¿Se puede vivir sin olfato? Qué es la anosmia

La escritora Mercedes pinto Maldonado dijo que "en el olor reside la misma esencia del alma". En una tierra como Andalucía en la que los olores a azahar, incienso o húmeda calcarenita de los Alcores hacen florecer los sentimientos más ocultos, hay personas que no pueden disfrutar de esa sensación tan placentera de respirar profundo y deleitarse con los aromas más celestiales del mundo.

Aunque los seres humanos no somos la raza planetaria más olfativa, sí necesitamos saber a qué huelen las cosas para enamorar a nuestro sistema auditivo y visual del que tanto nos fiamos. Perder la visión sería aterrador, perder el oído y no poder escuchar la brisa del mar, lapidario, pero y ¿el olfato?.

Son muchos los estudios que indican que las personas tardan una media de dos años en acudir a un especialista por la falta de este sentido, lo que indica que para muchos seres humanos el olfato es algo secundario o que carece de la importancia que realmente tiene.

Se podría decir que el olfato es delicado, tanto en su práctica como a la hora de perderlo, ya que su ausencia pude deberse a una alergia o un simple catarro. La mayoría de veces esta pérdida suele ser de pocos días pero, a veces, el destino es caprichoso y nos hace desprendernos de él por tiempo indefinido.

Los olores ayudan a saborear la vida puesto que permite detectar las sustancias químicas de nuestro entorno. El olfato es el "sí" o el "no" a la hora de aventurarnos en el sabor de algo. Además, según entendidos en la materia, el sabor está influido en un 80-85% por el sentido del olfato y solo en un 10-15% por el del gusto.

Otra de las características fundamentales del olor es que nos indica una sensación de peligro. Cuando nuestra mente nos propone un olor desagradable como por ejemplo ante una comida en mal estado, este sentido lo único que nos hace es avisarnos de que podemos estar ante una situación de peligro.

¿Qué es la anosmia?

Tras una breve información del mundo que nos perderíamos sin olfato, la anosmia ya no parece un problema leve. Este trastorno olfativo le sucede a una de cada veinte personas, personas que deben prestar mucha atención comidas en mal estado u olores que no pueden percibir y que acarrearán malestar o peligro.

La pérdida de olfato puede acarrear problemas de salud también graves como la ansiedad, depresión o aislamiento ante la sociedad. No se trata de la simple pérdida de un sentido, sino de una de las bastas de todo un sistema de defensa.