Tesoros que no te puedes perder y todo lo que debes saber si visitas Rumanía
Guia de viaje
¿Aún no sabes por dónde empezar a organizar tu viaje a Rumanía? Te contamos algunos consejos que te facilitarán el trabajo y una lista con los atractivos turísticos imprescindibles
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Desconocido para muchos hasta hace unos años, Rumanía es uno de los países de moda en estos momentos y no es de extrañar ya que gracias al aumento de vuelos en las aerolíneas de bajo coste, los increíbles precios de alojamiento y comida pero sobretodo por la enorme variedad de monumentos, actividades y tipos de turismo que ofrece, este destino atrae en la actualidad una infinidad de visitantes de todo el mundo.
Desde castillos con fama mundial como el Castillo de Bran o “del Conde Drácula” y pasando por lugares con una enorme biodiversidad (destacando el Delta del Danubio) la lista de lugares a visitar es infinita.
Esta nación de Europa del Este merece bastante la pena al tratarse de una tierra rica en historía, cultura y bellezas naturales pero a la hora organizar un viaje por tu cuenta tendrás que contar con un buen itinerario para sacarle el máximo partido.
La planificación será esencial para ello por lo que a continuación te facilitamos algunos datos curiosos y consejos que te ayudarán a moverte de la mejor forma por los lugares más emblemáticos de la zona.
Aunque a lo largo del articulo te ofrecemos una recopilación con las atracciones más importantes de Rumanía, debes elegir cuales son las zonas que deseas visitar para reservar los alojamientos con antelación y así obtener las mejores tarifas además de asegurarte de contar con disponibilidad. Esto también te ayudará a calcular la ruta de la forma más beneficiosa y que no hagas kilómetros de más entre destinos.
Al llegar al aeropuerto de Cluj Napoca una de las principales cosas que debes tener en cuenta es saber cómo moverte entre los distintos lugares y ciudades que visitarás.
La mejor opción es alquilar un coche en el mismo aeropuerto ya que te dará la libertad de desplazarte evitando largos trayectos y las esperas de los medios de transporte público.
Para no tener sorpresas en el momento de alquilar tu vehículo incluye un seguro a todo riesgo para estar cubierto en caso de cualquier incidente.
Ten en cuenta el clima de Rumanía durante el período de tu viaje. El verano puede ser muy caluroso y el invierno excesivamente frio por lo que asegurarse de llevar ropa adecuada al clima y sobre todo cómoda.
Esto te facilitará en gran medida el disfrutar de las largas caminatas necesarias para descubrir todo lo que ofrece el país.
La moneda local es el Leu Rumano (RON) que al cambio aproximado a euros es de 20 céntimos por RON.
Verifica las tasas de cambio y lleva contigo una pequeña cantidad de Leu para compras menores. Las tarjetas de crédito son aceptadas en muchas localidades turísticas, pero siempre es útil disponer de efectivo.
Rumanía cuenta con una rica cultura tradicional por lo que para exprimir la experiencia te recomendamos perderte por sus calles y plazas para interactuar con la población y disfrutar de su música, danza, gastronomía y festividades locales como el Dragobete (la feria de otoño) o el festival del Narciso (en marzo).
Lo mejor que tiene la ciudad es su vida callejera ya que hace unos años que el centro histórico recibió un buen lavado de cara y ahora hay callecitas como Strada Smardan o Strada Covac en las que podrás conocer el día a día de los bucarestinos.
Su cocina cuenta con una gran variedad de platos típicos, estos son algunos que si o sí tienes que probar en tu viaje a Rumanía:
- Bulz: Uno de los más curiosos y consumidos, su ingrediente principal es el mămăligă (una especie de masa de pan compuesta de harina de maíz) asado al horno con queso. Se le suele echar crema de yogur y huevo frito, que se coloca justo encima del mejunje. También puede llevar bacon u otros acompañamientos.
- Mititei o mici: Compuesto de un rollo de carne picada que se asa a la brasa. Puede ser de ternera, cordero o cerdo y para aderezarlo utilizan ajo, pimienta negra, anís, comino y tomillo. Generalmente se suelen acompañar de patatas fritas, pepinillos o pimientos y es servido con salsa de mostaza picante o dulce.
- Rasol: Este potaje, similar al cocido portugués, es uno de los platos favoritos de los rumanos en los fríos meses de invierno. Está compuesto de carne generalmente de corral como el pollo, pato o ganso (aunque también puede ser de vacuno, cerdo u oveja). El plato incluye patatas y algunas hortalizas como zanahorias, cebollas y tomates. Su principal particularidad es que se sirve en dos partes, primero la sopa y el resto por separado. A veces lo acompañan con Mujdei, una salsa rumana de ajo muy popular en el país.
