La Pasión recreada en vivo por Alcalá del Valle
Turismo en la Sierra
Este acontecimiento, los días 8, 9 y 10 de marzo, movilizará a un centenar de personas en calles y en el convento de Caños Santos
La fe mueve montañas y... alivia a los negocios
El pueblo de Cádiz que recrea 'La Pasión de Cristo' en vivo
Hay una fecha en el calendario desde hace 13 años donde la Pasión de Cristo se vive según Alcalá del Valle. Este pueblo de la Sierra de Cádiz recrea con la participación de un centenar de personas la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, escenificando con un realismo impresionante las estaciones de la tradición bíblica.
Este acontecimiento, que este año será los días 8, 9 y 10 de marzo, ha conseguido articular un tejido social en torno a esta puesta en escena, que cada año se va consolidando como un atractivo turístico, atrayendo a más público de otras zonas. Motivos no les falta. Además de calles y plazas, la organización de La Pasión de Cristo articulada en la Asociación local Hosanna, con el apoyo del Ayuntamiento de Alcalá del Valle, levanta escenas utilizando espacios urbanos y naturales como el el Convento de Caños Santos, que es una joya monumental para este municipio, y donde se da vida al momento único de la Resurrección (pasaje que se celebra el 10 de marzo).
La representación de Alcalá del Valle está considerada la pionera de la provincia de Cádiz. Tras de ella, se están levantado en los últimos tiempos y aprovechando la Cuaresma otras representaciones como en Bornos o Arcos, donde esta última localidad ha anunciado ya que el conjunto monumental será el próximo día 23 el emplazamiento para celebrar su primera edición. En provincias limítrofes, ‘El Paso’ de Riogordo, en Málaga, está consolidado como un espectáculo con décadas de tradición a sus espaldas.
José Carlos Fernández Racero lleva 11 años encarnando la figura de Jesús de Nazaret en La Pasión de Alcalá del Valle y es autor de los guiones que dan vida a esta recreación. El mismo, junto a un grupo de alcalareños emigrantes, fraguaron esta recreación en Francia cuando trabajan en los campos del país vecino en 2009. Hoy la teatralización de La Pasión mueve a más de 69 vecinos, que se convierten en actores durante los tres días del acontecimiento, dando vida a las estaciones y paisajes bíblicos. También hay otro gran grupo de figurantes de este pueblo de la Sierra que participan dando un gran realismo a este momento histórico. “Podemos movilizar a unas 140 personas en total”, cuenta Fernández Racero. Y algunas de estas escenas son, por ejemplo, El Sermón de la montaña, Entrada triunfal en Jerusalén, La Santa Cena, Oración en Getsemaní, Prendimiento de Jesús, El Sanedrín, Jesús ante Pilatos, Jesús ante Herodes, Ecce Homo, Camino del Calvario, Crucifixión y Muerte de Jesús, Descendimiento y Piedad, Santo Entierro o La Resurrección.
Los primeros años, las propias hermandades alcalareñas echaron una mano con el tema de las vestimentas y túnicas, pero hoy en día esta asociación cuenta con sus vestuarios propios y el atrezzo necesario para transformar espacios del pueblo en Judea. “Y los más bonito de esta apuesta es que nos hemos hecho una gran familia en Alcalá del Valle. Tenemos la cantera de los niños que realizan el belén viviente y de ahí se abastece esta representación”, apostilla la persona que encarnará, otra vez, en esta edición a Jesús de Nazaret.
Hay tanto trabajo y dedicación en la apuesta por La Pasión de Cristo que se ha convertido en todo un hito en el pueblo. “Las personas mayores lo viven con un realismo que emociona, para los cofrades pasa igual y para los niños es ya una tradición”, expresa José Carlos Fernández, que agradece la implicación del Ayuntamiento en el montaje del sonido para que la audición llegue a todos los presentes. “Cada vez viene más gente a vernos. Y eso ayuda a restaurantes, tiendas, cooperativa y negocios del pueblo. Por no decir la promoción que se hace. Nos consta que hay familias que trabajan fuera y aprovechan esos días para volver”, concluye.
Para el concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Alcalá del Valle, Diego Álvarez, este tipo de espectáculo “viene muy bien y va a más con gente que repite y público de localidades vecinas” que no faltan a la cita. “Hay visitantes que reservan en el Hotel Las Herrizas (municipal, pero con una concesión), en el hostal y en casas rurales y eso beneficia a todos”, reflexiona.
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