Joaquín Benítez
Luces y sombras en navidad
Desde que comenzó la pandemia el objetivo número uno de la comunidad científica ha sido proporcionar las herramientas más fiables para controlar el coronavirus en la medida de lo posible. La carrera por conseguir una vacuna efectiva fue ardua entre varias farmacéuticas, trabajando a destajo para encontrar el beneplácito de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos o la Agencia Europea del Medicamento.
Puestas en el mercado varias vacunas contra el covid la carrera de esas mismas farmacéuticas por conseguir antivirales también se está planteando feroz. Si hace una semana se aprobaba el Paxlovid, primer antiviral oral contra la covid en la UE, bajo el paraguas del gigante Pfizer, ahora es AstraZeneca la que ha conseguido poner en el mercado Evusheld, su alternativa a Paxlovid, con España adquiriendo 30.000 tratamientos anticovid de este tipo este mismo mes de febrero.
'Evusheld', autorizada en EE UU desde hace dos meses, se trata de una combinación de anticuerpos (tixagevimab y cilgavimab) cuya función principal es prevenir el covid-19 en inmunodeprimidos de forma prolongada. Evusheld sirve de anticuerpos y bloquea la entrada del virus en el cuerpo de forma eficaz, también en la variante ómicron, según un estudio del University College Oxford y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, publicados en bioRxiv.
Evusheld crea anticuerpos similares a los de la infección, con un 77% de éxito en las pruebas realizadas, según apuntan desde Astrazeneca. Sin embargo, el Comité de Medicamentos Humanos de la EMA (CHMP) aún está evaluando esos datos para dar salida a su autorización en Europa.
De momento, en EE UU se usa para evitar el covid-19 en adultos y niños con profilaxis previa. siembre y cuando no hayan pasado el covid ni hayan sido contactos estrechos de algún positivo recientemente.
La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) lo tiene claro. No es un fármaco para que lo use cualquier persona, sino para aquellas a las que por diversos motivos no se les recomienda vacunarse: personas que hayan recibido trasplantes de órganos o de células T, los inmunodeficientes, los infectados por sida o los que tengan un tratamiento activo con dosis altas de corticosteroides.
A pesar de que no está recomendado para personas que ya se hayan puesto la vacuna, desde el punto de vista médico se puede recibir tras una dosis de la vacuna, esperando dos semanas para que no reduzca la respuesta inmunitaria.
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