- Ciorbă: Sopa tradicional del país. Puede contener ternera, pollo, pescado y verduras. Su base está elaborada con guindilla (otorgándole un toque picante) y smântâna (nata agria y algo espesa). Algunas de sus variedades más peculiares son la ciorbă de perişoare, que además de albóndigas de carne también incluye arroz; y la fasole cu ciolan, que se sirve dentro de un pan de hogaza y lleva alubias blancas y tocino.
- Tocaniţă: Muy popular en los menús de los restaurantes es este estofado de carne y patatas. Para que esté caldoso lo elaboran con vino, de esta manera en él se puede mojar mămăligă. Tradicionalmente se consume en fechas navideñas aunque podrás disfrutar de el todo el año.
- Sarmale: Se trata de hojas de repollo o de col rellenas de carne o de verduras a modo de rollito. También pueden contener arroz. Tanto su aspecto como su sabor es parecido a los dolmades griegos o turcos, de hecho comparten receta.
A parte de su variedad de platos también disponen de algunos postres tradicionales deliciosos como:
- Papanaşi: Una mezcla entre rosquilla y bizcocho que se sirve caliente. Es bastante consistente, pues su interior está relleno de queso de vaca dulce, smântână (el yogur típico de la cocina balcánica) y cubierto de mermelada de fresa, frutas del bosque o cereza.
- Cozonac: Dulce tradicional de los Balcanes como Rumanía, Bulgaria, Macedonia y Albania. Sus principales ingredientes son la harina, huevo, leche y la mantequilla con los que se elabora una trenza decorada con nueces picadas, semillas de amapola y azúcar. Se encuentra en las panaderías, sobre todo en Navidad y Fin de Año.
Muchas de sus atracciones turísticas ofrecen el servicio de "visita guiada" para enriquecer la experiencia y aprender más acerca de los lugares que vayas visitando. Con ellas explorarás mejor las ciudades, los castillos medievales, las iglesias antiguas y los impresionantes parajes naturales.
Lleva contigo un seguro de salud que incluya a Rumanía. Verifica también si necesitas alguna vacuna o precauciones específicas antes de partir.
Aunque siguiendo las regulaciones sanitarias generales, no se requieren certificados de vacunación para el acceso al país ya que no existe riesgo de fiebre amarilla.
Informarte sobre las costumbres y tradiciones del lugar te ayudará a evitar comportamientos inapropiados u ofensivos además de favorecer a no sufrir malentendidos culturales.
Algunas de las normas básicas para respeta el entorno y a sus habitantes son las siguientes:
- El contacto visual es importante, de no hacerlo se piensa que no se está prestando atención.
- Para señalar apuntan con un dedo, mueven la cabeza o desvían la mirada en dirección al objeto.
- El saludo se inicia con la persona de mayor rango o edad. Entre hombres, entre mujeres y entre ambos, consiste en estrechar las manos de forma gentil. Entre géneros, la mujer es quien inicia el saludo.
- Esperan que la contraparte sea puntual aunque ellos puedan arribar con cierta demora a una reunión.
- Formales, hospitalarios y reservados, valoran su privacidad. Silenciosos y tímidos, admiran la modestia y la humildad en sí mismos y en los demás.
Rumanía es famosa por sus impresionantes paisajes naturales. Visita los Cárpatos, el Delta del Danubio, los bosques antiguos y las reservas para para contactar de forma única con la naturaleza.
Aunque la mayoría de sus habitantes hablan inglés o entienden español, aprender algunas palabras o frases básicas en rumano puede ayudarte a comunicarte mejor y mostrar aprecio por la cultura local.
Estas son las diez más útiles como turista:
- ¿Podría ayudarme? - Mă puteți ajuta, vă rog?
- ¿Habla_[idioma]_? - Vorbiți _(limba)_?
- No entiendo - Nu înțeleg
- ¡Hola! - Bună ziua!/Salut!
- ¡Adiós! - La revedere!
- Por favor - Vă rog
- Gracias - Mulțumesc
- De nada - Cu plăcere
- Lo siento - Îmi pare rău
- Me gustaría realizar una queja - Aș dori să fac o reclamație
Qué ver en Rumanía
1. Bucarest
Seguramente la capital será el punto de partida de tu viaje, esta ciudad ofrece algunos de los lugares más interesantes de Rumanía. La anteriormente conocida como París del Este perdió muchos de sus atractivos en el período comunista y la dictadura de Nicolae Ceausescu pero independientemente de ello el país ha sabido renovarse y en estos momentos es uno de los centros de arte más importantes de Europa del Este.
