La Virgen de La Palma no faltó a su cita anual con Cádiz y La Viña
La primera marcha, 'La Virgen de los Desamparados', patrona de Valencia, fue un rezo por el drama que se vive en tierras levantinas
El cortejo salió tres cuartos de hora más tarde de lo previsto para asegurarse procesionar sin lluvia
La Palma recibirá la declaración de BIC para la conmemoración del maremoto de 1755
La Virgen de La Palma Coronada no ha faltado a su cita anual con su barrio de La Viña como cada 1 de noviembre, día de Todos los Santos, a pesar del tiempo inestable que por la mañana no indicaba buenos augurios. Pero la Junta de Gobierno de la Archicofradía, merced a los partes meteorológicos que manejaba, se decantó finalmente por la salida. Eso sí, tres cuartos de hora después del horario anunciado, que era las 17.30 horas.
Así, a las 18.15 se abrían las puertas de la Iglesia de La Palma para dar paso al inicio del cortejo, precedido por la agrupación musical Ecce Mater. Un cuarto de hora más tarde lo hacía el paso que portaba a la Virgen, con su bella cúpula, dirigido por el capataz Antonio Valero. Detrás, el acompañamiento musical estaba a cargo la banda de Julián Cerdán, de Sanlúcar de Barrameda, que ponía música a los andares de la cuadrilla que comanda Antonio Valero.
La Virgen salió a los sones de la marcha 'La Virgen de los Desamparados' de Cristóbal López Gándara, que según explicaba la Archicofradía en sus redes es "una advocación que comparte con la Patrona de Valencia y de todo su pueblo. Sirva este pequeño homenaje en recuerdo por las víctimas que provocó esta dramática DANA".
En la calle, el público esperaba a tan devota imagen. Había mucho que rezarle en estos días de tan funestas noticias como llegan desde Valencia y otros puntos de España.
En la llegada del paso a la plaza del Tío de la Tiza se produjo un emotivo momento con la interpretación, a cargo del coro de José Manuel Pedrosa y David Fernández, junto a la banda de Julián Cerdán, del 'Himno de la Coronación de la Virgen de las Penas', con letra de Luis Manuel Real, musicado por Juan Antonio Verdía.
Por la mañana, y para conmemorar aquella intersección de la Virgen en el maremoto de 1755, y tras una misa se celebró el tradicional rosario cantado que se dirigió a La Caleta, presidido por el Estandarte y el Crucifijo que fueron sacados a la calle de La Palma para frenar la acometida de la marea. Allí, el nuevo párroco, Daniel Robledo, bendijo las aguas.
Posteriormente, ya en el templo palmero, tuvo lugar la función votiva presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, renovándose el voto de acción de gracias a la Virgen, como acordó la entonces Compañía Espiritual el 14 de diciembre de 1755, y tal y como recordó en esta celebración el hermano mayor de la Archicofradía, Pedro Bueno.
En el altar mayor lucía el paso de la Virgen y los lados el Simpecado, que se restauró en 2023, y el Crucifijo que se usaron aquella mañana del 1 de noviembre de 1755 para obra el milagro.
A la ceremonia asistieron el alcalde de la ciudad, Bruno García, y la concejala de su equipo de Gobierno Loli Pavón, así como la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), Teófila Martínez. La archicofradía de La Palma estuvo también arropada por representaciones de las hermandades del Nazareno, El Huerto, Las Aguas y Sentencia, así como representaciones de La Pastora de Sagasta y la hermandad de los Desamparados.
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