Once lugares para enamorsarse de Setenil
Turismo
La distinción como pueblo con más encanto de Andalucía se suma al palmarés de este bonito lugar de la Sierra gaditana
Setenil acaba de conseguir la distinción de 'Pueblo con más encanto de Andalucía', que viene a sumarse al largo palmarés de reconocimientos que cosecha, convirtiéndolo en uno de los municipios más demandados dentro del segmento del turismo de interior. Hay que recordar que forma parte del exclusivo club de los 'Pueblos más bonitos de España' y diversos medios de ámbito internacional han reconocido su impresionante trazado abrigado por las rocas. Esta guía, con información proporcionada por el Ayuntamiento de Setenil, propone un paseo por once espacios singulares de esta villa, que enamorará a cualquier visitante.
Las calles de las Cuevas del Sol y Cuevas de la Sombra
Son dos de las vías más típicas de Setenil, que maravillarán al viajero. Las Cueva del Sol son todo luz bajo la piedra viva y una lección de geología al aire libre. Las Cuevas de la Sombra nos sumerge en un impresionante túnel, cielo de roca caliza natural de lo más surrealista.
En ambas calles se sitúan numerosos bares y restaurantes donde degustar la cocina de Setenil de las Bodegas, arropado por un ambiente de lo más singular
Escaleras, mirador y ermita del Carmen
La ermita datada del siglo XVIII es uno de los edificios más emblemáticos de Setenil. En su interior destaca el retablo principal dedicado a Nuestra Señora del Carmen, patrona de la villa. También nos encontramos el zigzagueante entramado de las escaleras del Carmen que, como si de un pasadizo mágico se tratara, nos transportan desde la calle Triana al mirador del Carmen en un santiamén, siempre y cuando las piernas y los pulmones respondan al desafío.
Cuentan los mayores que se hizo con las manos a golpe de martillo y cincel, y se descubre uno ante la magnitud de la proeza de percutir de esa manera sobre la piedra caliza, salvar el desnivel y hacer una escalera en el abismo. Lugar tétrico y solitario, morada de fantasmas y espíritus, cómplice en ocasiones de encuentros amorosos, es un lugar de especial encanto que te transportará a disfrutar de las mejores vistas panorámicas de Setenil.
Puente de Triana
Se encuentra al otro lado del río, puente de piedra del siglo XVI, desde donde podrás acceder a la calle-cueva Mina y pasear bajo la muralla árabe.
Jabonerías-Cabrerizas
Estas primitivas calles representan algunas de las vías más singulares de Setenil, con un trazado que se ha ido adaptando al curso del río, abriéndose a éste en uno de sus márgenes y atesorando múltiples casas trogloditas al otro, nacidas al cobijo de las rocas. Son calles de bandoleros, de cine, espectaculares escenarios de las aventuras de Curro Jiménez.
Calle Herrería
Vía definida por algún autor como “una de las más bellas y románticas calles andaluzas” con su “Bésame en este rincón” pintado en la pared, pasear por esta calle-cueva donde también la roca sirve de techo a sus casas y bajo estas piedras ancestrales es una sensación que nos adentra en un mundo irreal.
Antigua casa Consistorial
Este inmueble, construido del siglo XVI, alberga un rico artesonado mudéjar de par y nudillo en cuya banda inferior puede leerse una inscripción conmemorativa sobre la fecha en que Setenil fue conquistada por los Reyes Católicos, el 21 de septiembre de 1484, Día del Apóstol San Mateo.
La Villa
Auténtico casco histórico de la localidad, la Villa está enclavada en su parte más alta y donde se sitúan los monumentos más emblemáticos como por, ejemplo, la iglesia de la Encarnación, una joya del gótico tardío, edificada sobre la antigua mezquita, que consta de una sola nave con un marcado crucero, una impresionante obra que se prolongó hasta el siglo XVII.
En el marco de la Villa tenemos también el Torreón, el ejemplo más llamativo y de mayor prominencia del antiguo alcázar almohade que, desde el siglo XII, cercaba la peña de Setenil y que necesitó de varios asaltos hasta poder ser finalmente conquistada en 1484 por las Tropas de los Reyes Católicos.
También se puede visitar el Aljibe, tesoro subterráneo ubicado bajo el torreón en el que se recogía el agua de la lluvia para abastecer del preciado líquido a los habitantes de la fortaleza en la Edad Media. Esta extraordinaria construcción que consta de dos bóvedas de cañón, apoyadas en dos pilares centrales y tres arcos de ladrillo pone en evidencia el genial conocimiento de civilizaciones pasadas para hacer frente a las necesidades más elementales.
En el complejo de la Villa está la Casa de la Damita, sede de la 'Damita de Setenil, una pieza arqueológica, con cinco mil años de antigüedad, que atestigua la vida en las cuevas desde la prehistoria.
Los visitantes pueden apreciar también la Muralla Árabe, donde aún perviven algunos tramos del sistema defensivo andalusí y donde podrás contemplar una excepcional panorámica del pueblo.
Calle Calcetas
Del río al centro, una bella calle bajo la muralla. Uno de los viales más singulares del paisaje urbano setenileño, entre fachadas de cal y geranios.
Ermita de San Sebastián y Peñón de los Enamorados
Junto al cementerio, la ermita es la construcción cristiana más antigua de Setenil, del siglo XV. Cuenta la leyenda que la advocación bajo la cual se coloca la ermita se debe a que, durante el asedio de Setenil, la Reina Isabel dio a luz un hijo prematuro que falleció a las pocas horas de nacer y al que bautizó Sebastián, en el que sería uno de los primeros hospitales de la Historia. De allí sale, la procesión de El Silencio la madrugada del Viernes Santo.
El Peñón de los Enamorados es un antiguo lugar donde se citaban los novios para “pavear”. Desde este balcón natural podemos contemplar una excepcional vista panorámica y los principales hitos del pueblo.
Calle Gibraltar Español
Es una de las calles más fotografiadas por los visitantes que van al pueblo por la singularidad que desprende esta rotulación de una vía que reivindica la pertenencia de Gibraltar al territorio español.
Ruinas romanas de Acinipo
Situada en el término municipal de Ronda y a escasos 5 kilómetros de Setenil, se trata de las ruinas de una antigua ciudad que tuvo su época de mayor esplendor a finales del siglo I d.C. El teatro es el elemento mejor conservado del yacimiento, un monumento que se halla muy ligado a la identidad setenileña.
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