Conservando la historia tallada en oro
La empresa Ars Nova ultima los detalles de la restauración a la que ha sido sometida el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia.
En la Semana Santa hay estrenos que llaman mucho la atención, que son muy notorios y significativos. Y otros que sin esos componentes, son verdaderamente importantes por lo que significan. En este último bloque, posiblemente, haya que incluir el proceso de restauración al que ha sido sometido el paso de la Humildad y Paciencia. Una actuación que ha salvaguardado la obra diseñada por Pérez Calvo en 1953, tallada y dorada por Fernández del Toro y con imaginería menor en las esquinas de Ortega Brú. "Primeras espadas de la época", destaca el responsable de los trabajos de restauración, Fabián Pérez, de la empresa Ars Nova.
Este paso de Cristo presentaba un problema que supuso el origen de esta restauración: una grieta que recorría el costero izquierdo del canasto y que preocupaba a la junta de gobierno, que desconocía su origen y las posibles soluciones.
"Detectamos que había un problema estructural en el paso: la mesa no estaba bien estructurada, la talla tampoco estaba bien concebida y el uso que los cofrades le daban era erróneo", apunta Fabián Pérez. Sobre esto último, apunta el restaurador que tanto el transporte que se hacía del paso mediante una grúa y con unas correas que no se situaban en los puntos adecuados como el tránsito de personas sobre el canasto ocasionó esa grieta.
Una vez localizado el problema, la solución ha consistido básicamente en tres frentes de actuación: un resanado del interior del canasto y de los respiraderos; una nueva estructura metálica sobre la que se disponen los elementos de talla dorados; y una restauración y limpieza del dorado y de la policromía, reponiendo las piezas que faltaban.
"Los respiraderos tenían muchos refuerzos, a base de pletinas atornilladas por detrás a la madera, que estaban oxidadas y que empezaban a dañar la madera", explican los restauradores, que han procedido a sustituir esas pletinas por unos soportes de madera que se han embutido en la talla del paso.
Mayor trascendencia, quizás, tiene la sustitución de la parihuela metálica por una nueva y la solución que Ars Nova ha dado para que no se siga pisando el canasto del paso. "El monte copaba todo el paso hasta ahora, y eso dificultaba el montaje", explica Fabián Pérez; por ello, los restauradores han diseñado un nuevo monte que es "parcialmente desmontable", disponiendo de un suelo metálico bajo el mismo que permite el tránsito de personas sin afectar al canasto. Además, se le ha aligerado mucho peso a esta parihuela metálica, se ha dispuesto un nuevo sistema de patas desmontables y de colocación de ruedas para facilitar las maniobras de salida y entrada; y se ha colocado un refuerzo metálico siguiendo las líneas de los respiraderos para protegerlos de las salidas y entradas de cargadores.
Al margen de todo ello, se ha actuado también sobre los candelabros, que en un principio no se incluyeron en el proyecto pero a los que se detectaron muchas grietas y pérdidas de madera. "En los candelabros hay una relación entre el hierro y la madera que siempre da problemas porque no se comportan igual. Esas piezas tienen unas vibraciones que van agrietando los candelabros, ya que se necesitaría un alma de hierro muy grueso que realmente no funciona con la utilidad y el movimiento que se busca en unos candelabros de este tipo", explica Fabián Pérez.
Para solucionar este problema, "se ha hecho una labor de consolidación" mediante la cocción de los elementos agrietados y la inserción de resina en puntos de la madera para lograr un cuerpo que una el hierro y la madera que lo recubre.
Algo más de dos meses ha empleado la empresa Ars Nova en llevar a buen puerto esta restauración. Todos estos trabajos finalizarán en el día de hoy y podrán contemplarse desde mañana en la iglesia de San Agustín, donde ya quedará expuesto el paso para iniciar los preparativos y montajes propios de cara al Domingo de Ramos.
En las últimas horas de trabajo en estas andas de Humildad y Paciencia, Fabián Pérez destaca el alto valor histórico que tiene el paso, "el segundo más antiguo de la Semana Santa de Cádiz" en lo que a madera tallada se refiere y firmado por algunos de los autores más relevantes de aquella época, como Pérez Calvo, Fernández del Toro u Ortega Brú. "Yo estoy encantado con haber podido trabajar en esta obra, porque me encanta el arte cofrade al estar hecho para ser usado, lo que origina muchos problemas de conservación pero es una grandeza. Es que, sin ir más lejos, sobre este paso va a procesionar el Cristo de la Humildad y Paciencia, una imagen que hizo Pimentel en el siglo XVII y que sigue saliendo hoy a la calle. Eso es un lujo", reflexiona Fabián Pérez, que ha conseguido junto a su equipo de Ars Nova conservar la dorada historia de la cofradía de Humildad.
También te puede interesar