Dedica al menos un par de días del viaje para disfrutar de rincones como estos:
Aunque muchos edificios de estilo Art Nouveau se perdieron, no dejes pasar la oportunidad de pasear por sus calles y conocer emblemas cómo los jardines Cimisgiu, el parque Herastrau, la avenida Soseaua Kiseleff o el monasterio de Stavropoleos.
La Casa del Pueblo es el edificio más grande que ver en Rumanía pero también el más grande de Europa y el 2º más grande del mundo tras el Pentágono.
Museo Satului y Parque Herastrau
Un museo etnográfico al aire libre que te ayudará a situarte en la historia de Rumanía a través de más de 300 edificaciones y objetos típicos del país.
El Parque Herastrau es el pulmón verde de Bucarest y uno de los lugares favoritos de los rumanos para realizar actividades deportivas.
2. Brașov
El casco histórico medieval de Brașov está repleto de casitas de colores con estilo renacentista, barroco y neoclásico que enamoran a todos los viajeros ya que parece un decorado de cuento.
En la Plaza del Mercado o Plaza Sfatului destaca la Iglesia Negra, símbolo de la ciudad y el mayor edificio religioso de estilo gótico en la región de Transilvania.
Es aconsejable que guardes al menos un día de tu viaje para visitar Brașov ya que se encuentra en un entorno idílico rodeado por las montañas de los Cárpatos. Si necesitas desconectar en la naturaleza, este lugar cuenta con múltiples rutas de senderismo.
Esta ciudad perteneciente a la región de Transilvania. Es famosa por los muros y los bastiones sajones de la época medieval, la imponente iglesia Negra de estilo gótico y sus animados bares.
La Piaţa Sfatului (plaza del Consejo) se encuentra en el adoquinado centro de la ciudad, está rodeada de edificios barrocos de colores y alberga la Casa Sfatului, un antiguo ayuntamiento que se ha transformado en un museo de historia local.
Castillos de Transilvania y Valaquia
De las excursiones más populares desde Brașov en la que seguirás los pasos de Drácula (el personaje está basado Vlad Tepes, o Vlad "el Empalador") para conocer sus tenebrosas leyendas mientras visitas el asombroso castillo de Bran (Castillo del Conde Drácula), el castillo de Peles y el Monasterio de Sinaia.
El castillo de Bran fue construido por los sajones en 1382 y tenía funciones defensivas contra las invasiones turcas. Este empezó a conocerse como el castillo del popular vampiro porque se dice que en él se refugió Vlad Tepes, el príncipe rumano que sirvió de inspiración para el escritor irlandés Bram Stoker.
Aunque el exterior puede ser un poco tenebroso, lo cierto es que su interior lo encontrarás de lo más placentero. Paredes blancas, flores, pequeñas plazas, puestos de souvenirs… Procura visitarlo bien temprano para evitar las multitudes.
Sinaia es una preciosa ciudad situada a los pies de los Montes Bucegi, en el valle de Prahova. El principal atractivo turísticos es el Castillo o Palacio de Peleș, la primera residencia del rey Carol I y que solía disfrutar durante el verano.
El edificio neorrenacentista sajón fue el primero de Europa en tener electricidad y ascensor. Es un monumento nacional que ha sido pieza clave en la historia de Rumanía y uno de los castillos más bonitos del país, el cual sorprende no solo por su fachada sino también por su interior. Podrás apreciar la decoración romántica en madera y mármol de sus más de 160 salones y habitaciones. En la actualidad este palacio ha sido convertido en un museo.
Otro bonito rincón que visitar en la zona es el Monasterio de Sinaia, un templo ortodoxo rumano del siglo XVII que destaca por los numerosos frescos neobizantinos que adornan sus paredes y techos.
3. Sighișoara
Esta joya medieval fue fundada en el siglo XII por los sajones procedentes de Alemania, fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1999 entre otras cosas por el excelente estado de conservación de su centro histórico.
En esta ciudadela de calles estrechas y adoquinadas con casitas de colores nació Vlad Drácula y es posible visitar su casa ya que en la actualidad alberga un museo de armas antiguas.
Sighișoara se construyó con un marcado carácter defensivo y militar, el cual es muy palpable en el ambiente. En ella podrás ver murallas, torreones y bastiones que todavía quedan en pie en su mayoría.
Las torres más bonitas son la de Cositorilor, la de los Herreros, la de los Tintoreros, la de los Sastres y la del Reloj. En la Plaza de la Ciudadela destacan su iglesia y monasterio dominico de estilo románico gótico fundadas en el siglo XIII.
4. Sibiu
Lo más curioso de Sibiu son sus tejados, es lo primero que te llamará la atención al contar en su decoración con cientos o miles de ojos que se asoman por las cubiertas de sus casas.
