelles, donde esperaba mucho público para vivir un momento que no se daba desde 2013. Allí, las monjas de Monasterio del Santísimo Corpus Christi y San José (Carmelitas Descalzas) cantaron la salve a la Virgen. Para rendir visita a las hermanas, el paso de palio de Nuestra Señora del Carmen, dirigido por Manuel Ruiz Gené y portado, en relevos, por dos cuadrillas de 48 cargadores cada una, giraba hasta encontrarse de frente al monasterio al son de la marcha 'Rocío', de Manuel Ruiz Vidriet y Manuel Pérez Tejera, interpretada por la Sociedad Filarmónica de La Oliva de Salteras (Sevilla) con la solvencia que le caracteriza. Ante el paso desfilaba la tradicional representación de la Armada Española, de la que es patrona la Virgen del Carmen.
Una vez realizada la visita, el cortejo se dirigió a la plaza de España, remozada y peatonal, estrenando así para el mundo cofrade gaditano un espacio amplio y con muchas posibilidades, lo que entendió la enorme cantidad de personas que esperaba allí a la Virgen marinera.
Nuestra Señora lucía para la ocasión, donado por fieles y devotos, un collar a modo de toisón real como recordartorio de su predilección por las Ánimas Benditas del Purgatorio.
La expectación era tal que mucho antes de llegar el palio a las inmediaciones del Palacio Provincial de la Diputación de Cádiz, ya había mucho público apostado en la calle Rafael de la Viesca, por donde debía subir la procesión buscando la plaza de San Francisco como preámbulo a la entrada al barrio que da cobijo a la Virgen del Carmen: El Mentidero.
