15 alumnos de tres pueblos se benefician de una beca de estudio en el extranjero

La Fundación López Mariscal ha hecho entrega de becas para estudios en el extranjero a 15 alumnos procedentes de tres localidades de la Sierra y matriculados en institutos de Ubrique.

El acto fue presidido por María del Carmen López Mariscal, miembro del patronato de la Fundación, quien en nombre de su padre y presidente de la institución, José Luis López Fernández, y en nombre de su familia, felicitaba a los premiados y les transmitía que la educación no es solo uno de los pilares fundamentales de la entidad, sino que además se ha convertido en una prioridad entre los numerosos proyectos que apadrina.

Los alumnos beneficiarios que viajarán al Reino Unido para estudiar inglés estuvieron acompañados de sus familiares, así como representantes de la comunidad educativa de Ubrique y algunos miembros de las Corporaciones municipales de los Ayuntamientos de las localidades de Ubrique, El Bosque y Benaocaz.

María del Carmen López Mariscal continuó asegurando que estas becas son un reconocimiento al trabajo, al esfuerzo personal y al deseo de superación de los jóvenes. Recalcó, entre los presentes, que la preparación académica constituye la mejor arma para enfrentarse a los retos que, día a día, van a ir surgiendo en su camino y alentó a los becados para que nada ni nadie trunque sus sueños de superación. Además María López asegura que se enorgullecen de poder aportar un granito de arena en su formación mediante este tipo de programas. Por su parte, el director del IES Las Cumbres, Antonio Macías, le dio la enhorabuena a la Fundación porque, sin ánimo de lucro, destina parte de su dinero a la labor de educar.

El alcalde en funciones de Benaocaz, Antonio Venegas, se sentía orgulloso de que una de las becadas fuera de su localidad y les deseaba a todos un buen aprovechamiento.

La concejala del Ayuntamiento de Ubrique, Trinidad Jaén, además de darles la enhorabuena, aconsejaba a los beneficiarios de estas becas a que continúen esforzándose porque la suerte no existe y en la sociedad que les ha tocado vivir el trabajo es fundamental.