El centro histórico rebosa vida y en cualquiera de sus tres plazas principales encontrarás terrazas agradables donde descansar tras las caminatas. Fortificaciones medievales, palacios barrocos y edificios religiosos como la Catedral Ortodoxa de la Santísima Trinidad son los atractivos de una de las ciudades medievales más bonitas de Transilvania.
A 5 kilómetros de Sibiu se encuentra el Museo Astra de la Civilización Popular Tradicional. Este es un enorme museo al aire libre (similar al Museo Satului) en el que encontrarás más de 120 casas típicas de Rumanía, así como molinos e iglesias que te harán aprender sobre la forma de vida en las diferentes etapas de la historia de Rumanía.
5. Delta del Danubio y Mar Negro
El espectacular río Danubio finaliza su travesía europea en Rumanía donde desemboca en el Mar Negro, antes de hacerlo conforma enormes humedales que ofrecen un precioso espectáculo natural.
Los 2.733 kilómetros cuadrados de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza del Delta del Danubio son un refugio para más de 1.200 especies de plantas, 320 de aves (entre las que destaca el pelícano con más de 6.000 ejemplares) y 110 de peces.
Si eres un enamorado de la naturaleza y necesitas unos días de calma total, te recomendamos incluir en tu lista de lugares que ver en Rumanía este enclave.
Es probable que aquí presencies los amaneceres y atardeceres más bonitos del país. Para visitar estos dos lugares existe un tour ofrecido por Civitatis con el que disfrutar durante dos días de las mejores ubicaciones de la zona.
Si bien no encontrarás playas paradisiacas de agua turquesa y arena blanca, la línea costera del mar Negro brinda larguísimas playas con un estupendo ambiente como las de Mamaia, Costinesti y Eforie Sud.
Constanza es la ciudad más importante de esta zona de Rumanía y no hay que menospreciar sus encantos. Con casi 2.500 años de antigüedad en ella podrás ver sitios tan interesantes como el Casino de Constanza, el Faro de los Genoveses o la Catedral Ortodoxa de San Pedro y San Pablo.
6. Maramures
Maramures es posiblemente la región más tradicional. Dedica al menos un par de días para perderte por sus verdes campos salpicados con iglesias ortodoxas del siglo XVII y XVIII.
Debido a la prohibición de las autoridades austro-húngaras de edificar en piedra, las iglesias están hechas en madera y en ellas destacan sus enormes tejados en forma de agujas. En Maramures hay alrededor de 40 construcciones de este tipo, aunque solo 8 han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Si por fuera parecen bonitas no esperes mucho a entrar para enamorarte del todo, su infinidad de frescos representando escenas bíblicas son una autentica preciosidad que podrás observar durante horas sin cansarte.
7. Turda
Uno de los lugares más curiosos que visitar en Rumanía es, sin duda, la Salina Turda. Esta es una antigua mina de sal que lleva en funcionamiento desde el siglo XI y en la actualidad ha sido convertida en un parque de atracciones.
Aunque suene raro en esta mina de sal podrás montarte en una noria a 120 metros de profundidad, dar un paseo en barca su lago de sal o relajarte en un spa y respirar el aire de la salina (que según dicen es muy beneficioso para tratar enfermedades respiratorias).
8. Rasnov
Este es un pequeño pueblo ubicado en Transilvania el cual destaca por contar con uno de los monumentos más interesantes de Rumanía: el Castillo/Fortaleza de Rasnov.
La ciudadela fue levantada a comienzos del siglo XIII en lo alto de una colina por los caballeros teutones alemanes para defenderse de los ataques turcos y tártaros.
Se dice que en cuanto veían a un atacante todo el pueblo de Rasnov se refugiaba en el castillo y este no fue finalmente abandonado hasta 5 siglos después. Tras un tiempo de desuso el castillo fue rehabilitado y ahora podrás visitar todos sus recovecos y admirar las estupendas vistas.
9. Monasterios de Bucovina
Una de las zonas más espectaculares de toda Rumanía ya que en ella encontrarás más de 50 monasterios pintados con paisajes bíblicos, los cuales datan del siglo XV y XVI. Estos se encuentran coronados por preciosos y singulares tejados de madera.
No en vano, el más famoso es el Monasterio de Voronet. Esta maravilla fue edificada en el año 1428 y es conocido como la Capilla Sixtina del Este. En esta zona tampoco te puedes perder los monasterios de Humor, Arbore, Dragomirna, Moldovita y Putna, así como espectáculos naturales como las gargantas de Bicaz y el Lago Rojo. Para visitar Burcovina se precisan de dos días ya que tiene mucho que ver.
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