La Virgen de los Dolores reina en su día ante un Cádiz entregado al inicio de la Semana Santa
La Orden de Servitas pone en la calle su sobrio y elegante cortejo con la tranquilidad de procesionar con buen tiempo
Guía de la Semana Santa de Cádiz 2025: horarios, itinerarios y novedades de todas las hermandades

El perfecto equilibrio entre la sobriedad de los adultos y la inocente alegría de sus 25 monaguillos, niños y niñas, le da a la Orden de Servitas un carácter especial, conjugando el presente y el futuro para seguir defendiendo un espléndido pasado de varios siglos. En San Lorenzo, en los momentos previos a la primera salida de la Semana Santa de Cádiz, se daban todos los condicionantes para inaugurar los desfiles y concitar en la iglesia a quienes incluso se encuentran allí solo de año en año. Porque la cita para acompañar a la Virgen de los Dolores es sagrada.
Una vez descartada la amenaza de lluvia, la principal preocupación de la Orden seglar era el viento, como confesaba el prior de Servitas, Rafael Guerrero. Finalmente no sopló tan fuerte como en anteriores jornadas, incluso como la misma mañana de este Viernes de Dolores. Guerrero mostraba su ilusión por recuperar, una vez realizada la estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral, la salida de la seo por la puerta del Santísimo, la principal, hecho que no se produjo el año pasado.
El prior destacaba la ausencia de estrenos en el cortejo, al estar la orden inmersa en la costosa restauración de los cuatro óleos que rematan la capilla de la Virgen. Y quiso hacer hincapié en el cirio que iba a lucir en la candelería del paso de palio, "el cirio 'Lágrimas de vida' por las personas trasplantadas y rogando por las donaciones de órganos".
El fiscal, Antonio Balsera, organizaba desde el altar mayor de San Lorenzo una procesión con 117 penitentes. Tiene el honor, y la suerte, de haber llevado a la calle el cortejo de la Orden cuatro años consecutivos sin quedarse dentro por las lluvias. Su estreno como fiscal lo recordará siempre, no en vano Servitas completó la primera salida procesional tras la pandemia en la Semana Santa de 2022.
La cuadrilla baja del palio, encargada de sacar el paso a la calle, -la cuadrilla alta esperaría el relevo en la calle Londres-, se arremolinaba alrededor de la bella dolorosa mientras el cortejo despejaba, al pisar la calle Sagasta, el templo. El carisma del capataz, José Julio Reyero, bastaba para templar los nervios de los suyos, fieles cargadores, más de un centenar.
Reyero, todo un clásico, capataz de la Virgen de los Dolores desde 1994, apuntaba que fue en 1969 cuando cargó este palio por primera vez. Hablaba orgulloso de su gente. "Vienen de corazón, aquí hay devoción y cariño verdadero", apostillaba. El veterano capataz concretaba con el director de la Banda de Música del Maestro Tejera, José Manuel Tejera, aspectos musicales del recorrido que se inició con la marcha 'Mater Servorum', de corte fúnebre, obra de Jorge Marcial Ortiz, dedicada a la María Santísima de los Dolores.
Tejera explicaba detalles musicales que iban a producirse durante el recorrido, como la interpretación, saliendo de la Catedral, de la marcha 'Spes Nostra', de López Farfán, como guiño al Año Jubilar de la Esperanza que celebra este año la iglesia católica. En el Palillero estaba prevista la marcha 'Ecce-Homo', de Eduardo Escobar, la que para José Manuel Tejera es "la mejor marcha de Cádiz", dejando para la recogida 'Soleá dame la mano', de Manuel Font de Anta.
Se había inaugurado así, con la elegancia eterna del cortejo de Servitas, la Semana Santa de Cádiz 2025, que de momento ha salvado su primera pugna contra los elementos atmosféricos.
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