El mal uso de las tecnologías, presente ya en los problemas de más de la mitad de los menores
Un informe de la Fundación Anar destaca que la mayoría viven situaciones extremas en soledad, sin acompañamiento emocional

El uso inadecuado de las tecnologías está presente en los problemas que afectan a más de la mitad de los niños, niñas y adolescentes (NNI), y lo más alarmante es que casi el 55% de esos menores no reciben atención psicológica y muchos viven situaciones extremas en soledad, sin acompañamiento emocional.
Ese porcentaje de menores no asistidos por profesionales llega el 60% si se trata de problemas específicos por la tecnología.
Estas son algunas de las conclusiones del estudio presentado este martes por la Fundación Anar sobre el impacto de las tecnologías de la relación, la información y la comunicación (TRIC) en la salud mental de los menores y en la violencia que sufren los NNA.
El estudio Tecnologías. Impacto en la infancia y adolescencia en España, presentado por la directora de las líneas de Ayuda ANAR, Diana Díaz, y la responsable de su departamento jurídico, Sonsoles bartolomé, se basa en 11.164 testimonios recibidos de menores y sus familias.
Son consultas que han llegado a las líneas de ayuda de la fundación entre junio de 2023 y junio de 2024, y en el que el 56,4% (en total en 6.300), el mal uso de la tecnología va de la mano directa o indirectamente del problema que motiva la llamada.
Además, en casi el 80% se registra un nivel alto de gravedad y cerca del 72% son urgentes, y en el 65,4% se prolongan durante más de un año y en más de un 70% los hechos se repiten a diario.
Los problemas de los menores con las tecnología detrás
El 38% de esas 6.300 consultas en los que las TRIC están implicadas obedecen a problemáticas nuevas que antes no existían precisamente por que se ejercen a través de la tecnología.
Son por ciberbullying o ciberacoso (las más numerosas), por grooming (engaño pederasta) o sexting no consentido (envío de mensajes de texto o imágenes de contenido íntimo y sexual explícito a través del teléfono móvil o de otros dispositivos electrónico) o por la propia adicción tecnológica, que ha aumentado.
Otros se agravan con la tecnología como las situaciones de violencia (58,7%), la pornografía y prostitución (87,5%), violencia de género (76,7%), expulsión del hogar (64,1%) y maltrato psicológico (60,8%).
El uso incorrecto de las tecnologías se hace patente también en problemas de salud mental relacionados con la conducta (64,2%), con la ideación y/o intento de suicidio (61,7%) y las autolesiones (54,5%), pero llama la atención además su incidencia en otras situaciones como las desapariciones (75,4%) y problemas jurídicos (52%), como suplantación de identidad a través de la IA, amenazas o las coacciones entre progenitores.
Un porcentaje muy elevado de los menores que sufren uno de estos problemas, según los expertos, puede sufrir luego otro de este tipo, y en un 10% de los casos se rodean de un entorno con problemas psicológicos y pobreza infantil.
Una de los aspectos más preocupantes del estudio es que la conducta suicida "está presente en todos los tipos de problemáticas vinculadas con las tecnologías ya sea de forma directa o indirecta", según ha alertado Diana Díaz.
Perfil de los menores víctimas de las tecnologías
El perfil de los menores víctimas de este uso incorrecto son niñas o chicas adolescente (63,8%) en la mayoría de los casos, excepto en problemas de adicción a las tecnologías donde hay una mayor incidencia en ellos (54,6%) .
El intervalo de edad más frecuente es de entre 9 y 16 años (la mayoriá de 14), con bajo rendimiento escolar (62,5%), una escasa satisfacción académica (56,4%) y que vive con un solo progenitor/a o con custodia compartida (cerca de un 58%).
El informe incluye recomendaciones para los menores y sus familias, como la necesidad de que éstas fijen normas claras sobre el uso de la tecnología, refuercen la comunicación y acompañen activamente la vida digital de sus hijos e hijas.
Aporta consejos también para los centros escolares, empresas tecnológicas e instituciones públicas, a las que pide que aprueben la Ley Orgánica para la protección de las personas menores de edad en los entornos digitales.
También te puede interesar