El adn de Ubrique bulle bajo la piel

I Feria de la Marroquinería

La localidad celebrará del 21 al 24 de marzo la primera Feria de la Piel para vincular su industria al turismo. Se utilizará el casco antiguo como escenario para ubicar los expositores

Ubrique celebrará en marzo de 2024 la primera Feria de la Piel

El alcalde de Ubrique, Mario Casillas, y el teniente de alcalde, Jose Antonio Bautista, presentan la feria. / D.C.

La cuna de la Piel sale a la calle. Los protagonistas de la industria marroquinera de Ubrique, con su Ayuntamiento a la cabeza, mostrarán a la ciudadanía, del 21 al 24 del próximo mes de marzo y en una feria singular, el adn de un pueblo entero, que basa su identidad en la manufactura del cuero. Así que, por primera vez en la historia de este pueblo, se levantará esta muestra utilizando el espacio físico del conjunto histórico de Ubrique para difundir esta artesanía serrana.

Esta feria se denominará ‘Bajo la Piel’ y reunirá en las calles y en distintos emplazamientos del patrimonio local expositores, conferencias, talleres, actividades gastronómicas, de ocio y musicales para vecinos y visitantes. Además, la primera feria de estas características organizada por el Consistorio, con la ayuda del Centro Tecnológico de la Piel (Movex), y respaldada por la Asociación de Empresarios de la Piel, Asopiel, y la Escuela de Artesanos de la Piel de Ubrique, dará al visitante la oportunidad de poder adquirir productos de marroquinería de marcas propias de las distintas empresas que se dan cita en este evento, además de fusionar esta artesanía y vincularla al turismo local.

“Esta feria viene para quedarse. Queremos llevar a la gente a nuestro casco antiguo, ofrecerle la cultura de la Piel unida a nuestra existencia, nuestro pueblo, nuestras calles, nuestra identidad. Que sepan que de un trozo de piel puede salir un bolso, una cartera, que contamos con una actividad sostenible. Ubrique es un pueblo sostenible. En definitiva, queremos vincular nuestra marroquinería al turismo como atractivos”, dice el popular Mario Casillas, el alcalde de este pueblo de la Sierra, el segundo más habitado de la comarca con unos 17.000 habitantes.

Cartelería de la muestra. / D.C.

Y no es para menos, ya que Ubrique quiera sacar pecho de la importante actividad económica ligada a los sonidos de la patacabra, sus antiguas tenerías y su saber transmitido de generación a generación. Datos no le falta. La Junta de Andalucía puso números hace un par de años a esta actividad, recordando que Ubrique representa “un 80% de la producción en el conjunto andaluz, con más de 400 empresas y 6.000 personas ligadas a una producción, que representa un 26,04 % en el total nacional”.

La Feria ‘Bajo la Piel’ quiere vehicular la producción al territorio local y busca transmitir varios mensajes, con su incipiente tejido empresarial de marcas propias. Uno de ellos es que la industria marroquinera es una actividad sostenible; otro mensaje es que necesita de manos cualificadas para ser competente en el mercado y otro más es su apertura a la diversificación, y unir la industria a otras disciplinas como la arquitectura, la joyería, el diseño, el cine, la imagen…

“Esta feria no se concibe como un expositor o pabellón único. Nos abrimos al pueblo. Se ocuparán calles, el convento de Capuchinos, San Pedro, San Juan de Letrán, la plaza del Ayuntamiento…Hasta locales particulares se ceden para convertirlos en expositores”, explica el andalucista José Antonio Bautista, teniente de alcalde del Ayuntamiento.

Piel y sostenibilidad. Las tenerías fueron para Ubrique, en otro tiempo, como el agua para el mar. No se entiende esta artesanía sin ellas. Como tampoco se entendería la industria sin el contexto físico que rodea el pueblo con el Parque Natural de Grazalema o el mismo Parque de los Alcornocales, de donde se extraía antaño los taninos para la curtiduría en esas ya desaparecidas tenerías. Ahora, la mayor parte de la piel que utiliza la industria local proviene de Igualada, un pueblo catalán.

“Queremos trasladar al consumidor final y los visitantes que nuestras pieles no provienen de animales en peligro de extinción ni se sacrifican específicamente para esta industria. Son pieles de animales que se utilizan para el consumo cárnico doméstico. Esto es bovino, caprino, cerdo y vacuno. Esas son las cuatro principales con las que trabajamos. Si no se trataran esas pieles procedentes de la industria cárnica para elaborar calzado, bolsos o cinturones tendríamos un grave problema ambiental porque la industria, en la actualidad, recicla a nivel internacional unos 270 millones de kilos de cuero de vacuno, por ejemplo, al año”, reflexiona el gerente de Movex, Javier Gallego, entidad involucrada en esta muestra.

Se pretende vincular la marroquinería al patrimonio local. / D.C.

Los organizadores añaden que es “imperativo que el proceso de curtición cuente con las certificaciones correspondientes, reflejando la creciente preocupación por la gestión medioambiental. La industria curtidora se posiciona como una industria de reciclaje, transformando un residuo de la industria cárnica en materia prima para la fabricación de productos y artículos de moda”.

Esta feria contará con una treintena de expositores, de los que destacan una veintena de empresas de la zona con sus productos. Y es que el visitante podrá acceder a piezas en piel de marcas locales. De hecho, en los últimos años empresas ubriqueñas, que tradicionalmente han trabajado para terceros, sobre todo, con las grandes marcas del lujo, están apostando por introducir líneas de producciones propias. Hay un buen número de pequeñas firmas que están cogiendo peso en el mercado gracias a esta vertiente. “Tradicionalmente, Ubrique ha producido para terceros, es la mayor actividad que se hace para marcas ya consagradas. Pero, en los últimos años, han salido marcas propias de empresas más pequeñas, que ven en Internet el mejor aliado para vender sus productos. Internet es un avance que permite tener tienda ‘online’ con pocos recursos. En los últimos tiempos, gracias a las acciones que Movex ha realizado con entidades como Extenda, con programas específicos, incipientes negocios pueden estar en plataformas de ventas internacionales y en redes sociales. “Esto supone conectar directamente al público con el fabricante, ahorrando intermediarios”, añaden los marroquineros.

Recuerda Javier Gallego que una de las barreras con las que se encontraban estas pequeñas firmas, a la hora de poner en el mercado sus producciones propias, era tener una red de ventas física accesibles. Pocos se lo podían permitir, pero en estos tiempos, las nuevas tecnologías hacen que se llegue a más compradores.

Esta feria monográfica, que se levantará en marzo, nace con vocación, también, comarcal pues el buen momento industrial de la marroquinería está expandiendo la actividad a otras localizaciones cercanas de la Sierra, bien sea por una estrategia logística para la que hace falta más espacio físico, con buenas comunicaciones, como pasa con alguna experiencia ya asentada en Villamartín; el resurgir de la actividad en Prado del Rey, un pueblo cercano al centro de producción ubriqueño, con tradición marroquinera, que experimenta un crecimiento, o la instalación de talleres en el propio Arcos.

También, esta primera muestra ‘Bajo la Piel’ va más allá en lo social. Y hay distintos colectivos de Ubrique que se han implicado en el montaje de esta feria y en la decoración de sus calles y señalética. Participan entre ellos, el Centro El Curtido de Ubrique y algunos colectivos de mayores.

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