Aparece encalado un menhir megalítico de 5.000 años en la Sierra

La aparición de un menhir, de unos 5.000 años de antigüedad, que ha sido encalado recientemente por la mano de alguien ha provocado sorpresa entre vecinos y estudiosos de la Sierra y la apertura de una investigación por parte de la Junta de Andalucía.

Este monumento megalítico denominado Menhir de La Lancha se sitúa al borde de la carretera provincial CA-6105, kilómetro 10, que une las localidades de Villamartín y Arcos, en una zona poblada de fincas y cerca del complejo del Dolmen de Alberite. El primero que dio la voz de alarma fue el investigador Agustín García Lázaro, quien denunció hace unos días en su blog Entorno a Jerez que alguien había encalado este hito milenario, que no luce ni placa ni cartel informativo. La laja, de 1,77 metros, alargada y colocada verticalmente en el suelo, se encuentra entre el descansadero del paraje La Sevillana y el inicio del camino hacia una finca privada.

Son algunas las conjeturas que hay en torno a este ‘encalado’ histórico de alguien que ha pintado de blanco este menhir despojándolo de su forma original. Cobra fuerza que el anónimo lo haya hecho desconociendo la importancia cultural del elemento con el ánimo de que se vea el tumulto en la noche pues es una zona de vía muy estrecha y sin rayas pintadas en el suelo y en márgenes. También se apunta a las administraciones y el por qué hasta ahora no se ha señalizado este elemento patrimonial para su identificación y conocimiento de las personas que recorren el lugar. Al parecer, la Junta no tendría inventariado este menhir, conociendo de su existencia ahora.

“No achaco maldad a quien lo ha hecho, sino desconocimiento. Pero en todo caso, hay que plantear que ni la propia administración de Cultura lo tenía catalogado y este menhir está estudiado e investigado al menos en tres publicaciones. Es que en la provincia de Cádiz no hay cien expresiones de megalistismo, hay media docena: Dolmen de Alberite, en Villamartín, Dólmenes de los Tomillos, en Alcalá del Valle, la Necrópolis de Puerto Serrano...”, añade Agustín García Lázaro.

El caso es que a raíz de esta denuncia se ha puesto el foco sobre este menhir, que muchos desconocían su importancia. No así en el libro ‘Cuaternario y Arqueología: Homenaje a Francisco Giles Pacheco’, que en el artículo ‘Hitos visibles del megalitismo gaditano’ se recoge la singularidad de este monumento megalítico, que conservaría rastros de cazoletas de origen natural y huellas de abrasión en su cara este. “El extremo Sur de la alineación descrita de necrópolis y habitats del río Alberite, en los denominados Llanos de Villamartin, está marcado por el menhir de la Lancha (…). Esta pieza es de las que mejor ejemplifican la tradicional definición de menhir, pues se trata de un bloque en bruto hincado verticalmente de forma artificial. Como es el caso en muchos ejemplos de la fachada atlántica, parte de su confirmación como tal evento prehistórico se basa en textos antiguos que certifican su posición enhiesta a lo largo de los siglos. El bloque es de arenisca, muy masivo, con cuatro caras bien definidas. Su altura máxima es 1,77 metros, pero cada una de las caras presenta mayor o menor envergadura respecto al suelo en relación con su inserción en un túmulo de en torno a 1,80 metros de diámetro, cuya excavación sería del mayor interés”, recoge el mencionado artículo.

Además, la existencia de esta laja se recoge en las crónicas desde finales del siglo XV y documentos de la Casa de Osuna, que hacen referencia a este pilón para marcar límites y lindes.

El investigador Agustín García Lázaro explica que, desde diciembre de 2021, “la normativa recoge que todos los elementos relacionados con el megalitismo son bienes de interés cultural” como en su día fueron los castillos o las pinturas rupestre. “Se echa de menos que un hito visible, con claridad, que está a pie de carretera, en un cruce, que menos que tenga una indicación destacando el menhir, que menos, para que se ponga en valor y la población sepa lo que le rodea para su conservación”, añade. Tiene esperanza en que se pueda retirar sin dificultad la cal de este hito megalítico para salvar su aspecto anterior, aunque eso lo tendrán que determinar los arqueólogos.

Pese a su existencia, este elemento no estaba identificado. Se encuentra a menos de 10 kilómetros de Villamartín y este Ayuntamiento serrano dice que pertenece al término municipal de Arcos. “Tenemos constancia de su existencia. Hemos hecho placas informativas para monumentos y no se ha puesto en este menhir porque pertenece al término de Arcos”, explicó el concejal de Cultura de este pueblo, Ernesto Rodríguez Domínguez.