Cárcel para una falsa abogada que estafó a una amiga de la infancia para llevarle su divorcio
Ha sido condenada a cuatro años de cárcel, después de que se quedara además con 16.700 euros de la víctima
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Con amigos así quien necesita enemigos. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a cuatro años de prisión por un delito continuado de estafa, agravado por el abuso de relaciones personales y para el que aprecia la circunstancia agravante de reincidencia, a una mujer que engañó a una amiga de la infancia al hacerse pasar por abogada para tramitarle su proceso de divorcio.
La sentencia, fruto de un acuerdo de conformidad entre las partes y que ha sido declarada firme, impone también un año de prisión por un delito continuado de estafa a otra acusada, que actuó como auxiliar de la falsa letrada. Ambas deberán indemnizar de forma conjunta a la víctima con 56.723 euros, 16.723 en concepto de cantidades defraudadas de las que se apropiaron y los otros 40.000 por los daños morales causados a consecuencia de la estafa.
Los hechos sucedieron a partir de 2020, cuando la víctima pidió consejo a la principal condenada sobre su proceso de divorcio. Ambas mujeres se conocían desde la infancia, por haber sido compañeras de colegio y habían retomado en 2013 la relación, que llegó a ser de gran intimidad y confidencia.
Según la sentencia, la falsa abogada dijo a su víctima que ella se encargaría de todo el proceso de divorcio y le facilitó una dirección de un supuesto despacho en Valencia, aunque le advirtió de que, debido a la pandemia, lo gestionaría todo de forma telemática. La perjudicada confió en la condenada por su aparente solvencia profesional y por la relación personal que tenían.
Así, entre los años 2020 y 2021, le pidió hasta 16.700 euros para pagar tasas, cauciones u otros gastos que, tal y como expone la resolución judicial, la condenada, que nunca estuvo dada de alta en colegio de abogados alguno ni ejercía como letrada, se inventaba.
En las supuestas gestiones legales del divorcio también participaba una segunda acusada, quien se presentaba como auxiliar, ayudante o asistente de la falsa letrada y que se encargaba de los trámites a los que ésta no podía asumir.
Debido a la inexistente gestión en el proceso judicial, la víctima tuvo serios problemas y llegó a ser acusada y condenada por un delito de sustracción de menores, al seguir los consejos de la principal acusada para que no entregara a los niños a su exmarido.
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